Un mano a mano sólo debe plantearse cuando hay rivalidad entre dos toreros, y en el caso de Iván Fandiño y David Mora la hay, además se han visto acartelados cara a cara varias veces. Ignoro si esta rivalidad deriva en enfrentamiento, pero no es de recibo que dos toreros vengan a un mano a mano vestidos exactamente igual. Los toros de Victorino Martín añadían alicientes a la tarde, pero ni por esas la plaza se ha llenado en tarde de farolillos.
Victorino ha traído una corrida muy desigual en presentación, hechuras, peso y edad. Han vuelto a desechar hasta cuatro toros en el reconocimiento. Pensamos que el ganadero debería cuidar más esta plaza. El primero porque era cárdeno y de Victorino porque estaba más que justito de todo. La tarde ha dio ido de menos a más, mal los dos primeros toros e interesantes los restantes. Algunos han querido rajarse, otros han sido nobles y otros han ido por bajo fijos y largos, aunque todos con las dificultades propias de esta ganadería y siempre exigentes con los toreros.
Decimos que ha ganado Fandiño porque ha estado muy en torero toda la tarde, muy seguro, sin dudarle ni un momento a sus toros y le ha sacado todo lo que tenían. En su segundo ha estado muy bien y en su tercero bien podría haber cortado otra oreja si la petición hubiera tenido más fuerza. Por ponerle algún pero se lo ponemos a su entorno: un ayuda no puede pedir la oreja en el callejón con la toalla de forma ostensible y ni apoderados ni mozos de espada son quienes deben mandar que se dé una segunda vuelta al ruedo. Por otra parte ha matado muy bien.
Mora no ha tenido su tarde, ha pechado con peor lote, voluntarioso y sin resultados. Por último decir que aunque ayer existió el tercio de varas, vemos mejores caballistas que picadores.