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Tertulias taurinas

La otra noche, invitado por mi sobrino Antonio Ruiz de Alda, asistí a una reunión de amigos que se constituye en tertulia taurina periódica. A ella asistía también el maestro Eduardo Dávila Miura.

Me sorprendió gratamente el grado de implicación en los Toros, la afición y la cordura de un grupo de jóvenes, que, aunque con diferencia de edades, apenas deben de rozar los 30 años. Pero más me sorprendió la información que dominan. Conocían fechas, trofeos, nombres de toreros, subalternos, fechas, trofeos, y digo que me sorprendió porque yo en esto de los toros, como en otros aspectos, tengo mala memoria. Uno de ellos en concreto, podría asistir a cualquier concurso de esos típicos de capillitas y que le preguntaran ¿Cómo se llamaba el ayuda del mozoespá de El Duende el día que cortó la oreja en Sevilla? porque seguro que lo sabía. En vez de un capillita podría ser perfectamente un barrerita, pongo por caso.

Otro tenía una envidiable colección de videos taurinos antiguos, tiene hasta su apodo taurino «El Achúcarro de Nervión» creo que era. Allí estuvimos hablando de toros, riendo con anécdotas increíbles, criticando los carteles de la Feria, comentando los pros y contras de la situación actual de la Fiesta, en fin, una tertulia taurina. Vimos, y sobre todo comentamos, videos históricos en una pantalla de televisión grande: la histórica encerrona de Curro con los Urquijos y otros muchos pasajes del Faraón, la cornada de Cepeda y posterior entrevista en la cama con su señora madre incluida, las dos orejas de Paco Ojeda el día que revolucionó esto dando 30 muletazos sin mover los pies, la reaparición de Pepe Luis Vargas después de la cornada, toros históricos como Topinero, un resumen de la Feria del 89 y del 98, y otros muchos. Desgraciadamente tuvimos que cortar porque se nos echó la madrugada encina y al día siguiente había que trabajar.

Al final, un par de ellos se declararon comentaristas de este blog, ahora no me extraña la categoría de algunas intervenciones, pero como quieren permanecer en el anonimato, así seguirán. Les felicité por su amistad y su afición y les di las gracias por la agradable velada. Con aficionados como estos los Toros aseguran su continuidad.