En estos días centrales de Feria solían venir a los toros foráneos que compraban las entradas en la reventa o que conseguían que algún abonado se las dejara por compromiso. Este año, como cada vez quedamos menos abonados, nos vemos rodeados de gente no habitual que hace que parezca que estemos en otra plaza. Si bien, tengo que decir que, a pesar de los efectos de la feria, se comportan bien.
La corrida de Núñez del Cuvillo no ha cumplido las expectativas, suele pasar en este tipo de tardes. Corrida con poca fuerza y justita presentación, noble y repetidora mientras han durado. Sólo López Simón vio cumplidos sus sueños de tomar la alternativa con un cartel de lujo y en La Maestranza. Estuvo bien con su toro, muy en Talavante y se tiró a matar con todo, resultando herido. Cortó una merecida oreja que el presidente no concedió hasta que el toro estaba en el desolladero, a pesar de que la petición fue pronta y mayoritaria. A los que no entendimos que un torero viniera a tomar la alternativa a Sevilla sin haber triunfado antes en esta plaza, nos ha quitado la razón. Así de dispuesto hay que venir a Sevilla.
Manzanares ha toreado a sus dos toros muy templado y les ha sacado todo lo que tenían. Comprendo a los que dicen que torea poco cruzado pero la ligazón es la premisa de su toreo. Además estuvo con el empeño de un debutante. De nuevo mencionar a su cuadrilla, impresionantes Trujillo y Curro Javier.
Algo ha debido pasar con Morante. Por aquí dicen que ha despreocupado su preparación física, pero parece otro torero, desconfiado e incapaz de ligar dos pases. Después de los siete toros que lleva, quiso hacer el «quite del perdón» en el ultimo, y aunque le salieron airosas chicuelinas, más pareció un quite «sin» perdón.