Ya les comentaba ayer que en estas corridas de farolillos venía a la plaza gente de lo más variopinta. Ayer al arrastrar al tercer toro y después de unos momentos de duda, dos vecinos de delante se fueron directos a la escalerilla, y cuando escucharon los clarines que anunciaban la salida del cuarto se pararon en seco y preguntaron “¿Aquí no hay descanso?” entre la rechifla general. En estos días los titulares de los abonos desertan, dejándoselos a amigos, familiares, compromisos o acreedores, cuando no vendiéndolos. Así, han venido ayer los hijos de nuestra anfitriona de la Cervecería Internacional con sus parejas, que, para hacer honor al nombre del negocio, eran una italiana y un inglés. Al terminar la corrida me he despedido sin querer preguntarles qué les había parecido el espectáculo, porque me temía lo peor. Lo que sí ha sorprendido es que la plaza no se llenase, se nota la crisis.
Con esta corrida de Fuente Ymbro era imposible que hubiera la menor emoción. Los toros han sido, en general, nobles, pero faltos de fuerza, y algunos, rajados. Los toreros han hecho todo lo que saben. Tejela le dio muchos pases al noble primero y lo mató de una estocada. Perera ha hecho su toreo encimista y ha levantado alguna ovación, pero también poca cosa. Se fue a “porta gayola” en su primero, ya comentábamos ayer la dificultad de esta suerte con este portón tan amplio, y hoy se ha demostrado. El toro se venció mucho hacia su derecha, por dónde intentó sacarle la larga, pero acabó cruzándosele y saliendo por su izquierda. Tuvo que echar cuerpo a tierra para evitar males mayores. Esta suerte no me gusta, creo que influye demasiado la suerte para poder evaluarla. Perera estuvo bien en el único quite que hemos visto en toda la tarde y al abrir faena en su primero, con sus típicos pases cambiados. El primero de Talavante se rajó, pero el matador siempre ha toreado algo despegado.
Ayer también el jabonero cuarto sufrió otra voltereta, y a falta de emoción en el ruedo, se ha comentado el motivo de por qué en Sevilla parece que suceden más estos incidentes que en otras plazas. Después de diversas disquisiciones, incluidas la pendiente del piso, ha ganado lo compacto del albero y el tipo de drenaje. ¡Qué cosas se oyen!