El pasado miércoles nos fuimos con nuestra tertulia taurina de Economistas Er78 a realizar una ruta por Córdoba homenaje a Manolete. El día lo organizó el aficionado cordobés Antonio Luis Aguilera, un experto en la vida y obra de Manolete, que tan bien nos lo cuenta en su blog plazadelalagunilla.blogspot.com , que les dejo enlazado para más detalles.
El tiempo acompañó para hacer un magnífico recorrido por los lugares más emblemáticos de la Córdoba de “Manolete”, guiados y explicados por Antonio: el Campo de la Merced, donde estaba “El Barrio”, corazón de la Córdoba taurina por la existencia del matadero extramuros; la Plaza de la Lagunilla donde vivió el torero muchos años, que aunque no conserva la casa, sí tiene un busto que cuidan los vecinos; La Plaza del Conde de Priego donde se erige un grupo escultórico de dudoso gusto, que fue sufragado con una corrida en la antigua plaza de los Tejares, en 1951 con 11 toros, también visitamos los terrenos donde estuvo esta plaza; El Convento de San Jacinto y el azulejo de su fachada donde el matador rezaba a la Virgen de los Dolores de la que era muy devoto; la Plaza de Capuchinos con el Cristo de los Faroles; la calle Torres Cabrera, donde los vecinos han colocado un mármol donde estuvo la casa donde nació; la Iglesia de San Miguel, donde fue bautizado; la “Casa de Manolete” que compró para la familia en la calle Cervantes, precioso palacete hoy convertido en restaurante de lujo y que se puede visitar.
También visitamos en el barrio de San Cayetano, la casa hermandad de Jesús Caído, de la que fue Hermano Mayor, y donde pudimos admirar un precioso vestido azul y oro y una túnica regalo del torero. En el barrio de Santa Marina nos abrieron la casa hermandad del Resucitado, que guarda el último traje de luces con el que salió el maestro de una plaza de toros, fue la de Santander, previa a la de la tragedia de Linares.
Todo ello con las inestimables explicaciones de nuestro cicerone, Antonio Luis Aguilera, que es una verdadera enciclopedia, no sólo ya por el saber sino por la sencillez de las explicaciones y la pasión que demuestra por Manolete y por la Córdoba taurina.
Terminamos en el Cementerio de Salud, en el Panteón de Manolete. Rezamos una oración y Antonio nos puso los pelos de punta recitando los versos de Pepe Alameda:
Estás tan fijo ya, tan alejado / que la mano de El Creco no podría / dar más profundidad, más lejanía / a tu sombra de mártir expoliado.
Te veo ante tu Dios, el toro al lado, / en un ruedo sin límites, sin día, / a ti que eras una epifanía / y hoy eres estoque abandonado.
Bajo el hueso amarillo de la frente, / tus ojos, ya sin ojos, sin deseo / Radiográfico, mítico, ascendente,
Fiel a ti mismo de perfil te veo, / como ya te verás eternamente, / esqueleto inmutable del toreo
Para finalizar el magnífico día nos fuimos a almorzar a la Taberna San Cristóbal, donde el salmorejo, el flamenquín, el menudo y el rabo de toro, pusieron broche de oro a la jornada.
Los miembros de la tertulia quedaron encantados. Reitero las gracias a Antonio por su tiempo y las inestimables explicaciones que nos brindó.