Hemos estado unos días disfrutando de la Semana Grande de San Sebastián, y con la excusa de la vertiente taurina, también incluimos la gastronómica y la festiva. En la taurina, este comentario se debería haber titulado “Morante en el Norte” o algo por el estilo, porque era quién nos había traído hasta aquí, pero ya saben que Morante donde está es en la cama, que es por donde tienen que pasar los torero, de vez en cuando, para que algunos se den cuenta de la verdad del Toro.
Así que nos quedamos sin el mano a mano entre Morante y Castella. Cuatro toros para el francés, que era el arreglo que había planteado la empresa, con otros dos para Hermoso de Mendoza, eran muchos toros para un solo torero y ya he comentado que mi límite está en el mano a mano. En la del miércoles también hubo cambio de cartel, por la ausencia del “torero modelo” Cayetano, que fue sustituido por Esplá. Y yo, que me creí que ya me había despedido de Esplá en Sevilla, me tuve que despedir otra vez en San Sebastián. Ya he confesado que este torero que cae bien, además, estuvo entretenido, variado y toreando de verdad con el capote y hasta cortó una oreja. Creo que salimos ganando con el cambio.
El Juli hizo un faenón a su segundo, muy en su línea de torero poderoso. Ya habían cortado sus compañeros una oreja cada uno y este torero no quiere dejarse ganar la pelea por nadie. Su primero había sido el único peligroso de la tarde. Daniel Luque sigue en línea ascendente, hizo una faena de mucho mérito a su primero, emocionante, y cortó una oreja. En el último estuvo también superior y mató bien, pero el público parecía que tenia ganas de irse corriendo a por los “pintxos”, por lo que todo quedó en saludos. Según leo, Luque se ha ganado la sustitución de Morante el Viernes. En general, la corrida de Jandilla fue entretenida y, salvando al primero de El Juli, todos sirvieron y algunos, además, con trasmisión.
Ver toros en la plaza cubierta de Illumbe es especial. Yo creí que en un día soleado y sin viento como el miércoles iban a abrir completamente la cubierta, pero solo la abrieron lo justo para evitar que aquello se llenara más de humo. La plaza, por lo demás magnífica de cómoda y visibilidad, con un público serio y respetuoso con los toreros y, por supuesto, mucho más barata que la de Sevilla.
De la vertiente gastronómica de la fiesta se encargó de orientarnos nuestro amigo José Mari, que gestiona el blog gastronómico cocinarparalosamigos. De todos los sitios que fuimos, y les aseguro que 4 días dan para reventar por estas tierras, me quedo con la amabilidad y profesionalidad de La Cepa en la parte vieja y el rabo de buey de Casa Senra en Gros.