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D. Fernando Cuadri es una persona cabal y un ganadero responsable al que da gusto escuchar y del que siempre se aprende algo. Cuando cree no tener toros para Sevilla se lo hace saber a la empresa y no viene, de forma que cuando se anuncia es porque hay garantía. Ayer salieron siete toros de primera categoría, con cuajo y seriedad de plaza de primera, casi todos aplaudidos de salida. Quizás un poco atacados de kilos, razón por la que es probable que algunos se pararan demasiado pronto.
Toros de distinto comportamiento, unos con más peligro que otros, alguno con recorrido y otros más parados. El tercero tomó un primer puyazo espectacular, metiendo riñones y empujando al caballo 30 metros. Cada toro con su personalidad y su lidia.
Lo que hemos echado de menos ha sido eso, la lidia. Es cierto que con el toro moderno ésta casi ha desaparecido de los ruedos, pero los toros de Cuadri, la necesitaban. La sensación que queda es que los toreros no les han sacado todo lo que tenían, y ya digo que han presentado dificultades. Se han defendido en banderillas hasta sacarle los colores a alguno, incluso Ferrera ha fallado en este su punto fuerte. Sólo Domingo Siro estuvo bien. Los toreros de hoy día cuando sale el toro encastado, ya sea en bueno o en malo, no parecen capaces de ganarles la partida.
Pues con todos estos alicientes, quieren ustedes creer que acabamos aburridos. Otro toro devuelto por partirse el pitón, además era el más bonito, cuatro toros con avisos y la parsimonia y lentitud en todas las suertes porque no parecían muy bien qué hacer, han tenido la culpa. Un festejo puede durar dos horas largas, pero no mucho más.
Ferrera, el más experimentado de la terna ha estado profesional y atento como director de lidia, y lo ha intentado en sus dos toros, exponiendo. Gallo sorteó un primero que quizás podría haber sido de triunfo con otra lidia, pero tampoco se le ha visto con aptitudes como para superar la papeleta y Leandro lo ha intentado sin éxito.
Mencionar que es el segundo toro que se parte un pitón de salida en dos días consecutivos. Cierto que son accidentes, pero hay que tratar de evitarlos y los banderilleros deberían de estar más atentos a eso. Un vecino decía que si el toro dañado lo tuviera que pagar el torero se acababa el problema.