Categorías
General

Novillada de promoción

Las novilladas de julio en Sevilla se han convertido, con el paso del tiempo, en un referente. Cuando las cosas se hacen bien el público responde. Si se da un espectáculo a una hora prudencial y a unos precios asequibles, la cosa es un éxito. Anoche los tendidos de sol estaban casi llenos y, ojo, cosa muy importante, en su mayoría de gente joven. Ya quisiera la empresa una entrada así en alguna de las corridas de preferia. Con decirles a ustedes que había hasta reventa para evitar las largas colas.

La noche fue muy agradable de temperatura y daba gusto ver a esas pandillas de jóvenes (y “jóvenas”) con sus cenas y sus neveritas ¡Qué envidia! Así hay que plantear las cosas, nada de normativa antivandálica, ni de botellitas sin tapones, ni de latas prohibidas. A la gente joven hay que meterla en la plaza como sea, y si es con la cena, mejor, lo que pega a esa hora es eso. Aunque mis vecinos de abajo me dieron la noche con las tortillas de patatas, los filetes empanados y hasta con tomates aliñados, yo me consolaba pensando en las sardinas que me iba a tomas después en la Velá. En las barreras del 2 y del 4, los muretes servían de mostradores para tanta vianda, esto parecía Algeciras o la misma Pamplona. Hasta asistentes del callejón dejaban sus sitios oficiales para subirse al tendido a tomarse unas cervecitas. Enhorabuena a la organización, hay que seguir así, no me importaría que la “selecta nevería” incluyera para el año próximo “pescaíto frito”.

En lo taurino, que también lo hubo, destacaron las ganas de los debutantes ante unos novillos de Hermanos Garzón, alguno mansote, otros con poco poder y, en general, difíciles para los novilleros. Álvaro Sanlúcar que con el peor lote mostro gusto y maneras y se llevó una oreja. El público estuvo muy amable y condescendiente con los novilleros, como debe de ser.