Esto del G10 está dando para entretener la invernal espera antes de que comience una temporada definitivamente marcada por los derechos de imagen de los toreros. El llamado G10 lo constituye un grupo de toreros (Cayetano, César Jiménez, El Cid, El Fandi, El Juli, Manzanares Morante, Perera, Ponce y Talavante) que se han unido en defensa de sus intereses y, sobre todo, de su dinero. Cosa que me parece muy lícita. Contrataron con la empresa ASM la comercialización de sus derechos audiovisuales, y blindaron el grupo con fuertes sanciones económicas a aquel torero que se saliera del acuerdo.
Lo primero que hay que decir es que el grupo es heterogéneo. No sólo en la concepción del toreo que tienen (ya me dirán en qué se parecen Morante y El Fandi, pongo por caso), sino en su forma de contratar. Tenemos desde independientes, como Cayetano, Morante, El Juli o Perera a toreros llevado por empresarios (Manzanares, El Fandi o Talavante). La polémica ha venido con las negociaciones por la primera feria televisada, Valencia. El empresario Sr. Casas habló de “condiciones inaguantables” ya que tuvo que pagar (sí o sí) por 10 puestos del G10 si quería contratar a alguno de ellos. Como resultado pagó a ASM por 10 pero sólo contrató 6 puestos, dejando dinero para otras contrataciones menos costosas.
Ante las declaraciones del Sr. Casas, el G10 emitió un comunicado explicativo que hablaba de conceptos tales como: “ejercicio de responsabilidad en el porvenir de la Fiesta”, “presiones empresariales”, “insólitas alianzas”, “pactos corporativos”, “cabezas de turco”, “represalias” o “custodiar la tauromaquia”. Pero por más que lo leo ni encuentro nada referido al Toro y, más preocupante, nada referido a la Afición, que somos los que mantenemos esto.
La empresa ASM tampoco se quedó atrás y mediante otro comunicado respondió a las declaraciones del Sr. Casas. Estos profesionales hablan con conocimiento de causa de “intereses legítimos”, “paquete audiovisual de un máximo”, “contenido Premium”, “paquetes audiovisuales en el ámbito del espectáculo y del deporte”, pero, por supuesto, ni de Toros ni de Aficionados. Y a todo esto, los ganaderos ninguneados. Si quieren ustedes información pueden ver el artículo firmado por Fernando Carrasco en abcdesevilla.es, donde se explica bien lo del “paquete” y lo de cobrar sin torear, o el portal burladero.com.
En lo que más nos afecta, los abonados de Sevilla estamos que no nos llega la camisa al cuello. Una vez perdida la batalla de la modificación del abono nos planteamos cuántos y quiénes del G10 se van a quedar fuera del abono por el coste del “paquete”. De las diversas quinielas que he oído, sólo se salvan Morante, Manzanares, Fandi y El Cid.
Pero ahora se abre otra brecha. Se está planteando la legalidad de las formas de contratación del G10 a la vista de la legislación anticompetencia. Eso de pagar aunque no se toree es difícil de digerir. Yo no soy ningún experto, pero la Ley de Defensa de la Competencia tipifica comportamientos anticompetitivos como el abuso de posiciones dominantes. También la legislación Comunitaria es muy estricta con los acuerdos o pactos que vayan en contra de la competencia ¿Nos podríamos encontrar con estos supuestos? Según los rumores que corren, los empresarios están estudiando esta situación. Lo dicho, un invierno entretenido.