La novillada del día del Corpus registró una buena entrada, por encima de la media plaza. Los novillos, en general nobles y manejables con poca fuerza, los novilleros no los aprovecharon del todo.
Ángel Jiménez es un novillero ecijano, muy bullicioso, y no exento de buenas maneras. Su primer novillo fue muy noble, pero de poca fuerza. Le compuso una faena bien colocado, de toreo correcto, pero sin entusiasmar, y dio una vuelta al ruego. En su segundo salió a por todas. Lo recibió a porta gayola y después le dio dos largas cambiados más en el tercio. El novillo fue quizás el mejor del encierro, pero Jiménez no acabó de cogerle el aire, algo peor colocado en los cites. A la primera entrada a matar pinchó, y como no quería perder la oportunidad, se tiró a matar a la segunda sin muleta, saliendo prendido y parecía que corneado. Con la emoción le dieron una oreja, más a sus ganas que a la calidad.
En contraste, Emilio Silvera tiene otras formas más clásicas. Su primero fue un novillo noble, pero también con pocas fuerzas. El novillero estuvo discreto. El quinto también tuvo calidad. Silvera quizás lo ahogó un poco en la faena y el novillo le duró poco. Mató de una estocada y le concedieron una generosa oreja.
El primero de Alfonso Cadaval fue el más flojo y parado del encierro, y poco pudo hacer el novillero. Con el sexto estuvo bien de capa. El novillo embestía con mucha nobleza, pero con poca transmisión. La faena empezó bien con una serie completa de rodillas en los medios, pero se fue diluyendo poco a poco.
Hoy la banda de música apoyó en lo que pudo a los novilleros. Tocando pronto y en todos los novillos. En resumen, una entretenida novillada.