Desde que Manuel Benítez “El Cordobés” puso de moda lo de “retirarse”, para volver al cabo del tiempo y llevarse un buen dinero, tanto por la retirada como por la reaparición, lo de las retiradas de los toreros hay que ponerlo en cuarentena. “El Cordobés” se retiró varias veces, con todo el contrasentido que pueda haber en este hecho, y, recientemente, hemos visto demasiadas reapariciones como para creer que todas las retiradas que se anuncian son definitivas.
Otra cuestión es cómo se anuncien esas retiradas. Hay matadores que lo anuncian con un año de antelación, para pasase la última temporada haciendo caja, despidiéndose de todas las plazas. Un ejemplo lo tenemos en El Fundi este mismo año. Después de basar su irreprochable carrera matando corridas duras con una dignidad digna de todo elogio, ha preferido hacer caja en esta última temporada, contratándose en muchas plazas, sólo por el hecho de ser “la última”, matando toros de una presentación que nunca había visto y rematando con una peculiar corrida “pinzoniana”. Antes también lo hizo Pepín Liria, que por cierto ha vuelto a anunciarse en un festejo este año. Y ahora, se anuncia la unión de Finito de Córdoba con el empresario y apoderado Simón Casas, para también hacer caja en la temporada de la despedida del torero ¡La que nos espera!
Otras retiradas de este mismo año han sido mucho más discretas en las formas, aunque algunas mucho más sonadas por el protagonistas. A Antonio Barrera no le ha hecho falta despedirse de ningún público. Ha dicho: Señores, queden ustedes con Dios, y, por lo que hemos leído se dedicará a acompañar a Morante en 2013. Aparicio se fue después de un San Isidro impresentable y Pepe Luis toreó un día para despedirse y hacer que nos acordáramos de la naturalidad. Los mediáticos hermanos Rivera Ordóñez han dicho un “hasta luego” de un día para otro, aunque Francisco ha decidido después explicarlo en un programa de televisión de esos de basura y antitoro.
Con independencia de las formas, mostramos nuestro respeto a todos estos matadores, como a todos los profesionales que pisan la arena con el toro vivo, y les deseamos la mejor de las suertes y felicidad para el futuro. Y que si alguno vuelve, esperemos tener salud para ver la “reaparición”.