Comentábamos hoy en el tendido ciertos pros y contras de la cincuentena, en la que hemos entrado ya muchos de los vecinos de abono. Hablábamos de los achaques, de la pérdida de memoria y de otros desagradables efectos. Pero también coincidíamos que entramos en cierto pasotismo, eso que ahora está tan de moda. La verdad es que en esta edad no es que nos atrevamos a hacer cosas que antes no hacíamos, sino que nos dan igual las consecuencias, y un claro ejemplo es este atrevimiento de escribir de toros en Sevilla. Un vecino decía que esta corrida era claramente para cincuentones: mala memoria para olvidarla cuanto antes y pasotismo para aguantarla hasta el final.
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