El pasado domingo, ABC publicó un documentado artículo firmado por los periodistas Z. de la Serna y R. Pérez titulado «Crash ganadero: 2.000 toros sobrantes», que les enlazo. En él se hace recuento del número de festejos hasta agosto de 2009 en comparación con la misma fecha del año anterior, llegando a la conclusión de que el drástico descenso del número de corridas de toros, de rejones y novilladas deja en las dehesas un sobrante de toros imposible de asumir.
A primeros de marzo, en este blog, comentamos cómo podría afectar la crisis a la Fiesta y no nos equivocamos mucho. En dicho artículo, que también les enlazo, decíamos que «La situación económica actual, con el negro futuro que se avecina, va a afectar sin duda ninguna a los toros. Las grandes ferias se van a ir librando este año porque la demanda residual todavía va a aguantar, pero los festejos sueltos y las mini ferias, van a bajar de manera ostensible». Y eso es precisamente lo que concluye el citado artículo. Las grandes ferias se han mantenido y han sido los festejos de los pueblos los que han bajado drásticamente. Las administraciones públicas están «tiesas» y nuestro presidente ZP no sabe ya qué hacer para sacarle el dinero a aquellos a los que aún les queda trabajo. Con esa situación, los ayuntamientos han dejado de «financiar» festejos taurinos y los empresarios no han querido arriesgarse sin el paraguas público.
Creo que hasta final de temporada «la cosa», que está fatal, se va poner peor. Como muestra valga recordar el personal que está acudiendo a las novilladas de la Maestranza este mes, que no llegamos ni al cuarto de entrada. Es de aplaudir el esfuerzo de la empresa de Sevilla pero, con ese resultado no creo que repita la experiencia. Esta negra situación augura que al final de temporada sobrarán 3.000 toros, y eso es un drama para los ganaderos. Podremos discutir si es que la cabaña estaba sobredimensionada, o si había demasiados festejos intrascendentes, pero un toro tarda más de cuatro años es estar listo, y si sobran 3.000 toros en una temporada no quiero ni pensar cuántos, de todas las edades, sobran de verdad en el campo actualmente. Esta claro que el Toro, como otros tantos sectores, va a necesitar de una reconversión, mientras que los señores (y señoras) de la Administración solo quieren controlar y dejarse ver en los callejones, pero aportan pocas ideas para solucionar «la cosa.»