Afortunadamente, este año he podido organizarme mejor el trabajo y estoy viendo muchas corridas, o parte de ellas, de San Isidro por Canal +. No me gusta comentar las corridas vistas por televisión porque la percepción es muy distinta de cuando se ven los toros en la plaza. De cualquier forma, hay que reconocer que Canal + hace unas retransmisiones espectaculares. Podrás estar más o menos de acuerdo con el Sr. Molés, pero la corrida se hace entretenida aunque sea aburrida, como generalmente sucede en Madrid. No sé si el mérito es del productor, del realizador o de otros, o de todos, pero hay que darles la enhorabuena.
Como decía en el titulo, hoy Aparicio ha salvado la vida. Su primer toro, que era un buen toro y lo estaba toreando confiado de muleta, lo tropezó con la pezuña trasera en un pase y lo derribó. En vez de pegarse al suelo o rodar, intentó levantarse y como no pudo intentó hacerse el quite con la muleta que aun tenía en la mano. Pero fue peor, se atrajo al toro y un derrote le metió el pitón por la papada y le sacó un palmo por la boca, y menos mal que lo soltó rápido sin zarandearlo. Las imágenes de Canal + eran espeluznantes. Repetidas cien veces, por cien cámaras distintas, a cámara lenta, con la superlenta y con la normal. Ahí, al final, tienen el parte facultativo. Además de atravesar el maxilar inferior, los dientes y la lengua, rompe el maxilar superior. Si le llega a prender tres dedos más abajo, estaríamos hablando de otra cosa.
Estas imágenes, probablemente, sean unas de las imágenes de la temporada, y con ellas tenemos que recordar que, aunque estemos con el toro artista, y con el torero artista, aquí se juega la vida uno de verdad, y en todos los momentos. Conviene no olvidarlo.
Nuestros más sinceros deseos de recuperación para Julio Aparicio, y nuestro apoyo a su familia y a su entorno.
En otro orden de cosas, hay que decir que la corrida fue muy accidentada. Tres toros devueltos y más de tres horas de festejo, nada extraño en Madrid. He visto a El Cid muy recuperado. Su segundo lo cogió para partirlo en dos. Le tiró dos cornadas, lo tuvo prendido del pitón un rato interminable, le partió las taleguillas por dos sitios, pero salió indemne, con lo pesado que es este torero. Lo que son las cosas. Tuvo merito en los tres toros que mató y cortó una oreja muy merecida en el último. Morante apechugó con el peor lote. No servían. Sólo pudo dejar detalles de su maravilloso toreo con el capote.
Parte médico, firmado por el doctor Máximo García Padrós: «Herida en región submandibular con una trayectoria ascendente que penetra la cavidad bucal, que atraviesa la lengua y alcanza el paladar, con fractura del maxilar superior. Pronóstico muy grave. Trasladado al 12 de Octubre».