Quizás sea la Feria de San Fermín la que con más fama cuenta para los aficionados extranjeros. Santo y seña de la fiesta de toros en España, es visitada por multitud de turistas del toro año tras año. Me alegro.
De lo que llevamos de sanfermines cabe destacar la limpieza de los encierros. Mientras otros años veíamos muchos toros retrasados, corneando los vallados y a los mozos, este año vemos carreras limpias, con toros escopetados y sin tirar una “corná”. Tan sólo dos o tres turistas despistados, de esos que se creen que esto es una especie de rodeo, han sido corneados, diríamos que casi a la fuerza, porque los toros no han tenido más remedio. Por cierto, he notado cierta merma en la calidad de las retransmisiones de RTVE con respecto a años anteriores. Sólo enfocan la cabeza del encierro, cuando la emoción suele estar más bien detrás, con los toros sueltos. No sé si han cambiado de realizador, o es que están siendo menos emocionantes, pero algo pasa.
Con respecto a los festejos sigue llamando la atención la magnífica presentación de los toros. Lo que extraña es que no se vean toros de la misma ganadería, con similares características en otras plazas. Es como si cada camada diera sólo 6 toros para Pamplona y el resto con menos pitones. También he notado un incremento notable de la falta de educación del público de sol. No recuerdo esos lanzamientos masivos de latas y sobras de comidas sin venir a cuento. Sí los había visto en alguna bronca sonora, pero todos los días y por costumbre, no. También extraña que si el toro no cae de forma fulminante por la espada y hay que descabellar, el público de sol pita al diestro, cuando no lo cubre de insultos y desperdicios, y si no que se lo digan a Salvador Cortés, que después de jugarse la vida con uno de Dolores Aguirre y pegarle una estocada, el toro se fue al sol a echarse y levantarse y no dejarse descabellar. Hasta almohadillas le tiraron. Es comprensible que cada vez más toreros no quieran ir a esa plaza.
Por lo que respecta al resultado de los festejos, destacar la predisposición de los novilleros en la previa con los del Parralejo, que se movieron mucho, a Rubén Pinar que perdió la oportunidad de salir de triunfador de la feria ante una interesante corrida de Torrestrella, a David Mora (el que más me ha gustado, hasta ahora) que toreó con verdad y arrojo sus dos toros de Cebada, a Joselillo que puntuó en la de Dolores Aguirre, la decepción de la de Miura, falta de poder, y a César Jiménez y a Iván Fandiño, en la muy noble aunque con poca fuerza corrida de Fuente Ymbro, de imponente presencia. Por cierto que Fandiño recibió a su primero casi a “porta gayola”, con el capote a la espalda y por arriesgadísimas gaoneras. Hay que innovar comentó, tal como están las figuras hay que hacer cosas como estas para arrimarse a ellos. Bien por el torero.