El cartel del ahora lunes de farolillos fue uno de los que más llamó la atención cuando salieron los carteles, pero como era en festivo y puente en Madrid, entendimos que se acartaleran a los mediáticos hermanos Rivera con El Juli. La consecuencia, plaza llena de público deseoso de aplaudir, mucho fotógrafo del papel satinado y mucho “famoseo”.
La corrida, como corrida de toros, ha resultado un fiasco, y los triunfos que van a ustedes a leer han sido demasiados superficiales. “Paquirri”, que decían que se despedía de torero de Sevilla, ha estado vulgar toda la tarde, dando infinidad de pases despegado y sin calidad. Su segundo toro fue el único bueno de la tarde, un toro superior. Con clase y calidad era de triunfo grande, pero a la faena no le pudo dar categoría suficiente ni los solemnes acordes de “Manolete”. Para colmo mató de un feo bajonazo. Aun así, el festivo público pidió una oreja que nuestro presidente, también en modo lunes farolillos, concedió. Si el criterio del público se considera soberano para dar orejas, no me explico por qué no es soberano para devolver toros. El tercer toro era un inválido de primero de veterinaria, el público lo protestó con fuerzas hasta el tercer par de banderillas, pero el presidente, ahora en modo mando yo, no lo devolvió.
Cayetano, que se ha ausentado dos veces por la Puerta del Príncipe durante la lidia, desconocemos los problemas que tendría, ha salido en su último toro a revienta calderas. Arriesgó en un quite con el capote a la espalda a un toro nada claro y empezó la faena de rodillas citando a tres metros de un toro parado. Faena meritoria a un toro que acabó rajado en tablas. Una estocada tendida precedió a otra oreja de lunes de farolillos ¡Incluso pidieron la segunda! Menos mal que el presidente tuvo criterio esta vez, y no la concedió.
Nos podemos imaginar cómo habrá acabado el pundonoroso “Juli”, viendo que los hermanos Rivera le ganan la partida en Sevilla, a él que no se deja ganar la pelea por nadie.
En el ahora sábado de “pescaito” entregamos en la caseta de Los 40 el X premio de la Tertulia al toro más bravo de la feria anterior que, como no podía ser de otra manera, fue para “Cobradiezmos” de Victorino Martín. A pesar de lidiar por la tarde, el ganadero tuvo la amabilidad de venir a recogerlo, agradecerlo con unas sentidas y reivindicativas palabras y quedarse a almorzar y a charlar con nosotros hasta que fuimos tomando el camino de la plaza de toros. También nos acompañó el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, al que gusta entregar este premio y que resaltó las virtudes de la ganadería de Victorino.
Por la tarde asistimos a una corrida de las que crean afición, emocionante de principio a fin. Otras tardes de toros mortecinos que dan más pena que miedo, a las dos horas ya no sabes cómo sentarte ni de qué hablar con los vecinos, y estas deseando que aquello se acabe, El sábado, las tres horas que duró el festejo no pesaron en absoluto y nos las pasamos sin poder quitar la mirada del ruedo, y sólo se fueron algunos que prefirieron dos boquerones fríos en la Feria a un victorino en la plaza de toros vendiendo cara su vida.
Al saltar al ruedo el primer toro, cárdeno con 504 kilos y vareado, levantó los primeros aplausos. No parece que el público esté por el “toro de Sevilla” ni por los mastodontes que estamos viendo últimamente. La presentación y el juego de los victorinos fue variada, desde el primero, estrecho de sienes, al precioso sexto, otro cárdeno más claro y con mucha presencia en la plaza. De juego tuvimos de todo, desde alguno de noble embestida, como el primero de Ureña o el segundo de Escribano, a alimañas como el primero de Escribano. Bravos con más o menos genio, algunos hicieron buena pelea en varas, derivando incluso, y todos vendieron cara sus embestidas y muerte. Unos aplaudidos en el arrastre y otros pitados, pero ninguno dejó indiferente
Antonio Ferrera, al que echamos mucho de menos el año pasado, ha estado inmenso toda la tarde. Con su segundo toro hizo una faena espectacular. Toro bravo y encastado, no le regaló ni un pase y le fue sacando faena a base de valor, de exponerle y de jugársela. Su esfuerzo se vio premiado con una oreja de peso. Paco Ureña también estuvo bien con su primero, al que logró sacar varias tandas de naturales a base de estarse muy quieto y consentirle mucho. Hay que estar sobrado de valor para poder hacer eso y la faena llegó al público. En su segundo también expuso mucho, llevándose una voltereta. Escribano pasó de bailar con la más fea, la alimaña de su primero, a su segundo que regalaba embestidas al ralentí. Pero, a pesar de esto, o quizás por esto, no tenía una faena fácil. El público tomó más partido por el toro y la cosa no pasó a mayores porque tuvo que descabellar.
Ferrera tuvo un emotivo detalle al ofrecer a José Manuel Montoliú compartir con él tercio de banderillas para homenajear a su padre, del que mañana se cumple el XXV aniversario del día que dejó su vida en esta plaza. Menuda papeleta para el hijo, que se tuvo que ir a parear un Victorino que se arrancaba como una bala a galope tendido y en los mismos terrenos del 7 donde cayó su padre y, además, a favor de la querencia del toro, que lo alcanzó en el muslo, afortunadamente sin consecuencias.
En resumen, tres horas de reloj de emoción, donde hasta los japoneses que tuvimos delante acabaron pidiendo las orejas. Dar las gracias al ganadero y a los toreros por semejante espectáculo.
De Manzanares siempre me ha gustado lo bien que elije los terrenos, las distancias y los tiempos. Monta las faenas con una carga escénica que va embelesando al público, y si después les pone como colofón, a modo de broche de oro, un cañonazo rotundo, no es de extrañar que corte orejas. Sus estocadas fueron distintas, pero igual de efectivas. Al primero recibiendo después de un par de cites que el toro no se tragó. Un cañón en todo lo alto y el toro rodado. La segunda entrando desde lejos y como una bala, otra vez en todo lo alto y el toro rodado. Sus dos “juanpedros” fueron nobles y obedientes, el segundo con mucha calidad, este toro parecía tener más dentro de lo que vimos, pero Manzanares parece tener el público de Sevilla abducido y se le entregó sin reservas.
La corrida de Juan Pedro Domecq fue buena en su conjunto, con toros nobles, alguno falto de fuerzas como viene siendo defecto general de casi todas las ganaderías, y dieron más posibilidades a sus matadores de las que quizás vimos, sobre todo los dos últimos. López Simón, está más asentado. Su valor y quietud es indiscutible, pero se empeña en hacerles la misma faena a todos sus toros con independencia de la condición de los mismos. Se pudo dejar ir un triunfo importante por empeñarse en las cercanías, cuando, sobre todo su último toro, parecía pedir otra faena.
Enrique Ponce echó la tarde fuera sin despeinarse. Con el lote más flojo, no pudimos ver al Ponce de Bilbao. En Sevilla tiene mala suerte, qué le vamos a hacer.
Los Toros son, probablemente, el espectáculo en que menos se ha cuidado al cliente que paga. Piensen que en pleno siglo XXI estamos viendo corridas en las mismas condiciones que las veían nuestros antepasados del siglo XIX. En los tendidos de La Maestranza, la misma piedra, el mismo poco espacio, el mismo sol, la misma lluvia. En definitiva, la misma incomodidad. Otros espectáculos has evolucionado con cubiertas, aire acondicionado, sillones y otras comodidades propias de los tiempos modernos. Pero en los Toros somos más tradicionales, queremos las cosas como antaño, incómodas.
De la corrida de Garcigrande poco les voy a poder contar, sólo he visto muchos kilos y poca casta. Un desfile de toros descomunales, que no tenían ni bravura ni casta para mover semejante masa. El cartel más “rematado” de la Feria, se vino abajo por algo previsible, con tantos kilos es difícil moverse. Con tanto paraguas alrededor y evitando los temidos chorreones, no es posible mantener un dialogo serio, pero algo hemos hablado sobre el por qué hemos sacado a los toros de los tipos de sus encastes, por qué los equipos gubernativos echan tanto toro para atrás por “falta de conformación zootécnica”, creo que le dicen, por qué tanto toro falto de casta, por qué tanto toro parado. En resumen, por qué tenemos tantas y tantas tardes en las que pasa tan poco en el ruedo.
Morante y Talavante han pasado desapercibidos y El Juli ha cortado una oreja de farolillos en el único que medio se ha movido, el único que parecía tener una masa corporal normal. Poco, muy poco para el cartel más “rematado” de la Feria.
El miércoles empezó el ciclo continuado de corridas de toros de la Feria de Sevilla, con tres toreros noveles y una ganadería de solera. José Garrido, y los que se presentaban de matadores en Sevilla, Álvaro Lorenzo y Ginés Marín, se enfrentaban al hierro de Torrestrella, que tan buenas corridas ha echados en Sevilla, pero que últimamente no había estado al nivel esperado.
La corrida, bien presentada, con algún toro que se escobilló, ha tenido clase y nobleza, aunque ha carecido, en general de motor. Hemos comentado que si los toreros le hubieran dado más distancia en vez de ahogarlos con las cercanías, igual podríamos haber visto más, sobre todo en los tres primeros. Cuando los toros venían de lejos, con su inercia, y no se paraban, iban largos, pero cuando se paraban ya les costaba mucho volver a arrancarse. Lo cierto es que los tres primeros, parecían que tenían más de lo que los noveles toreros les sacaron.
El cuarto fue el mejor del encierro. Garrido sí lo citó de largo, y le cuajó una buena faena. Toro encastado y noble, que fue muy ovacionado en el arrastre. Garrido cortó una oreja. A Lorenzo se le ha notado algo verde y Ginés Marín se ha quedado muy quieto en el último, el de menos clase de la tarde, pero no obtuvo recompensa.
La primera decepción de este domingo ha sido la pobre entrada en La Maestranza. Este debe ser el abono de este año y poco más. Muy parecido al del año anterior. No remontamos.
La segunda decepción el juego de la corrida de Fuente Ymbro. Esperada por los aficionados por su movilidad y transmisión, no han tenido ni una cosa ni la otra. Ni un pero a la presentación, pero descastada, parada, queriéndose rajar y con las caras altas. Nada de la movilidad y bravura de antaño.
Los matadores han hecho lo que han podido con su mayor voluntad. Urdiales con su toreo clásico, bien colocado y citando en el sitio, pero sin respuesta de sus dos toros que acabaron rajados.
A El Cid lo hemos visto mucho más dispuesto y preparado que en las últimas temporadas. Se le ve más delgado y se ha vuelto a reencontrar son el público en su segundo, el único que medio nos ha recordado al toro de Fuente Ymbro. Difícil por la derecha, le ha tragado por el izquierdo y sin llegar a ser una faena redonda, ha puesto las bases del toreo natural al que nos tenía acostumbrado. Mató bien y se llevó una merecida oreja.
Adame ha toreado mucho más reposado de lo que le recordábamos de anteriores comparecencias. Sin estridencias, toreó a su primero lo que se dejó y mató muy bien. Le dieron la oreja supongo que por la estocada.
Muy bien pareando Fernando Sánchez y muy mal las cuadrillas queriendo matar al toro cuando lo había matado el que lo tenía que matar, el matador. Si éste da la orden de quietos, nadie debe moverse. Queda muy feo que el torero persiga a sus subalternos para que no den vueltas al toro con una gran estocada. Me he acordado de “Paquirri”, cuyos banderilleros veían, las más de las veces, al toro caer rodado desde la tronera del burladero del que no salían sin la aquiescencia de su matador.
Voy a escribir algo de la corrida del Domingo de Resurrección por disciplina no porque tenga nada que decir, ya que nada pasó.
Para el aficionado sevillano el Domingo de Resurrección es el día más importante de la temporada. El día que estrenamos plaza e ilusiones, que saludamos a los amigos y vecinos que no vemos desde el anterior septiembre, y que nos felicitamos de seguir teniendo salud, dinero y afición para volver a los toros. Pero la corrida de Núñez del Cuvillo acabó con todas las ilusiones. Descastada, sin poder, sin alma, sin emoción y aburrida. Eso sí noble y obediente, por eso la piden las figuras. Llama la atención que esta ganadería que el año pasado lidió 12 toros seguidos, de los que sirvieron 11, este año de los seis, nada de nada. Desde el manso y descastado primero, hasta el descompuesto sexto, pasó muy poco.
A Morante lo hemos visto muy centrado, intentando lidiar a sus dos toros y enseñándoles el camino. Una media inconmensurable quedó para el recuerdo. Creo que a poco que le ayuden los toros está dispuesto. Manzanares lidió el único medio potable con su estilo despegado, en diagonal y estético, pero no cuajó. Roca necesita un toro con motor para demostrar su toreo, pero no movió los pies del sitio que elegía en toda la tarde. Aquí me pongo y aquí te lo doy, sea como fuere.
La única buena noticia el lleno de no hay billetes.
Una vez dados a conocer las combinaciones de toros y toreros del abono de la Temporada en la Plaza de toros de Sevilla, ya tendremos tiempo para comentarlos con tranquilidad. Pero todos los años nos entretenemos un rato en comparar los precios de los abonos con respecto al año anterior, para poner números y porcentajes a las palabras de la Empresa en su presentación.
Desde que empezó la crisis la bajada del abono ha sido dramática. No se dan a conocer los números oficiales, pero los oficiosos dicen que se ha pasado de más de 7.000 a menos de 2.000. Se tocó fondo con el boicot del G5, y el año pasado, con la vuelta de todas las figuras no se remontó. Hemos mantenido que hasta que no se hiciera un abono rompedor éste no se iba a recuperar, porque el abonado no tenía ningún privilegio, bueno sí, teníamos que en abono se incluía el derecho a asistir a las novilladas sin caballos de julio.
El antiguo abonado que se fue con la crisis y el G5, se ha acostumbrado a sacar las entradas sueltas de los festejos que le interesa y, como están disponibles, pues se ahorra el coste de todos los festejos que no le interesan o que no puede asistir. Esto, unido a la falta de alicientes para abonarse, hizo que el abono no se recuperara el año pasado a pesar de incluir a todas las figuras. El abono de este año es muy similar en toros, toreros y estructura al de año pasado, con una corrida de toros menos, una corrida de rejones menos y una novillada más. En total un festejo menos. La Empresa, sabedora de esto ha intentado dar un aliciente con el precio, anunciando que el abono es un 10% inferior al precio oficial del sumatorio de las entradas en taquilla. Bienvenido sea este aliciente. Pero por el contrario, nos ha dado la de arena quitándonos el derecho a asistir a las novilladas sin caballos de julio. Supongo que habiendo visto que son un éxito quiere sacarles dinero en vez de seguir fomentándolas. Nos parece mala medida.
Pero a lo que vamos, los precios. Este año también tenemos la novedad, ya anunciada, de la lógica discriminación de precios por tendidos y por filas. En los tendidos de la parte general: Sol y Sombra, se han hecho cuatro grupos. En Sombra: 1, 2 y 3 por un lado y 4, 5 y 7 por otro. En Sol: 8 y 11A por un lado y 11B, 10 y 12 por otro. Además se ha encarecido mucho la primera fila de tendido y diferenciado los precios de las filas 2 a 7 de las filas 8 a 14. Si comparamos los precios de abono 2016 ya normalizados, esto es modificando su precio por el festejo menos de 2017 y sus diferentes clases, y para las localidades más numerosas de Sol y Sombra, tendríamos el siguiente cuadro comparativo:
Normalizado
Diferencia
2016
2017
Euros
%
Tendidos de Sombra:
T. 1, 2 y 3
Filas 2 a 7
1.679 €
1.775 €
96 €
5,7%
T. 1, 2 y 3
Filas 8 a 14
1.679 €
1.736 €
57 €
3,4%
T. 4, 5 y 7
Filas 2 a 7
1.679 €
1.736 €
57 €
3,4%
T. 4, 5 y 7
Filas 8 a 14
1.679 €
1.697 €
18 €
1,1%
Sombra alta:
T. 1, 2 y 3
1.371 €
1.424 €
53 €
3,9%
T. 4, 5 y 7
1.371 €
1.236 €
-135 €
-9,8%
Tendidos de Sol:
T. 8 y 11A
Filas 2 a 7
673 €
743 €
70 €
10,4%
T. 8 y 11A
Filas 8 a 14
673 €
704 €
31 €
4,6%
T. 11B, 10 y 12
Filas 2 a 7
673 €
704 €
31 €
4,6%
T. 11B, 10 y 12
Filas 8 a 14
673 €
626 €
-47 €
-7,0%
Sol alto:
T. 8 y 11A
517 €
578 €
61 €
11,8%
T. 11B, 10 y 12
517 €
484 €
-33 €
-6,4%
Si estos números no están mal echados, puede apreciarse que, a pesar de ese anunciado descuento del 10% sobre los precios de taquilla, los abonos suben en todos los casos, excepto en determinadas localidades de los tendidos y gradas discriminados. Yo he tenido mala suerte, los nuestros no bajan. Además, en estos números no se han incluido los precios de las novilladas sin caballos que antes nos regalaba la Empresa, si no serían más feos. Si el aliciente de la bajada del 10% sobre taquilla se ha visto superada por el incremento de precios unitarios, mucho me temo que no existan alicientes suficientes para que abonado vuelva, ojalá me equivoque.
AMPLIACIÓN
Publicados los precios de las entradas sueltas, ampliamos el análisis, comparando con los precios del año pasado y calculando el ahorro de abonado. En el siguiente cuadro, manteniendo el esquema de las localidades más numerosas, incluimos en la 1ª columna los precios de las entradas de las corridas de 2016 y en la 2ª los de 2017. La 3ª columna informa de la diferencia porcentual de precios de un año con respecto al anterior, una vez discriminados tendidos y filas. La 4ª columna muestra el ahorro porcentual anunciado por la Empresa para el abonado sobre los precios de taquilla.
Corridas
Diferencia
Ahorro
2016
2017
%
Abonado
Tendidos de Sombra:
T. 1, 2 y 3
Filas 2 a 7
89 €
102 €
14,6%
8,8%
T. 1, 2 y 3
Filas 8 a 14
89 €
100 €
12,4%
9,0%
T. 4, 5 y 7
Filas 2 a 7
89 €
100 €
12,4%
9,0%
T. 4, 5 y 7
Filas 8 a 14
89 €
98 €
10,1%
9,2%
Sombra alta:
T. 1, 2 y 3
73 €
83 €
13,7%
9,5%
T. 4, 5 y 7
73 €
65 €
-11,0%
0,0%
Tendidos de Sol:
T. 8 y 11A
Filas 2 a 7
36 €
43 €
19,4%
9,5%
T. 8 y 11A
Filas 8 a 14
36 €
41 €
13,9%
10,0%
T. 11B, 10 y 12
Filas 2 a 7
36 €
41 €
13,9%
10,0%
T. 11B, 10 y 12
Filas 8 a 14
36 €
36 €
0,0%
8,1%
Sol alto:
T. 8 y 11A
27 €
33 €
22,2%
9,7%
T. 11B, 10 y 12
27 €
27 €
0,0%
7,5%
Se constata que la subida de precios se come y supera el descuento por abonarse. El abono también sube de precio.
OTRA AMPLIACIÓN
Como ha habido cierta controversia con la información anterior y la información dada por la Empresa en la presentación, me dicen que no he incluido la comparativa general de variación de los abonos. No lo había hecho porque los consideraba no comparables. El abono 2016 incluía 16 corridas de toros, 2 de rejones y 6 novilladas y el de 2017, 15, 1 y 7, respectivamente. En total 24 festejos en 2016 y 23 en 2017. Con esta prevención, a continuación se comparan los precios de los abonos.
Ayer se presentó el tradicional cartel del abono de Sevilla para la temporada 2017, de forma que tendremos que responder con nuestro tradicional artículo sobre el mismo.
Los carteles que encarga La Maestranza de Caballería de Sevilla, tienen una cosa buena. No dejan indiferencia a nadie. A veces nos ponen de acuerdo en lo malo a casi todos. Recuerdo el “toro del fotochó” o el pastiche del corta-pega de El Cid, pero lo normal es que haya defensores y detractores del mismo. El de este año lo ha pintado Carlos Franco, y en su presentación explicó varias cosas. La más llamativa es que el ojo ese que si se fijan, verán ustedes a la izquierda de la Puerta del Príncipe, simboliza el verso “a Sevilla a ver los toros” del poema “Prendimiento de Antoñito el Camborio camino de Sevilla” del Romancero Gitano de Federico García Lorca, como muy bien explica la periodista Lorena Limón en la edición impresa de ABC de Sevilla. Y esto, dice el autor que es un giño a Ignacio Sánchez Mejías y a Lorca ¡Cuántas cosas en un solo ojo! Sólo por esto ya nos tendría que gustar el cuadro.
Además, como pueden ver en la otra foto, el cartel está inspirado en la olvidada suerte del galleo del bú ejecutada por Joselito El Gallo. Y sólo por ser un cuadro inspirado en Gallito también nos tendría que gustar. De forma que el cuadro nos gusta por estos motivos y porque nos gusta sin más. Me parece que para su cometido es un magnífico cartel, reconociendo que de pintura sé menos que de toros, donde me quedé en el dibujo en dos dimensiones, por lo que encuentro de mucho mérito cualquier pintura. Desde que se presentó, este cuadro ha creado la lógica polémica en las redes sociales, reconociendo que los detractores son más numerosos que los defensores, que también los hay, y bastantes.
En lo que todos estamos de acuerdo es que el Salón de Carteles de La Maestranza contiene una soberbia colección de pintura taurina y cuando lo contemplamos, unos cuadros acompañados de otros, nos acaban gustando hasta los que en su día denostamos y que cuentan con sus consabidos motes. Siendo el museo de La Maestranza el segundo más visitado de Sevilla, desconocemos por qué el citado Salón no está incluido en la visita. Creo que ganaría en categoría tanto la visita como el salón.
Como ustedes conocen, la empresa Pagés, que regenta la Plaza de Toros de la Real Maestranza de Sevilla, tiene el detalle de felicitar las Pascuas y desear un buen año a sus abonados con una participación que incluye un DVD con el resumen de lo mejor de la emporada que termina. Cosa que le agradecemos a la vez que devolvemos nuestros deseos de un buen año 2017 para todos.
Esta felicitación solía incluir la información de las ganaderías que se habían contratado para el abono siguiente, para que el abonado supiera el ganado que se iba a lidiar, y se fuera haciendo una componenda de los carteles. Este año, la información de las ganaderías no viene. Sólo se nos informa que después del Domingo de Resurrección, 16 de abril, seguirá el ciclo continuado de miércoles 26 de abril a domingo 7 de mayo.
Que no se informe de las ganaderías, supongo que será señal de que aún no están todas contratadas. Vamos con retraso. De lo que publican los medios, se dice que va a haber tres dobletes, Núñez del Cuvillo en Domingo de Resurrección y Feria, y Garcigrande y Matilla. Que de 16 corridas de toros pudiera haber tres bises me parece una mala noticia para el aficionado, al que privan de ver más ganaderías, y una muy mala noticia para los ganaderos que tenían esperanzas de venir, a los que quitan de tres oportunidades para ello.
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