Lo que más vamos a recordar de este abono es lo bien lo que lo hemos pasado escribiendo estas colaboraciones. Para mi ha sido un honor inmerecido compartir páginas taurinas con figuras consagradas de la prensa escrita. Yo si que no debía de haber sido incluido en el cartel de los colaboradores de ABC. Pero ya puestos, hemos intentado defender con dignidad la opinión de unos pocos abonados, sin vinculación profesional ni con el toro ni con la prensa.
Categoría: Abono Sevilla 2008
De niño acompañé a muchísimos encierros a mi padre entonces veedor de toros de la casa Chopera. Los de miura eran los más entretenidos. Había que estar en la finca antes del amanecer, el encierro tenia que empezar con las primeras claras del día porque nunca se sabía cuánto iba a durar. Sólo entrar en la finca, noche cerrada, y oír sin ver a los toros, hacía que se me quitasen las ganas de ser torero. El viejo encerradero, en parte de madera, se cimbreaba peligrosamente cada vez que un toro embestía con fuerza contra algo. Siempre había alguien que decía “tor mundo mu quieto, no pasa ná,” y se supone que nos debíamos de tranquilizar. Si algún animal rompía una puerta de un empellón, cosa bastante frecuente, allá que iban los vaqueros a por él, volviendo después de dos horas; en la espera se charlaba de toros. Ya entonces me di cuenta de que esos animales eran diferentes. Recuerdo la figura del ganadero D. Eduardo Miura, siempre majestuoso, dirigiendo la faena, sin un mal gesto. Un señor.
Ayer teníamos la corrida más mediática del abono. Dos de los toreros de ese cartel hacen anuncios en televisión cocinando en su casa, como si fueran personas corrientes en vez de héroes. Esto y el sábado de farolillos trajeron a la Maestranza público festivo y poco habitual de los tendidos. La grada de “convite”, esa que está encima de mi tendido 2, también alojó personajes poco habituales.
Un toro por favor
Qué pocos toros bravos han salido en lo que va de abono. La corrida de hoy no la vamos a olvidar en un tiempo pero por lo mala que ha sido. Han salido seis toros de Juan Pedro Domecq sin fuerza ninguna, vacíos y claudicando constantemente. Por el tendido se han acabado los calificativos, el más suave ha sido el de podridos, los demás se los pueden ir imaginando. Tres han sido sustituidos por toros de tres ganaderías que tampoco los han mejorado mucho, no crean. Otro rotundo fracaso ganadero.
Tres días sin toro
Igual que dicen que en la Maestranza caben 12.538 espectadores, pero ni uno más, también podemos decir que aguantamos tres días sin toros, pero ni uno más, mañana se da fijo. En los dos días precedentes se había suspendido la corrida en el sorteo matinal y la empresa lo había publicado en su Web, evitándonos los paseos y la espera bajo la lluvia., Visto lo visto, dicen que la habrían podido suspender esta mañana. Hoy día se sabe de antemano las predicciones meteorológicas y estábamos en alerta de algún color por viento y agua. Irónicamente, desde que se suspendió la corrida no volvió a llover.
Charlas bajo el agua
La corrida de “Puerto y Ventana de San Lorenzo”, tiene miga el nombrecito, yo prefiero los nombres clásicos, se suspendió a la hora del sorteo matinal y la empresa tuvo la deferencia de publicarlo en su página Web, por lo que nos ahorramos el camino a la plaza, las deliberaciones bajo el agua y el paseo de vuelta. Así que charlamos en la caseta, con personal distinto al de mi tendido 2, pero igualmente amantes de la Fiesta. Como además no nos podíamos mover de ella por este agua que se nos ha venido encima, la conversación dio para un número de medias botellas, digamos que equilibrado temporalmente.
La que se nos viene encima
Ayer, invitado por mi buen amigo Miguel Valdivia, almorcé en Real de la Feria, en la caseta de la Tertulia los 40, donde entregaban un premio al toro “Borgoñés” de la ganadería de Victorino Martín con el que el Cid estuvo cumbre en la Feria del pasado año. Me encanta esto de que den tantos premios taurinos, y esta tertulia de tanta solera, los ha instaurado este año, bienvenido sea. A partir de hoy la plaza de la Maestranza se transforma un poco, no mucho no crean. Con independencia de los visitantes, que se mimetizan con el público de Sevilla bastante bien, los que nos transformamos somos algunos de los sevillanos. Las cervecitas, manzanillitas y rebujitos nos ponen contentitos. Los diminutivos siempre los utilizamos para quitarle importancia al número de veces que hemos vaciado los vasos y a sus efectos.
Fracaso ganadero
Ayer almorzó en casa mi cuñado Eugenio Arévalo, cirujano jefe de la plaza de toros de Córdoba y nos contaba la intervención quirúrgica del torero Sergio Sanz, herido el día anterior. Siempre es bueno recordar estas cosas para guardar el respeto debido a todos los que pisan la arena con el toro vivo. Él es fiel seguidor de Finito, y venía a verlo. Al despedirnos le deseé suerte para su paisano y él a mí para esta colaboración, así que espero estar a la altura. Finito venia elegantemente vestido, según una vecina de abono que siempre se fija en esos detalles Esta vez estuvo más animoso, intentó torear a la verónica de salida y llevarse al toro para afuera, algo que todavía no hemos visto en todo lo que va de abono. Dicen en mi tendido que antes, la mayoría de los toros, se recibían a la verónica de salida y ahora casi ninguno. También intentó faena en su segundo.
Buen principio y mejor final
{mosimage}Ayer al llegar a la plaza, nos sorprendieron con unas nuevas almohadillas de la Cruz Roja, de diseño modernito, mucho amarillo y poco rojo, que sustituían a las antiguas y sufridas azules. No les auguro ni la mitad de tiempo que a las anteriores, son pegajosas y en ese color claro se ve demasiado la suciedad. La Corrida del Ventorrilo no ha estado bien presentada. El primero era el toro de Osborne, el de la carretera, 610 kilos, demasiado gordo para embestir y el último su hermano menor, rozando los 500. Los de en medio de todos los pesos. El Juli le sacó el poco partido que tenía al parado y gigantón primero; le recetó una estocada, más espectacular que ortodoxa, cortando la primera oreja. Este torero siempre se justifica, aunque el ganado no le acompañe está habitualmente por encima de los toros.
La estética
¡Ya somos viernes! Con esta alegre frase nos saludaba un antiguo jefe americano en la multinacional en la que estuve trabajando varios años. Ayer para celebrarlo, unos cuantos vecinos del abono nos hemos venido a la Cervecería Internacional a comentar la corrida por si se nos ocurría algo que contar, porque ésta ha resultado tediosa. Allí entre cervezas, cada uno a su gusto, y tapitas de ensaladilla, en eso el gusto de todos ha coincidido, hemos hablado de la estética de los toreros de la terna de ayer.