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José Gómez Ortega, una versión familiar

La versión familiar que tenemos de José Gómez Ortega viene aportada, fundamentalmente, por mi prima María Dolores Sánchez-Mejías, nieta por línea paterna de Ignacio Sánchez Mejías. Como es sabido Ignacio estaba casado con la hermana de José, Dolores, la abuela Mami para toda la familia. María Dolores vivió toda su vida con la abuela Mami, que afortunadamente fue muy longeva, y con su genial hermano Rafael El Gallo. Ella es la fuente en la que confiamos para escribir estas palabras acerca de José.

Los Ortega fueron una familia numerosa, no de seis, sino de siete hermanos. Los tres menores eran Rita, Dolores y José. Desgraciadamente Rita murió con año y medio, quedando descolgados y más unidos los dos últimos. Está unión se expresó de distinta forma en vida de José, por ejemplo, la debilidad por su primer sobrino José Ignacio, y a su muerte José la dejó mejorada en la herencia respecto de sus hermanos. Mami la única foto que tuvo siempre sobre su mesilla de noche fue la de su hermano, ni la de su marido ni la de sus hijos.

La familia Ortega fue más pobre de lo que se ha escrito. A la muerte del padre, volvieron a mudarse a Sevilla desde Gelves, y tuvieron que vivir tan estrechamente que llegaron a dormir los seis hermanos en el mismo colchón. Ya con Rafael El Gallo toreando y, sobre todo, con la irrupción de Joselito, que empezó a ganar dinero desde muy joven, las cosas cambiaron. José tuvo siempre debilidad por la familia, siempre cuidó de todos los hermanos y tenía adoración por su madre. En la casa compartida de Sevilla, la administración se la iban turnando Rafael y José. Contaba Mami que durante el mes del genial Rafael todo era improvisación, mientras que en el mes de José, todo era orden, con las alacenas bien surtidas y las comidas a sus horas.

Lo que sí nos ha llamado la atención a la familia, es la insistente argumentación pública sobre la taciturna forma de ser de José, y su estado de frustración que algunos incluso tildan de depresivo. Para nosotros todas estas afirmaciones no tienen base real, no están contrastadas y carecen de sentido. La abuela Mami y el tío Rafael comentaban todo lo contrario. Además de lo inteligente que fue dentro y fuera de los ruedos, decían cosas de José que bien pudieran desmentir la idea que se tiene de él de que era un torero casi asceta, dedicado exclusivamente al toro. José era una persona divertida, le encantaban los deportes y la caza, y también tenía debilidad por las mujeres, frecuentando fiestas y saraos. De las crónicas y escritos de su estancia en El Perú en su último año, podemos leer las fiestas y eventos a los asistió, siempre risueño. Mami lo recordaba alegre y jovial. Los supuestos problemas de sus últimos tiempos, como los derivados de la Plaza de Toros Monumental de Sevilla, estaban resueltos (el desgraciado día de su muerte se estaba celebrando una novillada en La Monumental). También se había resuelto lo de su noviazgo con Guadalupe de Pablo Romero, habiéndose acordado el enlace con una serie de duras condiciones. Algunas entrevistas al propio José y algún escrito de Muñoz y Pabón, así parecen indicarlo. No tenía motivos para esas tristezas que leemos por ahí.

Su hermana decía que la única vez que lo vio realmente triste fue cuando la enfermedad y la muerte de su madre. Pero ¿Quién no ha estado triste por la muerte de una madre? Por lo que contaba Mami, al que le afectó muchísimo la muerte de José, fue su marido Ignacio. Siendo como era la personalidad de Ignacio que se enfrentó a todo y a todos, tardaron mucho, y con mucho esfuerzo, en sacarlo de la tristeza por la muerte de su cuñado, maestro y amigo José, que tuvo que presenciar en el ruedo como compañero de cartel.

También afirmamos que es impensable que José no se hablara con su hermano Rafael, como hemos leído en más de una ocasión. Rafael siempre se llevó bien con José y hablaba maravillas de su hermano. Nunca se le oyó decir nada malo de él, nunca, sino todo lo contrario. Una cosa es que José no quisiera torear con él después de organizarle las corridas de despedida, no fueran a pensar que se había querido aprovechar del público, porque tenía mucho amor propio José, y otra muy diferente que no se hablaran. La familia Ortega, además de estar muy unida, se querían muchísimo entre ellos.

En el terreno religioso, José fue muy creyente y practicante, sintiendo especial devoción por la Esperanza Macarena, Fue miembro de su Junta de Gobierno y salió muchos años acompañándola en la “madrugá”. Hace poco, la hermandad recibió la donación de su túnica y zapatillas por parte de los nietos de Ignacio Sánchez Mejías por línea materna, Recasens Sánchez-Mejías, uno de los cuales había procesionado con la misma en años anteriores. La revolución estética de esta hermandad, y por ende, la de toda la Semana Santa sevillana, es en parte debida a Joselito El Gallo, que financió con generosidad todas las geniales ideas que surgían del diseñador Juan Manuel Rodríguez Ojeda. José regaló a su Esperanza esas cinco mariquillas de cristal de roca verde, que son el símbolo de esta universal imagen y que la diferencian de cualquier otra por muy de lejos que la veamos.

Este año 2020, que se cumple el centenario de la muerte de José, la Hermandad, que vistió de riguroso luto a su Esperanza para sus funerales, va a saldar una deuda que Sevilla tenía con Gallito, un torero imperdonablemente olvidado por los sevillanos, y erigirá un precioso monumento junto a la Basílica. Por ello que le damos las gracias de todo corazón por esta iniciativa.

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Joselito, 100 años de gloria

Esta mañana se han presentado en la Casa Hermandad de La Macarena los actos organizados por la Hermandad y por la Cátedra Ignacio Sánchez Mejías de la Universidad de Sevilla, para conmemorar el centenario de la muerte de Joselito el Gallo, con su correspondiente cartel y su logotipo.

El Hermano Mayor de La Macarena, D. José Antonio Fernández Cabrero, indicó que son un acto de justicia de la Hermandad con José, que la estética actual de Macarena no se entendería sin la participación de Rodríguez Ojeda y de José, que, además fue miembro de la junta de gobierno durante varios años, y uno de los mayores benefactores de la misma. También animó a los hermanos y a toda la ciudadanía de Sevilla a participar en los actos.

El director de la Cátedra Ignacio Sánchez Mejías, D. Juan Carlos Gil, presento el cartel, el logo y los actos. El cartel es un cuadro de Tico de la Rosa, que encarna el espíritu rompedor y vanguardista de Joselito El Gallo, que quiere expresar la revolución que introdujo Gallito en el mundo del toro.

El logotipo está diseñado por Ignacio Sabater, e incluye un gallo con una muleta y un estoque a sus pies. Un símbolo que aparece en la pluma de Muñoz y Pavón que luce La Esperanza en su fajín cuando procesión las “madrugás” por Sevilla.

Los actos conmemorativos tienen tres patas. La primera es exposición que se celebrará del 16 de abril al 31 de mayo, en la Sala de Exposición Consorcio de Turismo de Sevilla, en los bajos del Paseo Marqués del Contadero, que contará con piezas, objetos personales, documentos, pinturas, esculturas, carteles, fotografías, recortes de prensa, videos, etc. Tratarán de divulgar no sólo la influencia de Gallito en el toreo sino su aportación fuera del ruedo.

La segunda pata son las actividades culturales, que constan de varias mesas redondas, conciertos, misa, y otros actos. Las mesas redondas tratan de diversos aspectos vinculados con la vida de José, y tienen la particularidad de que se celebrarán en lugares diferentes:

  • 12 de marzo. Las devociones de José: La Macarena. En la casa Hermandad de la Macarena. José Antonio Fernández Cabrero, Enrique Henares y Andrés Luque Teruel, modera Álvaro R. del Moral.
  • 7 de mayo. Joselito el y Toro. En el Hotel Gran Meliá Colón. Casa Miura, Carlos Urquijo y Luis Rufino, modera Álvaro Acevedo.
  • 16 de mayo. Misa por Joselito y concierto homenaje al Rey de los Toreros. En la Basílica de la Macarena. El concierto es de la banda municipal y se estrenará una marcha procesional compuesta por Abel Moreno.
  • 4 de junio. Joselito y el flamenco. En la Fundación Caja Rural del Sur. Alberto García Reyes, Manuel Martín Martín, con la participación de dos cantaores.
  • 24 de septiembre. Joselito y las vanguardias: Cine y Arquitectura. Agustín Díaz Yanes, José Morente y Fidel Carrasco. Modera Emilio Trigo.
  • 15 de octubre. Joselito como fuente de inspiración literaria. En el Paraninfo de la Universidad de Sevilla. Carlos Marzal, Eva Díaz-Pérez, Felipe Benítez Reyes y Paco Robles. Modera Juan Carlos Gil.
  • 29 de octubre. Joselito inspirador del toreo moderno. En el Salón de Carteles de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Rafael Chicuelo, Luis Francisco Esplá, Eduardo Dávila Miura y “El Juli”. Modera Paco Aguado

Y para poner el broche de oro a los actos, el 24 de noviembre será la inauguración del monumento a Joselito el Gallo, en la Plaza de la Esperanza Macarena, delante de la Basílica.

Todos los actos empezarán a las 20:30, excepto, el del 12 de marzo los del 16 de mayo, que lo harán a las 21 horas.

Yo también animo a toda la ciudadanía a participar en este homenaje a Joselito El Gallo. La figura de José se lo merece.

Álvaro R. del Moral, Juan Carlos Gil, José Antonio Fernández Cabrero, Ricardo Sánchez y servidor
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Abono Sevilla 2020

Los precios del abono 2020

Me han vuelto a pedir una comparativa de los precios del abono de Sevilla de los últimos años, y como no me cuesta ningún trabajo, ahí van los datos, para los asientos más numerosos de la plaza, tendidos y gradas (ahora llamadas sombra alta y sol alto).

Para los no iniciados, los tendidos del 1 al 7 son sombra, 6 y 9 son de sol y sombra, y 8, 10 y 11 son de sol. El precio del tendido es el precio medio ponderado del mismo, ya que es distinto en fila 1, filas 2 a 7 y filas 8 a 14.

Se incluyen los precios y la comparativa de los abonos 2018, 2019 y 2020, que son comparables, ya que el IVA cambió en 2017, y en los tres años analizados se incluyen 15 corridas de toros, 1 corrida de rejones y 7 novilladas con picadores, aunque en el de 2019 una de las corridas fue mixta.

Estos son los datos:

    Variación en %
Tendido2018201920202019-20182010-2019
 1 – 2 – 3     
Grada1.3961.5651.60412,1%2,5%
Tendido1.7221.9211.96011,6%2,0%
 4 – 5 – 6    
Grada1.2121.2301.2531,5%1,9%
Tendido1.6831.8811.92011,8%2,1%
 6 -9     
Grada1.0211.1361.15911,3%2,0%
Tendido1.4871.6641.70311,9%2,3%
8 – 11A    
Grada56663765312,5%2,5%
Tendido71083284817,2%1,9%
10 – 11B – 12     
Grada4765205359,2%2,9%
Tendido65475477015,4%2,1%

Al no tener ninguna ventaja los abonos sobre los precios en taquilla, entiendo que las entradas sueltas variarán en la misma proporción.

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Morante sigue completando el despacho de Joselito “El Gallo”

De todos es sabida la admiración que “Morante de la Puebla” siente por “Gallito”, del que ha desempolvado suertes que no creíamos que fuéramos a ver nunca, como El Galleo del Bú, que hizo en la mismísima Maestranza de Sevilla (sólo por esto ya le estamos eternamente agradecidos), o más recientemente el cambio de rodillas con el capote cogido por la esclavina, que recientemente hizo en América.

Morante, cuando tuvo ocasión, se hizo con parte del despacho de Joselito “El Gallo”, que cuida en su casa de La Puebla del Río. Hace algo más de tres años tuve la suerte de compartir con ustedes, cómo su amigo, el aficionado Juan López, le regalaba el biombo del despacho de Joselito, una de las pocas cosas que quedaban aún disponibles después de la muerte de mi tía Piruja Sánchez-Mejías. Les dejo enlazado el artículo que escribí para la ocasión.

Otro de los objetos propiedad original de “Gallito”, era un brasero de salón, del mismo lote que el biombo, y que se quedó el hijo de Juan López, mi amigo Aurelio, también gran admirador de la figura de Joselito “El Gallo”. Desgraciadamente, Juan falleció hace dos años, pero siempre le dijo al hijo que quien debía de tener el histórico brasero era Morante. El sábado, aprovechando las fiestas de San Sebastián y los actos taurinos que organiza el torero en su pueblo, Aurelio quiso darle la sorpresa y le regaló el precioso brasero que perteneció a Joselito “El Gallo”.

Tuve la suerte de estar presente y explicar cómo veía este brasero en Pino Montano, mientras Aurelio le contaba al maestro la génesis de este regalo y el recuerdo de su padre, que de admirador se convirtió en amigo de Morante, tanto que hay una foto juntos en su casa de La Puebla. El brasero, restaurado por Aurelio, ha quedado de maravilla, con sus adornos de cobre, que espero que Morante disfrute como merece.

Mención aparte merecen los actos taurinos organizados por Morante en La Puebla. Es de aplaudir la dedicación y el mimo con que todo está preparado y la magnífica organización y colaboración de todas las personas las entidades. El encierro y la novillada sin caballos, un completo éxito. Y la repercusión turística de todos los actos va a más cada año. Mis felicitaciones a todos los implicados.

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Joselito El Gallo, un genio dentro y fuera de los ruedos

Me pidieron un articulo sobre Joselito El Gallo para la Agenda Taurina 2020. Una vez editada, esto es lo que escribí:

Joselito El Gallo, un genio dentro y fuera de los ruedos

La vida de Joselito El Gallo fue sólo el Toro. Si hacemos un balance de su entorno familiar cercano, conoceremos que su padre fue torero, sus dos hermanos toreros. Fernando, que pasa por ser el ideólogo de las suertes y quites de José. El genial Rafael, al que recuerdo de niño sentado en el sillón de su dormitorio de la casa familiar de la calle O´Donnell de Sevilla, siempre impecablemente vestido y con su sombrero de ala ancha fuese la hora que fuese, y del que en casa se contaban infinidad de anécdotas de sus peculiaridades. Pero que es que sus tres hermanas se casaron con toreros: Gabriela con El Cuco, Trinidad con Manuel Martín Vázquez y Dolores con Ignacio Sánchez Mejías. Con este entorno ya se pueden imaginar cual era el universo familiar de José.

Por lo que sabemos, su madre, la “Señá” Gabriela, ejercía de matriarca desde la prematura desaparición de la figura paterna, pero el protector de la familia fue José, que desde muy pequeño empezó a ganar dinero y a sacar a toda la familia de sus necesidades. Sirva de ejemplo que el Cortijo Pino Montano, fue adquirido originalmente por su hermano Rafael, pero debido a su pródiga manera de administrar, lo perdió, recuperándolo para todos, José. En la escritura de compra, figura como tutora la “Señá” Gabriela que lo adquiere en nombre de su hijo José, aun menor de edad para estos negocios.

Fuera de la familia, la vida de José también fue sólo el Toro. He escuchado al profesor D. Andrés Amorós decir que fue el primer torero integral, el primero que le hizo todas las suertes a todos los toros. Fue el primero que intuyó el cambio de tendencia del gusto de los públicos hacía una faena más artística. Una faena que pasara de ser una suerte para dominar a un toro indómito y poder matarlo, a crear el arte de la lidia. Fue el primero que intentó hacer con algo de regularidad el toreo en redondo, que ya habían empezado Lagartijo y El Guerra y que después seguiría Chicuelo y perfeccionaría Manolete. Pero para eso se necesitaba un tipo de toro distinto a la fiera indómita, mansa la mayoría de las veces, y con un genio infernal, que salía regularmente por los chiqueros entonces. Y de ahí viene su revolución fuera de los ruedos.

Durante la Edad de Oro se lleva a cabo la mayor revolución genética que se ha producido nunca en el mundo del Toro. Con Gallito, y por su recomendación, se generalizan los tentaderos, y se establece la genealogía. En muchas ganaderías hasta entonces se soltaban varios sementales a las vacas, de forma que sólo se conocía con certeza quien era la madre. Gallito va abandonando los encastes menos proclives a las nuevas faenas que iban pidiendo los públicos, y fomentando líneas más bravas. Pero como murió tan joven y como tuvo tan poca percha literaria, el que pasa por el inventor del toreo moderno es Juan Belmonte. Si ustedes le preguntan a cualquier aficionado joven que quien revolucionó el torero, le contestarán en gran número de ellos, que fue Belmonte. Estos aficionados se han leído la extraordinaria y maravillosa novela de Chaves Nogales y se la han creído entera, cuando la verdadera biblia para conocer esta historia es la que escribió Paco Aguado, “El Rey de los Toreros, Joselito El Gallo”. Belmonte, al que no quito ninguno de sus méritos, hacía siempre el toreo en ochos, natural y de pecho. Mientras José, que ya he dicho hacía todas las suertes, intentaba, además, hacer el toreo en redondo, siempre que podía.

Pero es que su aportación a la tauromaquia moderna no se quedó en esa histórica revolución genética. Él creó la figura del apoderado tal como ahora la conocemos, porque antes casi era un administrador, y creó la figura del personal de confianza que iba por las ganaderías viendo la evolución del ganado, el actual veedor. En aquellos tiempos se decía que nada se movía en el mundo del Toro, no ya sin que lo supiera José, sino sin que lo hubiera mandado. Pero no contento con todo esto, quiso cambiar la Fiesta desde sus más profundas raíces, las económicas, con la promoción y construcción de las plazas de toros monumentales. Los toros eran entonces, y son ahora, un espectáculo caro, y las entradas inalcanzables para las clases obreras. Recuerden los viejos vídeos del personal empeñando los colchones para pagar su localidad. Para cambiar esta situación tuvo la idea de construir plazas de toros con capacidad para más de 25.000 personas, en aquellas ciudades que lo permitieran, para poder vender entradas mucho más baratas sin que el cargo total en taquilla se viera perjudicado. Todos ganaban, el público menos pudiente que podía asistir a los toros por un precio asequible, los toreros podían seguir cobrando lo mismo, cuando no más, y los empresarios. Como fue un adelantado en todo, con apenas 16 años ya intuyó esta solución y ya empieza a hablar y a fomentar la construcción de las plazas de toros monumentales.

Y en ese sentido, es recomendable la lectura de un reciente libro “Plaza de Toros Monumental de Sevilla, la Dignidad de un Proyecto”, escrito por miembros de un despacho de arquitectos, Julio y Fidel Carrasco y Carmen del Castillo, donde demuestran, frente a lo que nos habían hecho creer como verdad oficial, que la plaza de Toros Monumental de Sevilla estaba perfectamente construida. Con ese proyecto José se tuvo que enfrentar a la alta sociedad sevillana, ya que aforaba el doble de La Maestranza y entraba en competencia directa con la misma. La historia ya la saben, a la muerte de Gallito, la plaza se abandonó y después se demolió. Pero queda el legado de sus otras plazas monumentales. Madrid, gracias a la cual varias generaciones de jóvenes se han hecho aficionados al poder asistir a un espectáculo barato, Pamplona y, la ahora desgraciadamente sin uso, Barcelona.

También le he oído decir al profesor Amorós, que a todos los toreros que le ha preguntado, han contestado que eran de Gallito, mientras que todos los escritores contestaban que de Belmonte. Cuando me preguntan por Gallito cuento algo parecido a esto que dejo escrito, y recomiendo leer más historia y menos novela.

Ignacio Sánchez-Mejías Herrero

El Puerto de Santa María. 2019

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Gallito fuera de los ruedos

Los amigos del Círcula Taurino de Ronda, me pidiereon este verano un artículo sobre Joselito El Gallo para su revista, y me salió esto:

Gallito fuera de los ruedos

Joselito el Gallo fue el primer torero que intuyó el cambio de tendencia del gusto de los públicos hacía una faena más artística. Una faena que pasara de ser una suerte para dominar a un toro indómito y poder matarlo, a crear el arte de la lidia. Fue el primero que intentó hacer con algo de regularidad el toreo en redondo, que ya habían empezado Lagartijo y El Guerra y que después seguiría Chicuelo y perfeccionaría Manolete. Pero para eso se necesitaba un tipo de toro distinto a la fiera indómita, mansa la mayoría de las veces, y con un genio infernal, que salía regularmente por los chiqueros entonces. Y por ahí empieza su revolución fuera de los ruedos.

Durante la Edad de Oro se lleva a cabo la mayor revolución genética que se ha producido nunca en el mundo del Toro. Con Gallito, y por su recomendación, se generalizan los tentaderos, y se establece la genealogía. En muchas ganaderías hasta entonces se soltaban varios sementales a las vacas, de forma que sólo se conocía con certeza quien era la madre. Gallito va abandonando los encastes menos proclives a las nuevas faenas que iban pidiendo los públicos, y fomentando líneas más bravas.

Pero es que su aportación a la tauromaquia moderna no se quedó en esa histórica revolución genética. Él creó la figura del apoderado tal como ahora la conocemos, porque antes casi era un administrador, y creó la figura del personal de confianza que iba por las ganaderías viendo la evolución del ganado, el actual veedor. Pero no contento con todo esto, quiso cambiar la Fiesta desde sus más profundas raíces, las económicas, con la promoción y construcción de las plazas de toros monumentales. Los toros eran entonces, y son ahora, un espectáculo caro, y las entradas inalcanzables para las clases obreras. Recuerden los viejos vídeos del personal empeñando los colchones para pagar su localidad. Para cambiar esta situación tuvo la idea de construir plazas de toros con capacidad para más de 25.000 personas, en aquellas ciudades que lo permitieran, para poder vender entradas mucho más baratas sin que el cargo total en taquilla se viera perjudicado. Todos ganaban, el público menos pudiente que podía asistir a los toros por un precio asequible, los toreros podían seguir cobrando lo mismo, cuando no más, y los empresarios. Como fue un adelantado en todo, con apenas 16 años ya intuyó esta solución y ya empieza a hablar y a fomentar la construcción de las plazas de toros monumentales.

En ese sentido, es recomendable la lectura de un reciente libro “Plaza de Toros Monumental de Sevilla, la Dignidad de un Proyecto”, escrito por miembros de un despacho de arquitectos, Julio y Fidel Carrasco y Carmen del Castillo, donde demuestran, frente a lo que nos habían hecho creer como verdad oficial, que la plaza de Toros Monumental de Sevilla estaba perfectamente construida. Con ese proyecto José se tuvo que enfrentar a la alta sociedad sevillana, ya que aforaba el doble de La Maestranza y entraba en competencia directa con la misma. La historia ya la saben, a la muerte de Gallito, la plaza se abandonó y después se demolió. Pero queda el legado de sus otras plazas monumentales. Madrid, gracias a la cual varias generaciones de jóvenes se han hecho aficionados al poder asistir a un espectáculo barato, Pamplona y, la ahora desgraciadamente sin uso, Barcelona.

En aquellos tiempos se decía que nada se movía en el mundo del Toro, ni dentro ni fuera de las plazas, no ya sin que lo supiera José, sino sin que lo hubiera mandado el Rey de los Toreros.

Ignacio Sánchez-Mejías Herrero

Agosto 2019

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El primer toro lidiado en la Monumental de Sevilla

La inauguración de la plaza de toros Monumental de Sevilla tuvo lugar el 6 de junio de 1918. El cartel: toros de Contreras, para Gallito, Posada y Fortuna. El primer toro se llamaba “Vallehermoso”, negro, con el nº 48, y cuentan las crónicas que Gallito le “da primeramente dos verónicas superiores, apretadísimas y ceñidas, y después tres más idénticas, templando superiormente. Termina con un magnífico recorte a media verónica”. El toro tomó cuatro varas, derribando tres veces al caballo, y matando a uno de ellos, y desmontando la otra al picador. Gallito hizo varios quites. La faena fue entre los mismos pitones, sujetando a un animal que salía suelto. Faena de torero valiente, inteligente y dominador. Pinchazo y media sin puntilla. Oreja.

Del libro «Plaza de Toros de Sevilla, la Dignidad de un Proyecto
Detalles de la lidia del toro cedida por D. Fidel Carrasco

Presentado el animal, la semana pasada nos enteramos que existía la cabeza del mismo disecada, propiedad del Cortijo El Esparragal, y tuvimos ocasión de ir a ver cómo la restauraban, en las instalaciones de Venegas Taxidermia, en la cercana localidad de Villanueva del Ariscal. Nos contaron que había estado durante muchos años en el citado cortijo en uno de sus patios, bajo techo, pero a la intemperie, y que estaba muy deteriorada. Tiene la particularidad de que lo disecaron con la boca abierta, la lengua visible, la media estocada con su espada y chorreones de sangre por los costados, en el momento previo a la muerte. Debido al avanzado deterioro la había llevado a restaurar.


El equipo del taxidermista nos contó que la restauración sobre la pieza original era imposible. Que tantísimos años a la intemperie le habían pasado factura a la pieza, incluso habían anidado avispas dentro de la boca. Tan solo la cornamenta era aprovechable. La mejor solución ha sido sacar una copia exacta de la forma y tamaño de la cabeza, trabajar sobre ella y mantener la cornamenta original y la espada, también restaurada. Hay que valorar el trabajo de este equipo, porque el resultado se vislumbra magnífico.


Cuando esté terminado, y en su nueva ubicación, el propietario quiere incorporar, además de la clásica metopa original, que existía, algún otro elemento informativo de este toro histórico, como el cartel del día, fotos del toro o crónicas de la tarde. Será una oportunidad magnífica para volverlo a ver.

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Ignacio Sánchez Mejías, un hombre excesivo

Los aficionados del Club Taurino de Pamplona, me pidieron una colaboración para su revista, sobre Ignacio Sánchez Mejías, para conmemorar el centenario de su alternativa. Ciertamente, casi ningún homenaje ha habido de esta efemérides, de forma que antes de que acabe el año, quiero dejar constancia del artículo que se publicó este verano en su revista.

Ignacio Sánchez Mejías, un hombre excesivo

Este año 2019, se conmemora el centenario de la alternativa del diestro Ignacio Sánchez Mejías. Ésta tuvo lugar en la plaza de toros de Barcelona, el 16 de marzo de 1919, con toros de Vicente Martínez. El padrino fue nada menos que José Gómez Ortega, Gallito, El Rey de los toreros, y el testigo nada menos que Juan Belmonte. Este fue el mejor cartel que se pudo componer en la Edad de Oro del Toreo. Al toro de su alternativa, “Buñolero”, le cortó Ignacio la oreja. Pero vayamos por partes.

Ignacio Sánchez Mejías, nació el 6 de junio de 1891, y fue de los pequeños de una familia muy numerosa. Su padre, mi bisabuelo Pepe, médico, hijo a su vez de médico, y su madre, la bisabuela Salud, una mujer de carácter. El nacimiento tuvo lugar en la entonces casa familiar, en la calle de La Palma, en el entorno de la Alameda de Hércules. Era una familia acomodada, ya que el padre no sólo atendía lo público como médico del Ayuntamiento y de la Beneficencia, sino que tenía prestigio para atender a las familias pudientes de Sevilla.

La educación en la casa, con tantos hermanos era espartana, e Ignacio pronto destacó por su inquietud e indisciplina. Se escapaba del colegio y lo tenían que traer los guardias de vuelta a casa, de donde se volvía a escapar. En ese entorno conoce a Joselito el Gallo, juegan a los toros y entrenan, en la huerta del padre de Ignacio, llamada del Lavadero, en terrenos de El Alamillo. El padre quería que fuera médico y él le decía que iba bien en los estudios y que incluso ya lo dejaban hacer algunas prácticas médicas, pero la realidad es que tenía los estudios muy abandonados y no había acabado ni el bachillerato.

Cuando la situación no pudo sostenerse más, y llevado por su afán de aventura, se embarca en Cádiz, con 17 años, de polizón con “El Cuco”, en el trasatlántico Manuel Calvo, pensando que el destino era México. Pero el destino fue Nueva York, además los descubren durante la travesía, y al llegar a Estados Unidos, los toman por delincuentes y los encierran. Gracias a las gestiones de un hermano de Ignacio, Aurelio, que por entonces estaba en México, logran que los embarquen para ese país. Llegado a México, se coloca de empleado en la plaza de toros de Morelia y allí empezaría su vida taurina.

En 1910, con 18 años debuta como banderillero en Morelia, con la cuadrilla de Fermín Muñoz “Corchaito”, con el que viene a España y vuelve a México, en donde debuta como novillero un año después, alternando con sus actuaciones como banderillero. En 1913 se presenta en Madrid de novillero, donde ya destaca por su valor. En 1914, por fin se presenta en Sevilla, ante la familia y amigos con mucho ambiente ya. Pero es herido de extrema gravedad, con la femoral muy afectada, casi pierde la vida delante de su padre que bajó a la enfermería. A raíz del percance y debido a la perdida de facultades vuelve de subalterno, ya de categoría, en las cuadrillas de las figuras Rafael El Gallo, Belmonte y Gallito, con el que estuvo tres años y aprendió el oficio, siendo su modelo y su maestro. Al final de la temporada 1916, el maestro de los críticos taurino, Gregorio Corrochano escribió esto en ABC: “Sánchez Mejías, que está a la cabeza de los peones por lo activo y oportuno de la brega, está también a la cabeza de los banderilleros”. La característica de Ignacio como torero era “llegar”, y en todo lo que emprendía quería llegar a ser el primero.

Fue una figura del toreo. El año que muerte Gallito en Talavera, acabó como número uno del escalafón en número de festejos. Se retiró en el año 1922, volvió en el 24 y se volvió a retirar en el 27, con 36 años. A todo esto, con algunas escapadas a América donde tenía un extraordinario cartel. Como torero destacó por su valor. Otro crítico, Don Ventura, escribió lo siguiente en el año de su alternativa “Este torero ha traído algo nuevo a la fiesta de los toros: la exageración del riesgo. O más aún: la creación del peligro. Una y otra tarde se ha complacido en llevar a los astados a los terrenos más difíciles, para exponer más y más. Y cuando no podía haber emoción, la ha creado él. La ha buscado él. Ha procurado que la hubiera, inventando el peligro”. A la historia del toreo pasó como torero valiente y en El Cossío, podemos encontrar lo siguiente: “La valentía más auténtica y sobrecogedora que nunca se haya exhibido en los ruedos. El valor de Sánchez Mejías superaba el concepto de que tal cualidad moral podamos tener. No era sólo desprecio absoluto del riesgo, sino que daba la impresión de ignorancia total del peligro”. Habla de la valentía más auténtica de la historia del toreo.

En el toreo también destacó en otra cosa, su lucha contra todos los estamentos taurinos. Contra sus propios compañeros, son famosas sus peleas con Gaona en México, donde llegó provocándolo. Gaona había publicado que él se podía comparar con Gallito, e Ignacio cuando llegó a México exigió al director que publicara: Yo soy mejor torero que Gaona y sólo pude ser banderillero de Gallito. Se pueden imaginar el ambiente de esas corridas, donde corrió la sangre de Ignacio más de una vez. Pero también estuvo en guerra con la crítica taurina, son famosas sus peleas con “Galerín” y “D. Criterio” a los que rebatía en sus propios periódicos por medio de escritos suyos. También estuvo en guerra con los empresarios. Como presidente de la Unión de Toreros se opuso con vehemencia a los topes salariales que éstos querían imponer. Tanto que muchos empresarios, incluido el de Sevilla, D. José Salgueiro, lo vetaron en sus plazas. Es conocida la anécdota de que vetado, bajó a la arena en una corrida de Feria, de acuerdo con el matador Martín Agüero, y le puso banderillas a uno de sus toros. Pasó por el lado de Salgueiro y le dijo que él toreaba en Sevilla cuando quería. Un provocador, pero que después cortaba las orejas.

Se casa en 1915 con Lola, hermana de su maestro Joselito. El paso de amigo de José y novio de Lola, no fue bien acogido, y sus relaciones con la “señá Gabriela”, madre de los gallos, tampoco fue buena. Su mujer, Dolores Gómez Ortega es un personaje clave en la vida en Pino Montano, la casa familiar, y en mantener la familia siempre unida. Al torero la vida familiar se le fue quedando pequeña porque tenía otras inquietudes.

Siendo un hombre muy atractivo, tiene documentadas varias aventuras, algunas amantes y una querida, pero nunca llegó a romper la familia. La vida matrimonial no duró mucho. Lola lo echó del dormitorio, lo cerró con dos candados y nunca más lo volvió a dejar entrar. Búscate lo que quieras por ahí, porque aquí no entras más, le dijo. Y lo cumplió.

Ignacio destacó por su vida social. Allí donde estaba se hacía el centro de la vida social de la localidad. Cuando iba a México y o Lima, alquilaba una casa y allí se daban las fiestas y se reunían los personajes locales y visitantes. Fueron famosas las fiestas en Pino Montano, donde acudieron personas de todo tipo.

En aquellos tiempos de vanguardia, cuando empezaban los “sportman”, Ignacio tuvo tiempo para todo. Jugador de polo, practicante de boxeo, automovilista, piloto de aviación, fue el primero en ir a torear en avión desde un pequeño aeródromo montado cerca de Pino Montano. Tenemos fotos de acoso y derribo desde un coche, actor de cine, practicante de deportes de invierno, futbolista, etc.

También tuvo muchas inquietudes sociales, Fue presidente del Real Betis, con el que inició los fichajes de jugadores vascos, relación que llega hasta hoy día. Puso los cimientos para lograr el primer y único título de liga de tenemos. Presidente de la Cruz Roja de Sevilla. Conferenciante en Nueva York, en la Universidad de Columbia, invitado por García Lorca. Promotor de un aeropuerto en Sevilla. Empresario. También se publicó que estaba propuesto para Gobernador Civil por la Republica. No sabemos cómo tenía tiempo para hacer todo eso y, además hacerlo bien.

Como inquietudes artísticas, podemos citar su amor por el flamenco, destacando su debilidad por el cantaor Manuel Torre. También fue promotor del espectáculo “Las Calles de Cádiz”, junto con su amante “La Argentinita” y su amigo García Lorca. Un espectáculo flamenco que se elevó por primera vez de categoría, para competir con la ópera y el ballet.

Pero sobre todo destacó por su obra literaria. Empezó con escritos costumbristas y taurinos que fueron publicados en periódicos. Y también publicada en el periódica La Unión, las crónicas de sus propias corridas de toros. Tiene escritas cuatro obras teatrales y estrenados dos. Sin Razón, la primera aproximación a Freud de la literatura española, no se nos olviden las vanguardias de entonces, estrenada en Madrid por la compañía de Fernando Díaz de Mendoza y María Guerrero. Y Zaya, estrenada en Santander, en presencia del Rey. También tiene escrita una novela y poesía.

Conocido como mecenas de la Generación del 27. Ideó y organizo, junto con D. José María Romero Martínez, ateneísta, los actos de tricentenario de Góngora en Sevilla, que dieron lugar a la Generación del 27. Fue el artífice de convencer a sus jóvenes amigos vanguardistas de Madrid para venir a Sevilla. Las fiestas que se organizaron en Pino Montano se quedaron en el recuerdo de todos los poetas.

Tuvo amigos de todo tipo y condición, desde el Rey al Presidente de la República, pasando por el General Sanjurjo al que acompañó a la cárcel y despidió en el exilio.

Volvió a los toros en 1934, con 43 años, para que el hijo, que quería ser torero, no lo fuera. En una entrevista dijo que si tenía que entrar un cuerpo destrozado en Pino Montano que fuera el suyo, que su mujer ya ha sufrido demasiado. Desgraciadamente, a los pocos festejos, fue herido de gravedad en Manzanares, no quiso ser operado allí, y murió en Madrid dos días después de gangrena gaseosa.

Varios de sus amigos del 27 le escribieron poesías, como Miguel Hernández y Alberti, pero el poema de Federico García Lorca, Llanto por la muerte de Ignacio Sánchez Mejías, que pasa por ser la mejor elegía en lengua española, lo hizo inmortal. Tan inmortal como figura literaria que lo ha minimizado como torero y como persona, con toda la historia que tiene detrás.

Sirvan estas letras para reivindicar su persona y también para darle la razón a Federico cuando escribió:

Tardará mucho en nacer, si es que nace
Un andaluz tan claro, tan rico de aventuras

Ignacio Sánchez-Mejías Herrero

Sevilla 2019

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Éxito del festival por una buena causa

El festival taurino a beneficio de la asistencia social de las hermandades del Baratillo y la Esperanza de Triana, ha sido un éxito de público, con lleno en la plaza de toros de La Maestranza. Organizar un festival en Sevilla en esta fecha no es nada fácil, por ello queremos felicitar a todos sus responsables, en la figura del Sr. Moeckel y a todos los aficionados taurinos por el apoyo prestado. Antes de romper el paseíllo, y por el Día de Hispanidad, se escuchó el Himno Nacional con el público puesto en pie.

Los toros de Cuvillo han mostrado distintas características y posibilidades, destacando el noble segundo y con más carbón tercero y cuarto. Morante sorteó (porque hubo sorteo) un primero basto y remiso. Apuntó detalles del empaque y la torería que atesora, pero no disparó. Estocada, ovación y saludos. El noble segundo se desplazaba con clase, pero Perera le hizo su faena encimista acortando los viajes. Estocada trasera y dos orejas. El toro fue ovacionado en el arrastre. Es tercero, para Cayetano salió encastado y respondón. Faena muy del torero, rematada con un espadazo que necesitó descabello. Ovación y saludos. Pablo Aguado fue obligado a salir a saludar al tercio antes de que su toro saliera de chiqueros, cosa rara. Pareció que el público le decía, “hemos venido a verte”. Dejó patente su personalidad, con unas verónicas de lujo y unos naturales suaves, pero la cosa no acabó de romper y la gente terminó algo decepcionada. Estocada baja, ovación y saludos. Se estrenó su pasodoble. Un poco raro me pareció, pero no me hagan caso, que no tengo oído musical.

El novillero Jaime González-Écija, lidió un novillo de López Gibaja. Estuvo muy voluntarioso, pero alargó en demasía el trasteo. Estocada corta, petición y vuelta

Abrió plaza el rejoneador Diego Ventura, pero si poco sé de toros, de rejoneo sé menos, ni siquiera para opinar.

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Abono Sevilla 2019

Los toros de Daniel Ruiz se cargan la última corrida de Sevilla

A la última corrida de toros de la temporada sevillana acudimos con la misma ilusión que a la primera. Los aficionados somos “inasequibles al desaliento”, y de eso se aprovechan los taurinos. Pero nuestro gozo en un pozo, fracaso total. Los toros de Daniel Ruiz, algunos destartalados, sin cuello, sin casta ni raza y alguno manso, se cargaron el festejo. Sólo el lote de Ángel Jiménez, primero y último, tuvieron posibilidades. El medio, el vacío total.

Morante de la Pueblo, vestía un terno celeste y azabache, inspirado en los de Joselito El Gallo. Como casi toda la temporada, tuvo mala suerte en el sorteo. Esto de la eterna mala suerte de Morante es algo estadísticamente injustificable, de modo que habrá que buscarle otras razones, como que obliga mucho a los toros con el capote. Pero esta tarde nada, eran malos per se. Su primero se quedaba corto y era soso. Algún detalle torero en la faena, pinchazo y estocada corta. Su segundo imposible. “Importante” se llamaba, pero lo que tenía importante era su mansedumbre, descastado y sin fuerzas. Desesperante. Morante le hizo lo que se merecía, la faena del sanseacabó, dos pases y a matar.

El tercero pegaba cabezazos y tenía las fuerzas justas. Tan malo fue que no le sirvió ni a un torero tan poderoso como El Juli. El quinto desarrolló sentido, también sin fuerzas ni recorrido. Una prenda. Después de entrar a matar le echó mano al torero, prendiéndolo por el glúteo de fea manera. Menos mal que la cosa no pasó del susto y de una pequeña herida en la frente. Al terminar el festejo pasó a la enfermería. Esperemos que no sea nada.

Como decía, el lote se lo llevó Ángel Jiménez. El de su alternativa le enganchó mucho la muleta en la primera parte de la faena, que fue a más. Le tocaron la música en la séptima tanda. Pinchazo y estocada baja, leve petición y vuelta. El en último, ya con la gente deprimida, salió a por todas, y se fue a porta gayola. La faena fue algo forzada. Mató de estocada trasera y tendida y el toro tardó en caer cinco minutos, con aviso incluido. Le dieron una oreja que no nos hizo olvidar el fracaso de la tarde.