Si en Madrid existe una peña taurina con solera esa es “Los de José y Juan”, fundada en 1951 y que cuenta con una larga lista de actividades y una nómina de buenos aficionados.
Todos los años, en los sábados de febrero, vienen organizando ciclos de conferencias taurinas, que este año alcanza su número 62, que ya son años. Durante todo este tiempo han tomado la palabra los primeros espadas no sólo de los profesionales del toro, sino también del periodismo y grandes aficionados de todas las ramas de las artes y las ciencias.
Quizás porque ya han acabado con los primeros espadas, este año han tenido la amabilidad de invitarme a hablar de toros, lo que aceptado con mucho gusto y con mi habitual falta de sentido del ridículo, y como estaré arropado por el profesor D. Andrés Amorós, seguro que me echa una mano.
Como dice el presidente de la peña, D. Andrés de Miguel, en la presentación de las conferencias “Hablar de toros, pensar la tauromaquia y difundir sus valores éticos y estéticos, es una actividad tan gustosa como necesaria en los tiempos actuales. Defender las corridas de toros de las trabas y prohibiciones externas, y defenderlas también de las tentativas de banalización para convertirlas en un espectáculo donde el riesgo esté ausente. Los aficionados participamos de la fiesta de la que disfrutamos y lo hacemos difundiendo las ideas que la mantienen y dando la voz a sus protagonistas, aprendiendo de su historia y proyectando su futuro”.
Con esa intención iremos a la plaza de toros de Las Ventas el día 16 de febrero a las 12 horas, para hablar de Ignacio Sánchez Mejías. Quedan ustedes participados.
Les dejo el programa del ciclo de conferencias:
LXII CICLO DE CONFERENCIAS TAURINAS (2019)
Plaza de Toros de Las Ventas, Sala Antonio Bienvenida (12 horas)
Sábado 2 de febrero de 2019
La tauromaquia en su encrucijada del siglo XXI.
Participarán Andrés Amorós, François Zumbiehl y Andrés de Miguel (socios de Los de José y Juan).
Sábado 9 de febrero de 2019
Ricardo Gallardo, ganadero de reses bravas, propietario de la ganadería Fuente Ymbro.
Presentado por José Joaquín Moreno Silva, ganadero de reses bravas, propietario de la ganadería Saltillo (socio de Los de José y Juan).
Sábado 16 de febrero de 2019
Ignacio Sánchez-Mejías, economista y escritor taurino, hablará de «Ignacio Sánchez Mejías, otra perspectiva».
Presentado por Andrés Amorós (socio de Los de José y Juan).
El domingo 23 de diciembre a las 13:25 horas, La 2 de Televisión Española estrena el documental “García Lorca: toreando las estrellas” del periodista Juan Sella, que trata sobre la relación de Federico con el mundo del toro.
Tiempo atrás, el Sr. Sella se puso en contacto con nosotros para informarnos del proyecto del documental y de las ideas que tenía sobre el mismo. En la primera reunión que tuvimos en Sevilla le dije que la relación de García Lorca con el mundo del toro era Ignacio Sánchez Mejías. Centrado más en esto, se entrevistó con el profesor Andrés Amorós y con mi prima Paloma Recasens para ir tomando ideas.
El proyecto tomó cuerpo y, sobre el hilo conductor del Llanto por la muerte de Ignacio Sánchez Mejías, del que varios hemos ido leyendo estrofas para el mismo, se ha acabado de montar el documental. Hasta donde sé, se han rodado escenas de un tentadero en la ganadería de Rocío de la Cámara, también se rodó en el campeonato de España de acoso y derribo y en la Casa museo de Ignacio Sánchez Mejías en Manzanares, además de recabar documentación de la misma. Juan Sella nos entrevistó a mi prima Paloma y a mí para el documental, y nos comentó que también lo había hecho con Enrique Ponce y Andrés Amorós.
Cuando tan poca atención le presta Televisión Española al mundo del Toro, es de agradecer que, aunque sea de forma tangencial, se estrene un documental que incluya la Fiesta, además en su aspecto cultural. Fomentar la figura de un poeta la talla de Federico García Lorca en su relación con el mundo del Toro debe ser apoyado por todos los aficionados. De forma que espero que el documental “García Lorca, toreando las estrellas” sea un éxito.
Esta Fundación es el primer intento serio de aglutinar a “Todos” los que intervienen en el mundo del Toro, en la defensa de los intereses generales de la Fiesta. Hasta ahora habíamos tenido algunos intentos, como la Mesa del Toro, pero por diversas razones, siempre acabaron defendiendo intereses sectoriales.
2018 Fundacion TLAdemás, tiene una característica fundamental, la mantienen económicamente sus miembros, sean estos pertenecientes a su club de amigos o amigos benefactores, profesionales benefactores o mecenas protectores. Y aunque la cuota de Amigo sea casi testimonial, 50€ al año, ya sabemos que si algo cuesta el dinero, se considera como suyo y se esperan resultados.
Según sus estatutos, “La Fundación tiene como fin, fomentar, conservar, mejorar, defender, promover, divulgar el toro de lidia y la tauromaquia, como cultura y disciplina artística, en todos los ámbitos, aspecto material e inmaterial y sectores, facilitando y velando por el derecho de todos a su conocimiento acceso y libre ejercicio en todas sus manifestaciones.” Entiéndase defender el mundo del Toro de los ataques exteriores, que son muchos y devastadores.
Los aficionados, entre los que me incluyo, siempre hemos sido reacios a involucrarnos en este tipo de colectivos, por entender que la Fiesta la tenían que defender los que viven de ella, no los que la pagamos. Y todavía más reacios a tener que pagar otra vez por tener que defenderla. Pero, en el caso de la Fundación del Toro de Lidia, la cosa es distinta, porque trata de defendernos del enemigo exterior, no del enemigo interior, que también los hay y tan poderosos como los exteriores. En este sentido, hasta que no hemos entendido los fines globales de la Fundación no la hemos apoyado.
Hace unos días, en la Jornadas que cada año organiza la Cátedra Ignacio Sánchez Mejías de la Facultad de Comunicación, escuchamos al portavoz de la Fundación, el periodista Chapu Apaolaza, decir que el Toro era la última barrera que quieren derribar los prohibicionistas, los enemigos de la Libertad, y que si lo consiguieran, las demás vendrían después. Nos dirían qué tendríamos que leer, dónde y qué estudiar, en qué creer, etc. También se habló de los primeros éxitos jurídicos, en el sentido de condenas por insultos y actos contrarios al espectáculo.
El aficionado de a pie, cada vez que ocurre un atropello en el mundo del toro, entiéndanse pliegos no cubiertos, ferias suspendidas, actas por manipulación de astas, reses rechazadas, toreros vetados, ganaderías que van al matadero porque las figuras las rechazan, etc., preguntan en el “tuitendido”, que dónde está la Fundación para defender los intereses de los aficionados, y la respuesta es que la Fundación no está para esto. De los enemigos interiores tenemos que defendernos nosotros, la Fundación está para los exteriores, para los que quieren que desaparezca y que dejemos de tener problemas interiores. En la Jornadas que cité anteriormente, el portavoz exponía una metáfora a los alumnos de la Cátedra, indicando que la Fundación quería ser como un paraguas protector, como los bomberos de la ciudad, y que si había robos en la misma, para eso estaba la policía, lo cual no quería decir que los bomberos no condenaran los robos. Creo que los alumnos, y todos, entendimos lo que quería decir.
La fundación cuenta con una página web http://fundaciontorodelidia.org, donde se informa de los fines de la misma, su estructura organizativa, actualidad, defensa jurídica y otros. Desde esta tribuna, y sin estar involucrado en la Fundación, animo a los aficionados a apoyarla. Mientras más seamos, mejor nos defenderemos.
Otro lleno hoy para ver la alternativa de Alfonso Cadaval, arropado por la segunda actuación de Morante de la Puebla y del admirado por la afición de Sevilla José Mª Manzanares. Mucho ambiente de toros por los alrededores de la plaza, muy expectantes porque sabíamos que mejor que la de ayer iba a ser.
La corrida de Juan Pedro Domecq, bien presentada, ha tenido varios toros interesantes, y aplaudidos en el arrastre. A Alfonso Cadaval no parece haberle pesado el día de la alternativa, se le ha visto tranquilo e intentando hacer bien las cosas, sin precipitarse. En el toro de la alternativa, que tenía pocas fuerzas, estuvo correcto. Su último fue mejor toro. Empezó la faena con una serie en los medios con las dos rodillas en tierra. La faena fue buena. Mató de pinchazo y estocada y dio la vuelta al ruedo.
El toreo de Manzanares es muy del gusto de Sevilla, donde lo hemos visto triunfar muchas veces. Se ha llevado el mejor lote. Dos toros bravos que han embestido con clase. Faenas muy en su estilo donde predominan la estética, la elegancia y el estilo, más que la colocación y el embroque, pero el resultado es de una plasticidad que entusiasma al público. A su primero lo mató de una estocada y le pidieron las dos orejas, concediéndole sólo una el presidente. Ovación al toro en el arrastre, que fue muy bien picado por Paco María. En su segundo subió la temperatura de los tendidos con sus cambios de mano y pases de pecho larguísimos. El adornarse de rodillas por poco le cuesta un disgusto, pero la voltereta no pasó de eso. Quiso asegurarse las dos orejas y la Puerta del Príncipe, citó a matar recibiendo y pichó por tres veces. Después de dos avisos dio la vuelta al ruedo. Toro también aplaudido en el arrastre.
A Morante se le ha visto otra vez con muchas ganas, pero el hombre propone y el toro descompone. Su primero era muy remiso a embestir, y a base de insistirle le sacó una faena muy trabajada, pero sin que tomara vuelos. En su segundo llegó la sorpresa, pegado a tablas recibió al toro don el “Galleo del Bú”, quite que practicaba Gallito. Solo fue un pase, pero nos bastó para ver algo nuevo. Después verónicas y chicuelinas de ensueño. Solo por ver a Morante con el capote liado al cuerpo esperando al toro, ya valió la pena. La faena empezó con esperanzas, pero entre que el toro que se paró y el inopinado vendaval que se levantó, nos quedamos sin ver a Morante.
Mención a la banda de música, que hoy ha sonado tan bien como siempre, y con una buena elección de pasodobles. El “Suspiros de España” es media oreja.
Tarde de máxima expectación. No hay billetes en las taquillas. Demasiados meses sin toros en Sevilla. Cartel con atractivos, el regreso de Morante después de no haber estado en la Feria de Abril, la presencia del revolucionario Roca Rey y la despedida en Sevilla de Padilla. Todo se vino al traste por la impresentable moruchada que trajo hoy Matilla a Sevilla. Mal presentada, mansos y descastados, impropios de una plaza como Sevilla. Solo espero no tener que verlos más.
El público recibió de forma muy cariñosa a Padilla, ovacionándolo con fuerza después de romper el paseíllo que hizo que saludara desde los medios, sin participar a sus compañeros de terna. Supongo que lo tenían pactado. Tomó la muleta y se puso de rodillas, pero fue para nada. El primer morucho no tenía nada dentro. En su segundo, su último toro en Sevilla, la banda tuvo el detalle de empezar a tocar antes de su primer pase y aguantó toda la faena así. Faena, que en otras condiciones no pasaría de las palmas, se convirtió en una oreja como premio a su trayectoria. Su vuelta al ruedo, con el consabido numerito de las banderas, duró mucho más que la faena.
A Morante se le ha visto muy dispuesto y muy torero. A su primer toro, manso y descastado, como toda la corrida, lo trasteó con torería. Su segundo nos hizo albergar alguna esperanza de salir del tedio porque embistió la primera serie, pero cantó la gallina y se puso a huir del torero como manso de carreta. Hasta dos vueltas al ruedo dio huyendo antes de que Morante lo pasaportara de forma eficaz.
El tercer manso de Matilla se lesionó la mano en la primera tanda que Roca le dio de rodillas. A matar. El sexto lo devolvieron por malo porque no aparentaba ninguna invalidez y salió otro igual de malo, descastado, manso y sin gracia ninguna. Roca se esmeró y levantó al público con unas bernardinas de las suyas cambiando el viaje del toro. Media y oreja de poco peso ante el hastío generalizado.
Lo mejor de la tarde, un aficionado de Sol que el último toro gritó desesperado un ¡Viva Matilla!
Mañana otra vez Morante, las esperanzas no se pierden porque se le ve muy dispuesto y con ganas. Y si fuera mañana …
La plaza de toros de Albacete se llenó para ver a dos figuras hace tiempo consagradas, Enrique Ponce y El Juli, con la nueva figura, Roca Rey, frente a toros de Daniel Ruiz. Un cartel muy atractivo donde el torero joven que viene arrasando esta temporada cada tarde que se viste de luces, se enfrentaba en competencia con las dos figuras que se han mantenido en el escalafón desde hace mucho tiempo. Ponce tenía que demostrar que sigue siendo el maestro de siempre y El Juli no dejarse pisar el terreno por nadie.
En los dos primeros toros no pasó nada interesante, pero en el tercero Roca Rey puso aquello boca abajo. Desde unas templadas verónicas, con su típico arranque de faena pasándose al toro por detrás, ya mucho más depurado sin torcer la figura, hasta los adornos con una inverosímiles bernardinas cambiando el viaje del toro en el último memento. En la faena, muletazos profundos por los dos pitones, destacando un cambio de mano que se convirtió en un natural sublime haciendo que toro girase por completo alrededor del torero. Sólo ese pase valía la corrida. Estocada, locura y dos orejas.
Ponce salió en el cuarto como debe de salir una figura consagrada, a no dejarse pisar el terreno por los que empiezan. Ante un toro soso, sin casta ni fuerza, hizo una faena de las suyas, cuidándolo y metiéndolo en el canasto a base de sobarlo. Pero como aquello no se arrebataba, hincó las rodillas en tierra, como uno que empieza y así terminó su faena. Entonces aquello sí se arrebató. Estocada y dos orejas. Bravo por Ponce.
PD. Como vi la corrida por televisión esto no es una crónica, solo un comentario sobre la misma
La cuidad de Ronda se vuelca con su Goyesca y la Goyesca se vuelca con su cuidad. Desde por la mañana los visitantes lo llenan todo y los lugareños se echan a la calle contagiados del bullicio. Ignoro los habitantes de Ronda que van a los toros, pero me imagino que están en franca minoría, ellos viven la corrida desde fuera, como el acontecimiento del año. Hoteles, restaurantes, bares y calles abarrotadas para ver el desfile de las cuadrillas en coche de caballos hasta la plaza.
La plaza, que pasa por la más cara del mundo (mi entrada de fila uno de sombra alta me costó 155€) se lleno de “No hay billetes”, coincidiendo con una terna atractiva y con que el primer sábado de septiembre se empalmaba con las vacaciones de agosto. Según nos comentaron, se está barajando la posibilidad de cambiar las fechas de su feria al último fin de semana de agosto para aprovechar el tirón de os que están de vacaciones. Total, si se han cambiado las fechas de la Feria de Abril, nada nos puede extrañar.
Morante de la Puebla cuida el detalle y la liturgia de la fiesta al detalle. Ayer se presentó con un original vestido, en distintos tonos de beige, inspirado en el de los antiguos bandoleros de la Serranía, con unas taleguillas sin ajustar y larga madroñera, que hacía un conjunto armonioso y digno de admirar. Nuestra enhorabuena al torero, a la diseñadora y a cuantos artesanos han trabajado en él. Lo acompañaba de un capote de seda “rosa empolvao” nos dijeron, con el que paró su primer toro en clásicas verónicas.
La corrida de Juan Pedro Domecq, fue muy desigual de presentación y de comportamiento, predominando la falta de fuerzas, de poder y de raza. El comienzo de retrasó 20 minutos porque Cayetano estaba en la enfermería. El primero de Morante, con poca fuerza, fue noble en la muleta y la faena se llenó de arte y torería. Los pinchazos se llevaron los trofeos. Sin fuerzas y a la defensiva el incierto cuarto, en el que Morante hizo un esfuerzo por ambos pitones logrando pasajes de calidad. Mató de estocada desprendida y le pidieron infructuosamente la oreja.
Cayetano se encontró con un segundo de mucha nobleza y calidad en la muleta, y al que toreó a placer, pero muy despegado. La faena tuvo más fachada, de desplantes y gestos a favor del público, que calidad. Mató de una estocada trasera recibiendo y le dieron las dos orejas. El encastado quinto fue el más toro de la corrida. La faena de Cayetano irregular, despidiendo al toro hacia fuera, y donde los aplausos más sinceros se los llevó la banda de música por una floreada interpretación de “La Concha Flamenca”. Mató de media tendida.
Rora Rey está en un momento que impresiona a todos los públicos. Se pone en el sitio que todos los toros tienen por fuerza que embestir, y ni rectifica ni se mueve. Así viene saliendo a triunfo por tarde. El tercero tenía muy pocas fuerzas y apenas los picaron. Pero se vino arriba con clase en la muleta. La faena de Roca asustó por quietud y cercanías. Estocada desprendida y dos orejas. El último fue un toro difícil que solo tiraba gañafones, cabezazos y “giñás”. Roca de la jugó a base de quietud, pero también de tirar del toro sin moverse un ápice. Mató de media y le dieron una oreja. Indiscutible triunfador.
Mención aparte merece el piso de la magnífica e histórica plaza de toros de la Maestranza de Ronda. En la parte de contra querencia parecía una playa, irregular y llena de desniveles, hasta un caballo se cayó él solo de un traspiés antes de que llegara el toro. Moránte también pisó un agujero y cayó en la cara del toro, que hizo por él y a punto estuvo de costarle un disgusto. Y Sánchez Araujo perdió una zapatilla perseguido por el toro después de un quite. Tan magnífico evento, en ese marco histórico, merece la perfección en todos los detalles.
Como siempre que torea Morante en El Puerto, esperanzas de ver algo distinto, y más después de salir a hombros el día anterior en Huelva. Para irnos preparando, un grupo de morantistas irredentos, todos viejos amigos, nos fuimos a almorzar a Bespoke, donde Claudio nos prepara un menú maridado con vinos de Jerez. Allí van cayendo las copas de fino, amontillado, oloroso, cream, el pedro ximénez para acabar con el moscatel soleado, de las bodegas de Gutierrez Colosía, de forma que cuando sales al cabo de las tres horas de charla, ya te va importando menos el resultado de la corrida.
Desgraciadamente se cumplió la tradición y Morante no estuvo bien en El Puerto. Sólo tres magníficas verónicas, dos chicuelinas y un galleo para poner al toro graciosamente en suerte. Después la gran bronca. He ido a ver muchas veces a Morante en El Puerto, y lo que más tengo son malos recuerdos. Desde una cornada cuando a los pocos días tenía organizado el viaje y las entradas para verlo en San Sebastián, un mano a mano con José Tomás en el que tuvo que meterse un rato en la enfermería para recuperar el aliento, o el fracaso del mano a mano del año pasado con el Juli que le hizo cortar la temporada. Pero es que miro la estadística de sus actuaciones en El Puerto, y en los últimos 12 años consecutivos, ha toreado 15 corridas y sólo les ha cortado orejas a tres toros, y en las últimas ocho se ha ido de vacío. Lo dicho, mala suerte, porque ayer a su segundo cuvillo se lo echaron para atrás y sobrero de San Pedro tenía muy poca clase y fue muy brusco.
Lo mejor de las faenas de Manzanares fueron sendos pasodobles que de la magnífica banda de esta plaza. El “Suspiros de España” sonó sublime y sólo de oírlo ya apetecía pedir la oreja. Mientras, estuvo toreando en su estilo, muy lejos del toro, despegado y en diagonal. Sus dos toros, rajados, sobre todo su segundo, tampoco ayudaron mucho. El toricantano, Daniel Crespo, muy poco placeado, estuvo muy tranquilo. Destacó su buen estilo y, sobre todo, su quietud. Mató de sendos bajonazos, el primero impresentable, y cortó una oreja en cada toro. Los que aconsejan a este torero deberían convencerlo de que hay que tirarse a matar por arriba, aunque los que defendemos que para dar orejas hay que matar sin ventajas, quedamos en entredicho.
El 6 de junio de 2018, conmemorando el centenario de la inauguración de la Plaza de Toros Monumental de Sevilla, tuvo lugar en el Excmo. Ateneo de Sevilla, el acto de la presentación del libro que sobre la plaza han escrito los miembros de un estudio de arquitectos de Madrid, Fidel y Julio Carrasco y Carmen del Castillo.
Los salones del Ateneo estaban llenos hasta la bandera un rato antes de comenzar la presentación. Con aficionados y gallistas de reconocida militancia, autoridades que tuvieron a bien acompañarnos y una casi total representación de la prensa local, además de nuestra presidenta Anabel Moreno y de otros aficionados desplazados de diversas provincias, como Aurelio López, coordinador de la sección de Málaga de la Fundación del Toro de Lidia, y el arquitecto y gallista José Morente, autor del blog larazónincorporea.es. Abrió el acto D. Alfonso Máximo Pérez Calero, que hizo una presentación de la mesa y del libro.
A continuación, tomó servidor la palabra agradeciendo al Ateneo el habernos acogido. Hablé de Gallito y de la Monumental. De Gallito dije que fue el verdadero revolucionario de la fiesta, el Rey de los Toreros, reconocido así en vida por sus contemporáneos que decían que no se movía nada en la Fiesta, no ya sin que lo supiera Gallito, sino posiblemente sin que lo hubiera autorizado o incluso ordenado. Lo que pasa es que murió muy joven, y la historia posterior la han escrito los belmontistas, ocultando la verdadera dimensión de padre de la tauromaquia moderna a Joselito “El Gallo”.
En el torero fue un revolucionario dentro del ruedo y fuera de él. Dentro fue el primer lidiador total, el que hizo todas las suertes a todos los toros. El primero que, siguiendo la estela de “Lagartijo” y, sobre todo, de “Gerrita”, empezó a torear asiduamente en redondo con pases ligados, de lo que luego siguió la estela “Chicuelo” y ya “perfeccionó Manolete, hasta el toreo de nuestros días. Intuyó que el toreo tenía que pasar de una lucha del hombre contra un toro fiero, en medio de caballos destripados, a un espectáculo más armónico, incluso artístico, y para eso se necesitaba otro tipo de toro. Fue el primero que entró de verdad en los tentaderos a “aconsejar” a los ganaderos las líneas genéticas para intentar modelar el toro que él y Juan necesitaban para dar el espectáculo que empezaban a pedir los públicos. En la Edad de Oro del toreo se produjo la mayor revolución genética de todos los tiempos en España, diseñando las líneas y encastes que conocemos hoy día. También aportó otras figuras como la del veedor, hasta entonces inexistente, les dio más categoría a los apoderados, hasta entonces meros secretarios o, como mucho administradores, aportó también la organización racional de las temporadas a base de kilométricos de tren, para poder torear más de 100 festejos por temporada, y también aportó la figura del partidario, los que compartió con Juan, eternamente enfrentados.
Pero no contento con todo esto, con menos de 20 años quiso cambiar las estructuras económicas de la Fiesta con la construcción de plazas monumentales. La idea principal era abaratar las entradas sin perder honorarios los toreros, construyendo, en aquellas localidades que lo soportaran recintos de más de 20.000 localidades. La primera en la que pensó fue en Sevilla, ideando plaza con más de 23.000 localidades. Pero en Sevilla existía una plaza con gran tradición, la plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, con la que iba a entrar en clara competencia, y, consecuentemente, ni su nacimiento ni su convivencia fueron pacíficos.
No se nos debe olvidar que el libro lo han hecho unos técnicos en construcción especializados en estructuras. No les cuadraba lo que conocían de la Monumental de Sevilla, unos de las primeras edificaciones en hormigón armado de España y se pudieron a investigar. Después de varios años, consiguieron que les publicaran en revistas técnicas de su profesión tres artículos científicos de la Plaza, donde demostraban la fiabilidad de su construcción. Saben ustedes que para que se produzca una publicación de este tipo, son necesarios revisores externos que la verifiquen, y que el estudio aporte algo a la profesión. Dado el inmenso material que habían reunido durante tantos años, y la nueva devoción que ya procesaban a Gallito, aprovecharon para escribir el libro y que no se perdieran tantísimas horas de trabajo. Por tanto, el libro viene avalado por estudios científicos contrastados y su conclusión es que la plaza estaba bien hecha.
La Monumental convivió dos temporadas y media con la Maestranza. En la primera Feria de Abril en competencia, la de 1919, se dieron corridas en las dos plazas coincidiendo varios días. José en la Monumental y Juan en la Maestranza. El libro recoge cómo la prensa, convertida en partidarios, se puso del lado del uno y del otro, sobre todo del otro, sin ningún tapujo. Pero la consecuencia fue que la Maestranza tuvo que bajar sustancialmente sus precios hasta igualarlos con la Monumental. Curiosamente, al año siguiente 1920, el mismo empresario de la Maestranza tomó la explotación de la Monumental. Sin competencia se dieron festejos en ambos cosos para ya sin coincidir en los días. El primer año que la Maestranza operó sin competencia en 1921, subió las entradas más del 25%.
La versión oficial siempre habló de una plaza mal construida, que cuando murió Gallito ya no tenía sentido, que se cerró y que se fue destruyendo sola manifestando su mala construcción. La memoria que tenemos los sevillanos, los pocos sevillanos que sabemos que existió una plaza de toros monumental, era la de viejas fotos de una plaza en ruinas que hubo finalmente que demoler y de un azulejo en lo que creíamos una de sus puertas, que en el libro se ve que es una puerta de entrada al recinto, no de la plaza propiamente dicha. Pero la realidad es bien distinta. La plaza estaba bien construida, pero muerto Gallito, a principios de 1921 una comisión de tres personas, en la que una era un médico, dictaminó que la plaza no era apta para espectáculos públicos. La Comisión de festejos hizo suyo el dictamen, y el Gobernador Civil cerró la plaza. De nada sirvieron las peticiones del promotor y del arquitecto solicitando nuevos estudios técnicos y pruebas de carga. Ya sin José que la defendiera, la decisión fue inapelable. Las garantías jurídicas de la época las desconocemos, pero esos tiempos eran convulsos en España, baste decir que 1910 a 1920 hubo 15 gobiernos, de los que creo que ocho lo fueron en los últimos 4 años. También desconocemos, aunque sospechamos, si hubo otro tipo de presiones.
Lo cierto es que el proceso de demolición empezó en 1930, y todas esas fotos que teníamos en la memoria de una plaza en ruina, no eran tales, eran, como se demuestra en el libro del propio proceso de demolición. Hasta en eso se demuestra que la plaza estaba bien hecha, porque los responsables tiraron las andanadas sobre los tendidos esperando que estos también se derrumbaran, pero se ven fotos de los soberbios tendidos soportando estoicamente en pie, todos los escombros de las andanadas, demostrando la dignidad del proyecto.
Tomó la palabra Manuel Grosso que hizo una clarividente exposición sobre la situación social de entonces, la lucha de clases, el avance del proletariado, el estatus social que daba la Maestranza, y otras situaciones, que hacían muy difícil la convivencia de ambas plazas. Al final ganaron, comentó. También habló de los problemas de José incluso muerto, no dejando oficiar los funerales en la Catedral, saliendo al paso su Hermandad de la Macarena, con un túmulo tan grandioso que no se ha vuelto a repetir. Concluyó diciendo que, con la muerte de José, empezó verdaderamente el siglo XX en España. Una brillante exposición.
Fidel Carrasco, uno de los autores, comentó los avatares de la génesis y la confección del libro, y agradeció la oportunidad de presentarlo en el Ateneo de Sevilla, algo que nunca hubieron pensado cuando empezaron esta aventura. También nos habló del proceso por el que los autores se habían descubierto la figura de Gallito, del que ya se consideraban partidarios.
Finalmente, Morante de la Puebla, hizo una faena de las suyas, en corto, por derecho y de pensamientos profundos. Nos hizo reflexionar sobre los grandes espacios de las monumentales, hablando de que el toreo clásico necesita más espacio y del toreo barroco, que necesita más cercanía. Concluyendo que en el toreo de hoy se han reducido los espacios y que para percibir los detalles, él prefiere plazas más pequeñas. Es de destacar la presencia del matador, al que solo le movía su admiración por Joselito “El Gallo” y el ampliar sus conocimientos sobre él. Espero que le haya merecido la pena.
El acto estuvo perfectamente organizado por el Ateneo, y todos nos llevamos un gran recuerdo.
Sólo me queda recomendarles la lectura del libro para que saquen ustedes sus propias conclusiones.
PD El día 8 de junio presentamos el libro en la plaza de Toros de Las Ventas, en la sala Antonio Bienvenida. La sala se llenó, y a juzgar por las preguntas de los asistente y las charlas posteriores, debió ser un éxito. Se acercaron varios periodistas, entre ellos, Paco Aguado, que sigue preparando la ampliación y actualización de su libro “Joselito El Gallo, el Rey de los Toreros”, que nos comentó que estaba esperando este libro con gran interés para la actualización del suyo, Antonio Lorca, Paco March y Gonzalo Bienvenida.
La novillada del día del Corpus registró una buena entrada, por encima de la media plaza. Los novillos, en general nobles y manejables con poca fuerza, los novilleros no los aprovecharon del todo.
Ángel Jiménez es un novillero ecijano, muy bullicioso, y no exento de buenas maneras. Su primer novillo fue muy noble, pero de poca fuerza. Le compuso una faena bien colocado, de toreo correcto, pero sin entusiasmar, y dio una vuelta al ruego. En su segundo salió a por todas. Lo recibió a porta gayola y después le dio dos largas cambiados más en el tercio. El novillo fue quizás el mejor del encierro, pero Jiménez no acabó de cogerle el aire, algo peor colocado en los cites. A la primera entrada a matar pinchó, y como no quería perder la oportunidad, se tiró a matar a la segunda sin muleta, saliendo prendido y parecía que corneado. Con la emoción le dieron una oreja, más a sus ganas que a la calidad.
En contraste, Emilio Silvera tiene otras formas más clásicas. Su primero fue un novillo noble, pero también con pocas fuerzas. El novillero estuvo discreto. El quinto también tuvo calidad. Silvera quizás lo ahogó un poco en la faena y el novillo le duró poco. Mató de una estocada y le concedieron una generosa oreja.
El primero de Alfonso Cadaval fue el más flojo y parado del encierro, y poco pudo hacer el novillero. Con el sexto estuvo bien de capa. El novillo embestía con mucha nobleza, pero con poca transmisión. La faena empezó bien con una serie completa de rodillas en los medios, pero se fue diluyendo poco a poco.
Hoy la banda de música apoyó en lo que pudo a los novilleros. Tocando pronto y en todos los novillos. En resumen, una entretenida novillada.
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