La primera buena noticia es que la plaza estaba aparentemente llena para ver la corrida de Miura que cierra tradicionalmente la Feria. En los últimos años la entrada de esta corrida se había resentido algo, incluyendo la del festivo del lunes el año pasado. Da gusto ver la plaza llena para ver los miuras y también al heroico Manuel Escribano que fue recibido con una ovación al romper el paseíllo y que saludó desde el tercio.
La corrida de Miura ha sido dura y difícil, como las antiguas se podría decir. Cinco veces se han ido los toreros a porta gayola, sólo faltó Esaú en su primero, y creo que únicamente una vez le ha salido la suerte limpia. Al Fandi se le paró en la cara en su segundo y tuvo que optar acertadamente por levantarse. Pero es que cuando pasaban se volvían como rayos no dando tiempo al matador a recoger el capote, pasando un mal trago. Los tercios de varas han sido buenos en general, destacando segundo y, sobre todo, el sexto con los toros puestos de largo y galopando. Los esperados tercios de banderillas de El Fandi y Escribano, que se han invitado en sus cuatro toros han sido entretenidos. Y menos mal que ponían banderillas estos matadores porque la cuadrilla de Esaú, aun contando en sus filas con banderilleros de la categoría de Antonio Chacón no fue capaz de componer un tercio ni medianamente acertado, pasando muchas veces sin parear o acabando las banderillas en el suelo.
El primero se orientó pronto en la muleta de El Fandi. El segundo le enganchó la muleta mucho a Escribano en la primera parte de la faena que después ya fue más templada. El tercero fue muy trabajoso en su lidia, además fue protestado por una presunta cojera que sólo vieron los que protestaban. Esaú le compuso una faena de valor, ganas y conocimiento y cortó una oreja. Faena de entrega de El Fandi en el cuarto rematada con una buena estocada. Petición no atendida por el presidente y no entendida por el público habiendo concedido la oreja en el anterior. El quinto era un miura antiguo en tipo y comportamiento. Cuando levantaba el hocico era para salir huyendo despavorido. Pues así y todo Escribano le puso su par al quiebro citando sentado en el estribo. Pero en la muleta ya venía orientado y no se dejó dar ni uno. El último también fue peligroso y ni toro ni torero se dejaron der coba.
En resumen, una corrida de miuras duros que han vendido cara todas sus embestidas y ninguna fue franca. Eso es lo que esperamos de estos toros, de forma que no hemos salido defraudados sino todo lo contrario.
La empresa montó la campaña de publicidad de la Feria, preguntándose quién iba a ocupar el trono del toreo, representado en el sillón de Gallito. Pues terminado la Feria pienso que el que debería sentarse en él, el verdadero triunfador de la feria, es el empresario Ramón Valencia. Siete “no hay billetes” y varios llenos aparentes, todo un éxito. Él es el que mañana debería sentarse en el trono.
Foto maestranzapages
Una respuesta a «Lleno para ver una miurada que no defraudó»
Pues si, el verdadero triunfador es la empresa. En toreros diría Perera, Ortega, Luque y Borja Jiménez, destacados David de Miranda. Ganaderías Santiago Domeq, el Parralejo y Miura. Feria de notable