La corrida del Domingo de Resurrección en Sevilla es la corrida que con más ilusión esperamos, y la que también más decepciones nos ha dado. Desde los tiempos de Curro hasta ahora, pocas han sido las tardes redondas este día. La de hoy invitaba a ilusión, calurosa de verano, la confirmación de que Morante venía después de la lesión de ayer, la plaza llena, y los dos otros toreros sevillanos que más ilusión despiertan. Pero los toros se han cargado el espectáculo, como estamos acostumbrados. Los exigidos por las figuras toros de Juan Pedro Domecq, serios de pitones, pero algunos bastos en la forma y en el fondo, sin raza, sin emplearse, sosos, embistiendo sin ganas, así es imposible emocionar a nadie.
Morante se acercó a la plaza de en coche de caballos, a la antigua. Estrenó un terno ideado por él, muy original y estuvo toda la tarde queriendo y haciendo las cosas bien, y además no se le notó que estuviera mermado por lesión del día anterior. La faena a su primero, el único que medio embistió, fue primorosa, llena de detalles toreros y muy aplaudida en los tendidos. Si no llega a pinchar le hubiéramos pedido la oreja, pero la cosa quedó en ovación y saludos. Su segundo bis, de Virgen María parecía más un toro de calles que de Sevilla, y no valió nada. Brindó a la infanta Elena, y la primera serie con la mano apoyada en las tablas, muy a lo Gallito, tuvo sabor antiguo del toreo por alto. Cuando acabó miro al público e hico un gesto como diciendo: esto es todo lo que voy a poder hacer. Y así fue.
Juan Ortega veroniqueó a su primero con su inigualable estilo, pero el toro valía poco y el torero tampoco pareció encontrar recursos para hacerle algo más. El quinto fue aún peor, grande y basto, tampoco encontró el torero por dónde meterle mano. Pablo Aguado ha recibido a sus dos toros como se debe hacer, llevándoselo por verónicas de calidad hasta la boca de riego. Pero en ninguna de sus dos faenas se levantó el vuelo. Sólo destacar un precioso quite por verónicas de Morante en el sexto que fue respondido con responsabilidad por Aguado por delantales muy aplaudidos.
Lo buenos y tontos que somos los aficionados que salimos de la plaza diciéndonos, a la próxima será, y nos quedan otras dos de Juan Pedro…
3 respuestas a «Apuntes para una decepción»
Perfectamente descrito , la tarde paso de la ilusión desmedida por el tiempo transcurrido, por el cartel sevillano del momento , por la climatología … a la desilusión más absoluta
Gracias D. Ignacio
Las gracias a usted D. Emilio. Sólo detalles en la primera del abono, y la buena noticia de que Morante sigue igual de bien
Gran decepción de una corrida de expectación.
Sobre todo el juego de los juanpedros