El festival taurino a beneficio de la asistencia social de las hermandades del Baratillo y la Esperanza de Triana, ha sido un éxito de público, con lleno en la plaza de toros de La Maestranza. Organizar un festival en Sevilla en esta fecha no es nada fácil, por ello queremos felicitar a todos sus responsables, en la figura del Sr. Moeckel y a todos los aficionados taurinos por el apoyo prestado. Antes de romper el paseíllo, y por el Día de Hispanidad, se escuchó el Himno Nacional con el público puesto en pie.
Los toros de Cuvillo han mostrado distintas características y posibilidades, destacando el noble segundo y con más carbón tercero y cuarto. Morante sorteó (porque hubo sorteo) un primero basto y remiso. Apuntó detalles del empaque y la torería que atesora, pero no disparó. Estocada, ovación y saludos. El noble segundo se desplazaba con clase, pero Perera le hizo su faena encimista acortando los viajes. Estocada trasera y dos orejas. El toro fue ovacionado en el arrastre. Es tercero, para Cayetano salió encastado y respondón. Faena muy del torero, rematada con un espadazo que necesitó descabello. Ovación y saludos. Pablo Aguado fue obligado a salir a saludar al tercio antes de que su toro saliera de chiqueros, cosa rara. Pareció que el público le decía, “hemos venido a verte”. Dejó patente su personalidad, con unas verónicas de lujo y unos naturales suaves, pero la cosa no acabó de romper y la gente terminó algo decepcionada. Estocada baja, ovación y saludos. Se estrenó su pasodoble. Un poco raro me pareció, pero no me hagan caso, que no tengo oído musical.
El novillero Jaime González-Écija, lidió un novillo de López Gibaja. Estuvo muy voluntarioso, pero alargó en demasía el trasteo. Estocada corta, petición y vuelta
Abrió plaza el rejoneador Diego Ventura, pero si poco sé de toros, de rejoneo sé menos, ni siquiera para opinar.