Ayer a mediodía asistimos, en la caseta de feria de la Tertulia Los 40, a su ya tradicional entrega del premio al toro más bravo de la Feria anterior, que en ese caso recayó en “Turulato”, de la ganadería de Fuente Ymbro. En el acto, el presidente del Casino, D. Ignacio Sánchez Ibargüen, recordó al periodista D. Fernando Carrasco, que fue jurado del premio varios años. El ganadero D. Ricardo Gallardo recogió el precioso galardón de manos del alcalde D. Juan Espadas.
El triste, desapacible y ventoso día, que hizo desaparecer los farolillos del recinto ferial, contribuyó a que el ambiente de la plaza no se llegara a caldear, todo lo contrario, pasamos frío de plaza del norte en el mes de febrero. A esto contribuyó una mala entrada, impropia de un lunes de “pescaíto”. Está visto que el público sólo acude al reclamo de las figuras y/o mediáticos, pero el caso es que la tarde no remontó en ningún momento. Y no fue por culpa de los toros. La corrida de Daniel Ruiz, aunque desigualmente presentada, tuvo casta y movilidad, a excepción del último, el único que blandeó y se paró. Varios podían ser toros para cortarle las orejas, pero quizás con otro ambiente más caldeado.
Los toreros también estuvieron faltos de grados. Y no me refiero a la disposición, que sí la tuvieron, pero la impresión final es que no les sacaron a los toros todo lo que tenían dentro. El Cid toreó a su primero, cinqueño, muy pegado a tablas, cuando quizás menos cerrado le hubiera podido ayudar más, aunque el desapacible viento también le hubiera molestado. En su segundo la cosa parecía venirse arriba con una faena a un toro encastado y con transmisión, con buenas y ligadas series con la derecha, pero cuando se echó la muleta a la zurda el toro se rajó descaradamente. A pesar de esto, el público ovacionó al toro en el arrastre, demostrando lo faltos que se estamos de casta.
El primero de David Mora realizó una brava pelea en varas, y se llevó dos buenos puyazos de José María Herrero. Pues a pesar de eso, ni una palma premió al picador, a los que ya solo se aplaude por no picar. Mora realizó una buena y medida faena, destacando los naturales. Faena clásica y alejada de los arrimones a toros parados que vemos últimamente. Si no pincha igual hubiera habido oreja.
2 respuestas a «Faltaron grados»
D. Ignacio, hoy creo que a parte del desapacible día, lo que han faltado han sido toreros. El primer toro de Mora merecía más, de echo cuando le pidio con la izquierda y bajandole la muleta el toro respondió. Comprendo que el viento te hace dudar porque no tienes la seguridad del engaño, pero creo que el toro estuvo por encima del torero.
El cuarto, último toro del Cid en la feria, fue un toro que sólo en la muleta y quizás porque lo descubrió el matador, yo no lo esperaba, tuvo cuatro tandas para haberle cortado las dos orejas. El Cid lleva tiempo muy por debajo de lo que fue, en tiempos pretéritos sólo con esas cuatro tandas lo hubiera conseguido,
De Luque, poco que comentar, torero encimista y de detalles que en Sevilla después de infinitas oportunidades no cuaja, caso parecido a Castella.
Un saludo
BBuen resumen Sr. Entre Jerez y Sevilla