Los fines de semana que me quedo en Sevilla, si no organizamos un partido de pádel, me doy un paseo en bicicleta por las márgenes del río, visitando los parques adyacentes. El de María Luisa con sus turistas y sus eternas y asquerosas palomas (ahora además turcas), el de San Jerónimo con su Huevo de Colón y sus partidos de fútbol, el del Alamillo con sus comidas familiares y sus frikis de túnica negra jugando a las espadas y a las lanzas, lo que queda de los jardines de la Expo con sus gatos y el de Los Bermejales con sus aficionados entrenando.
Me alegra mucho ver que todavía hay aficionados entrenando, señal de que aún queda alguien con esperanzas de triunfar en esto. A veces he visto a jóvenes entrenando solos, otras asesorados por un banderillero retirado, pero esta mañana me llamó la atención ver que un hombre, no a un joven, torear solo. Al acercarme descubrí a un amigo, ya con 40 tacos, que me decía estar entrenando para los tentaderos del invierno y los actos de los aficionados prácticos. Me habló de que igual que el futbol tiene desde la primera división con sus Ronaldos, sus Xavis y sus Messis, hasta sus infantiles, pasando por los partidos de solteros contra casados, los Toros también deben de llenar todos los estamentos, desde la figuras, hasta los aficionados de dar dos pases a una vaquilla y salir corriendo. Efectivamente, creo que tenemos que fomentar al friki del Toro, que esté dispuesto a dar dos muletazos que, por muy malos que sean, a él le sabrán a lo mejor del mundo, y será un aficionado que no se querrá perder un festejo en el futuro.
El movimiento de aficionados prácticos, aunque a veces esté envuelto en un lícito negocio, es una figura a potenciar y apoyar por ser semillero de aficionados que llenarán las plazas. Por ello entiendo que cualquier festejo promovido para ellos, debe ser permitido, respetado y potenciado por todos los que amamos el Toro.
6 respuestas a «Mientras queden aficionados habrá esperanza»
Estimado Ignacio:
El mundo de los «prácticos» es como bien dices un buen semillero de aficionados pues, aunque en todas partes cuecen habas, pienso que, en la mayoría de las ocasiones, los integrantes de este sector actúan movidos por el simple y mero propósito de profundizar y disfrutar con su afición. Lo que es loable y elogiable.
No obstante, el crecimiento y proliferación de estas Asociaciones puede que deba exigir una cierta regulación (no sé si interna o externa) de sus actividades pues el aumento de la demanda (unido a la bajada de la oferta de reses en el campo) propicia el incremento del precio de la «bravura» lo que puede perjudicar y entrar en conflicto con las necesidades de otros colectivos como el de los jóvenes novilleros, (necesitados de completar su aprendizaje en el campo ya que las novilladas en plaza escasean) a los cuales creo que estamos obligados a apoyar y ayudar.
Por ello y aunque todos los negocios económicos son legítimos, como usted muy bien señala, lo deseable, en consecuencia, es que estas Asociaciones se muevan de la forma más desinteresada posible y sin ánimo de lucro y, sobre todo, sin interferencia de intereses espurios. El ejemplo del Taller de Toros de Felipe Romero o el de los Aficionados Prácticos de Antequera de José Ignacio Manzanares, como el de otras Asociaciones similares, debería ser el modelo a seguir.
Muchas gracias por el artículo y por la mención.
En esto de los aficionados prácticos me dejo guiar por los que saben, como usted D. José. Creo que tiene toda la razón, hay que casar todos los intereses para el presente y el futuro de la Fiesta
Pues así es como se curan las crisis de fe….así que coja una muleta o capote y gústese…creerá que el faraón es usted.
Amigo Miguel, a mi edad ya me quedé en «aficionado teórico»
Aún recuerdo con que gusto echó el capote a tierra y se pegó una clamorosa vuelta al ruedo… A ver si encuentro esa foto
Para la galería. Plaza de toros de Estepona, 1992