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Estuvimos ayer comentando en el tendido que hace no muchos años una corrida de toros en Sevilla, aunque fuese en preferia, era un acontecimiento social en la ciudad. Los alrededores de la Maestranza se llenaban de ambiente y los bares de gente. Hoy, te vas acercando a La Maestranza y casi ni notas que es día de corrida. Otra cosa que ha cambiado es el público que acude a la plaza. Con la huida de aficionados de toda la vida hay un público variopinto y muchos visitantes y turistas, que bienvenidos sean. Pero, es un síntoma de declive evidente que de elegantes señoras en el sillón de tendido hayamos pasado a señores en pantalones cortos luciendo pelo en pierna.
El declive del tercio de varas es evidente, a veces tan evidente que ni existe. Así, un buen puyazo de Iturralde, pasa totalmente desapercibido. Es un síntoma de declive que se corte una oreja por una faena sin dominio, a un manso descastado, hecha donde el toro quiso, o sea en el sol, y en donde lo más meritorio fue la estocada de Esaú. En declive también nuestra magnífica banda de música que arrancó a tocarle al manso en la segunda tanda, cuando la faena ni era artística, ni parecía estructurarse. Declive también en la presidencia que ha otorgado una oreja con una petición que no parecía ni mayoritaria. De acuerdo en que el público es soberano, pero hay que medir estas cosas porque se devalúa la plaza, y a todos nos compete, y en especial a la presidencia, evitarlo.
La corrida de Fuente Ymbro ha defraudado las expectativas creadas. Bien presentada, quizás algo desigual, pero con algunos toros mansos y otros sin fuerza. Muy lejos de los toros encastados y con movilidad que esperábamos. Castaño ha asfixiado algo al primero que tenía poco recorrido y ha realizado una faena con criterio a su segundo que mató mal. Nos gustó un par de Fernando Sánchez en el primero. Lo mejor de Esaú ha sido su disposición y las dos estocadas, aunque en su segundo pudo haber hecho algo más. Ureña, aunque ha tenido poco material, ha pasado de puntillas por Sevilla.
La idea de que ésta tiene que ser la feria de las figuras del mañana no puede ser excusa para forzar los triunfos, porque entonces serán efímeros y esta plaza no se lo merece.
6 respuestas a «Síntomas de declive»
Creo que estos tres matadores, o al menos Esaú y Castaño no se caracterizan por su arte, sino por tener valor. Si el toro no es de los de asustar, pueden estar pegando pases dos días que no te van a poner los vellos de punta.
Por lo que he podido ver, buena predisposición de Esaú, quizás oreja desproporcionada. Paco Ureña, gesto forzado. Castaño, poca transmisión.
Terrible panorama. Desolador. No se sí tiene constancia de un periodo de tan grave decaimiento en esta Plaza. Estaremos presenciando el ocaso de los toros en Sevilla?
De las protestas de los abonados anunciadas nada de nada. Hasta hace dos años, el viernes de preferia era el primer festejo de No Hay Billetes, y el sábado de preferia, el segundo. E incluso hace 4-5 años, también era el Jueves con la corrida de Victorino. Para que vean como ha cambiado la situación. Ayer me decían, que el Viernes de preferia el año pasado se vendieron 2500 almohadillas, y este 900. Yo no voy este año, pero ayer, en Carrusel taurino hablaban de que los bares y restaurantes de la zona de la plaza, se quejaban y mucho del bajón de ambiente.
A mi el que me gusto fue ureña, o sera que yo tambien estoy en declive, y sobre el ganadero creo que tambien a boicoteado a los canoreas.
Me abone como llevo haciendo toda mi vida y no tenía que haberlo hecho. Y así estamos acudiendo a una plaza y a un espectáculo que, para mi desgracia, cada vez siento más lejano y ausente. Totalmente de acuerdo d Ignacio el ambienté más de novillada de junio que de vísperas de feria de Sevilla. Dice bien que hasta no hace mucho una corrida en Sevilla era un acontecimiento en la ciudad y lo que ha quedado es prueba de la decadencia que estamos viviendo. Asombró la falta de autocrítica por parte de la propiedad y la empresa así como por la mayoría de la prensa especializada. Mala la corrida de fuenteimbro en general mansa y con acusada tendencia a tablas. Barata la oreja de esas u propia de una plaza que ha perdido el norte. Sólo me gustó un peón de castaño, creo se llamaba Fernando, brego bien y pareo mejor.
Quizás la oreja se otorgó a Esaú por que instantes antes a las dos buenas tandas que le propinó al manso nadie lo hubiera esperado. Fue como un efímero milagro que nos sacó por un momento del sopar en el que estábamos sumidos.
Esa oreja no es más que una prueba del estado de desesperación y desencanto en el que en Sevilla hemos caído. (Yo mismo saqué el pañuelo)
Canorea es que pasito a pasito, cada año uno más nos ha llevado a esto.
Hace muchos años estuve abonado en el 3, y cuando miro ahora para allá, de cuantos vecinos (y maestros) tuve no queda NADIE. Esto sí que es un verdadero síntoma patognomónico de que lo que conocimos y tuvimos tiene muy mal pronóstico como no se corte de raíz lo podrido (Pagés) y se ponga un injerto nuevo.