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Cuestiones invernales

Los inviernos taurinos son largos y hasta que la empresa Pagés no nos felicite las Fiestas, enviándonos el CD con el resumen de la temporada anterior y las ganaderías contratadas para el 2012, nos entretenemos hablando de las cuestiones que se van planteando en esta época de poca actividad taurina.

Este año se ha movido por primera vez en los foros taurinos la cuestión del abaratamiento del abono, tanto que la Empresa ha salido prematuramente a la palestra, cosa que en años anteriores no había sido necesario, para decir con rotundidad que la estructura del abono del 2012 será la misma que en temporadas anteriores. Teníamos pocas esperanzas de su abaratamiento, pero por nosotros no ha quedado el dar ideas para el cambio. Además, para que vayamos polemizando de otras cosas, ha adelantado parte el ganado que se matará, incluyendo Cuadri y Juan Pedro Domecq como novedades y también sus buenos deseos para la contratación de José Tomás, que aunque no parece muy por la labor de venir, sería la única forma de salvar al abono de otro desastre de abandonos por esta crisis que nos tiene a todos en el nivel previo a la histeria colectiva.

Otra cuestión que está dando que hablar es una de las conclusiones del congreso de presidentes taurinos recién celebrado en Cuenca, de instaurar distintos tipos de tamaño de puyas, que el torero elegirá en función de las condiciones del toro. No sé qué pensarán ustedes pero a mí no me parece buena idea. Es cierto que el toro moderno necesita cada vez menos castigo, que prácticamente sale picado de chiqueros y que la suerte de varas se ha convertido, en la casi totalidad de las ocasiones, en una pantomima en vez de en una bella suerte donde medir la bravura del toro. Entiendo que el toro tiene que ser íntegro y la suerte de varas también, y el toro que no la aguante pues es que no merece ser lidiado como tal. Más bien me temo que los distintos tipos de puyas serían utilizados por los matadores para “matar” en caballos al toro encastado y dejar sin picar al toro moderno. Ya estoy viendo la polémica en cuanto el piquero haga acto de presencia “¡La puya verde!”, no “¡La puya roja!”, y el presidente, ahí pendiente de ver qué hace ¡Qué sin razón!

Cambiando de tercio, la temporada americana tiene poca repercusión en España, por ahora. Canal+ Toros anunció que iba a retransmitir corridas de la misma, pero está pasando el invierno a base de recuerdos, corridas “históricas” y otros documentales, pero poco de América.

En fin, pocas cosas para entretenernos.

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12 respuestas a «Cuestiones invernales»

de america es mejor no ver nada de toros,porque te puedes poner a llorar y no parar.
un periodista llamado CC,segun firma en su blog,que ha sido el periodista que entrevisto a canorea-valencia,si lo criticas te veta,no te deja entrar en su blog,
asi esta el mundo taurino,esa es la independencia y la libertad del periodista,y mira que es funcionario,que no come del toro,no lo entiendo.
¿como se puede hacer esa entrevista?
¿como se puede ser tan «abrazafarolas?

el cortinar

Efectivamente, Sr. cortinar, de América mejor ni hablamos. Como se consume el simulacro de corrida de Quito con toreros españoles, habrá que tomar medidas. Eso sería un circo.
De acuerdo con el Sr. Entre JyS, Lo importante es la suerte, hoy día casi inexistente, y no el tamaño. Pero el tamaño debe seguir siendo único.

Tengo 40 años, viendo toros desde hace cerca de 30 y nunca he entendido la suerte de varas. Prueba de bravura no es, creo que con ver la suerte en el campo no hay que explicar más. Se va al monopuyazo, tapando la salida, en vez de picar se barrena al toro, se deja topar al toro, etc.
Creo que lo de las puyas no es lo importante, sino todo lo que se hace mal en la suerte.
Que poquitas veces he visto un picador moviendo el caballo echando el palo, cogiendolo antes de tocar el peto, dandole los pechos, sin rectificar, en fin torando a caballo con puyas grandes, o medianas.

Antes de nada ¿La suerte de varas no es prueba de bravura?, lo siento pero discrepo totalmente Sr Entre JyS… cosa muy diferente es cómo se ejecuta.

En cuanto a lo de los diferentes tamaños de puyas, me parece un desatino. Y me parece aún peor que quedase al arbitrio del matador y no del presidente, uno no puede ser juez y parte.

El picador (que también es torero) debe realizar sus funciones (es decir, torear a caballo) entre las que se encuentra medir correctamente el castigo para adecuarlo a las condiciones del astado -cosa que hacen muy bien, a tenor de como sangran unos toros u otros en función de la ganadería- y administrar la intensidad de los puyazos para permitir al público «ver al toro» en diferentes puyazos (cosa que no hacen jamás, porque al toro que sale con poder lo masacran en el primer encuentro, tapando la salida de manera sistemática, y salvo excepciones todo se reduce al monopuyazo).

Que hay que reformar la suerte de varas, a mi me parece evidente, lo que pasa es que seguramente mi idea de reforma distará mucho de lo que quieren aquellos a quien llamamos «taurinos».

1. Aligerar el caballo, que ahora mismo parece un tanque.
2. Que los caballos salgan con un solo ojo tapado, como es preceptivo (vamos, que se cumpla el reglamento).
3. Prohibir tapar la salida al toro, salvo que sea imposible picarlo de otra manera.
4. Convencer (porque esto es muy difícil reglamentar) a los matadores y picadores de que den a los toros tres puyazos en lugar de uno que vale por tres. Evitar que el toro se «duerma» debajo del peto mientras le pegan de lo lindo.

… y un largo etcétera con el que no voy a aburrir a sus lectores.

En definitiva, poner en valor la suerte de varas y el toreo a caballo (no me refiero en este caso al rejoneo) para poder disfrutar de una lidia íntegra.

… En cuanto al tema del abono sevillano y los precios (es que me he enervado con lo de las puyas a la carta):

Señor Sánchez-Mejías, usted que es economista sabrá contestarme ¿este tipo de cosas no caerán por su propio peso por las leyes propias del mercado?

Así es Sr. Óscar, la ley de la oferta y la demanda anticipa una bajada de abonados en 2012, en caso de no cambiar las condiciones. Desde aquí hemos intentado dar ideas para mejorarlo y/o abaratarlo, pero parece que ha sido en vano.
En abril veremos los resultados.

Estimado Oscar, la ley de la oferta y la demanda es difícilmente aplicable al 100% cuando gran parte de la demanda está asegurada. Lo que hay que cambiar es la oferta, cambiando al empresario.
Por qué no se presiona más a los Maestrantes para esto. Dónde están los periodistas, aficionados, foros, etc..

Perdona Oscar pero lo que digo es que si comparamos lo que se hace en la plaza, con lo que se hace en el campo, comprobamos que prueba de bravura, en la plaza, no hay. Por lo demás en total acuerdo contigo.

Como los mas viejos nos imaginábamos la sangría del abono seguirá siendo la misma. Oferta y demanda en economía vale, pero no en el abono de la maestranza. Nuestra demanda, la del abonado clasico, es una mezcla de afición, tradición, sentimentalismo, vanidad, nostalgia, es decir que antepondrá todo esto al precio, mientras el agua solo le llegue al ombligo y no siga subiendo, que si sigue, nos abonaremos a los viejos vídeos de Youtube donde se ven faenas mas puras que las de ahora.
Suerte a todos.

Entre JyS, le había entendido mal, pero lleva razón. La suerte de varas, para poder ser una medida de la bravura, debe hacerse de otra manera. En concreto el monopuyazo no sirve, porque al primer encuentro el toro no sabe a lo que va y lo mismo un manso pega un arreón y parece que se arranca de largo que uno bravo parece tardo porque se ha acostumbrado a moverse entre caballos en la dehesa.

Yo antes hablaba de poner en valor la suerte de varas, en realidad lo que hay que poner en valor urgentemente es el toro, lo uno vendrá a consecuencia de lo otro.

En cuanto a lo de las leyes del mercado, debería casi pedir disculpas, porque yo no soy de Sevilla y quizás este obviando elementos propios del aficionado Sevillano. La verdad es que casi me siento un intruso escribiendo aquí de esos temas.

Mi planteamiento es el siguiente en todo caso:

A mi me gusta el cine, y voy con frecuencia. Si me ofreciesen comprar de golpe la entrada para 5 sesiones, me lo pensaría si eso tuviese alguna ventaja para mi. Pero si no es así ¿porque voy a desembolsar anticipadamente el importe de 5 sesiones y arriesgarme a no poder ir a alguna de ellas o que alguna película no me interese?.

La ventaja no tiene porque ser económica, en el caso de los abonados taurinos (no solo los de Sevilla, también en Madrid y otras ferias importantes), debido al enorme tirón y demanda que tienen las grandes ferias taurinas son:

1. Si no renuevo el abono, puede ser que no encuentre entradas para las corridas interesantes. Y encima puede ser que no pueda abonarme para el año que viene.

2. Incluso si encuentro una entrada, las mejores localidades son de abono, con lo cual no será demasiado buena.

Ahora bien, si por las circunstancias que sean la demanda de «toros» baja significativamente (en Madrid, por ejemplo, eso no está sucediendo, pero podría suceder) entonces esas ventajas desaparecen y entonces entramos en un círculo: Si baja el número de abonados hay más entradas disponibles, con ello la motivación para abonarse también bajará, con lo cual habrá aún más entradas disponibles. Las empresas tendrán entonces que motivar a sus clientes con otros alicientes ¿económicos? para que salga a cuenta abonarse.

Es cierto que los aficionados taurinos (no solo los de Sevilla) somos gente un tanto especial, en la que operan otros factores muy diferentes al de otro tipo de consumidor. Pero desde mi punto de vista, si la demanda de toros baja (por la crisis económica, porque baje la afición -que no me extraña nada dado como está el patio, o por otras causas) la ley de la oferta y la demanda se impondrá y, tal y como apunta el señor Sánchez-Mejías, alguien tendrá que ponerse a pensar como mejorar los abonos y motivar así al aficionado.

Ahí puede estar la clave. Antes se sacaba el abono, entre otras cuestiones, porque era la única forma de asegurarte las 5 tardes que no te querías perder, pero ahora, con cada vez menos abonos, esas 5 tardes están en taquilla (exceptúando el Domingo de Resurrección, quizás) . Y el abonado ha perdido ese aliciente. Hay que darle otros.

lo primero que hay que saber son las cuentas del abono de la maestranza,y asi demostraran…. las perdidas,y despues hablamos.

el cortinar.

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