A cualquier aficionado, la reaparición de José Tomás, después de la gravísima cogida de Aguascalientes, sólo le puede producir una gran alegría. Me alegro mucho de su vuelta y le deseo el mayor de los éxitos, por el bien de todos y, sobre todo, por el de la Fiesta.
Es cierto que José Tomás hace, desde hace algún tiempo, la guerra aparte del resto del escalafón, y esto le ha traído agrias críticas, sobre todo, de los “poderes establecidos” de empresarios y medios de comunicación. A mí también me gustaría verlo anunciado con el resto de las figuras y en todas las ferias, pero respeto su filosofía de carrera y, por consiguiente, su decisión. He escuchado a su apoderado hablar de la televisión, de los derechos de imagen y del por qué su torero no se deja televisar por medios en los que los toros no existen en sus informativos diarios. Me parece una actitud coherente. Yo también quisiera ir a verlo sin necesidad de “miniabonos”, abonos completos y zarandajas, pero es lo que hay.
Un torero que ha revolucionado, en cierto sentido, los Toros, que ha hecho acercarse a la Fiesta a personas que no eran aficionadas, que ha tomado la plaza de Barcelona como bandera y que se juega la vida sin cuento en cada pase, merece todos nuestros respetos.
He visto demasiadas veces a José Tomás, tanto en su primera época, como en su segunda como en todas las que ustedes quieran, y me ha emocionado tantas veces, que soy incapaz de criticarle.
20 respuestas a «La vuelta de José Tomás»
Ignacio: Parece que el hombre está íntegro, salvado. Espero que el torero también lo esté. Poco falta para saberlo. Saludos.
Seguramente le habrá emocionado tanto como a mi me emocionó José María con arrojado. Mire como admiro su no crítica a un torero criticado. Un abrazo Mejías.
Poco queda, amigo Xavier. Te supongo más interesado desde que sois hermanos de sangre.
Conste Sr. Heredia, que también me emocionó Manzanares con Arrojado. Así empezaba mi artículo de esa corrida «Hay que empezar diciendo que Manzanares ha estado cumbre en su primero. En una faena llena de torería, gusto y estética. Ha toreado profundo y largo, enroscándose al toro en los pases de pecho«. Un abrazo.
Estimado Ignacio, yo tampoco soy capaz de criticarle.
Un cordial saludo
Pepe Pastor
Si.. Cuanta alegría desperá entre esta densa y docta afición que nos asiste día trás días, en estos foros, y en las asambleas multitudinarias que ponen sus posaderas en los calenturientos cementos de los cosos de nuestra «Patria Hispana» dispuestas a dejar parte de su salario mensual para asistir a tal «Resurrección»…Lástima no tener fe, despues de tanto tiempo visitando estos mencionados graderíos como asistente bucólico de los eventos taurinos…No he conseguido ser taurino en mi vida…Cuanto lo lamento.
Estimado D. Ignacio, decirle que JT «castiga» los miniabonos (Málaga es un ejemplo este año), esa es una treta de los empresarios y según he leído y oído, tiene muy escogida la presentación de sus toros, esa incógnita se despejará en un par de días. A mi me parece que actúa con una coherencia fuera de lo común y que tiene aún más mérito nadar contracorriente de los poderes fácticos y seguir en la brecha, si llega el PP y hay toros en TVE , y sigue activo (quizás demasiadas premisas y fácil que alguna falle), es muy probable que lo veamos en TV
Ojalá
SAludos
Estimado Miguel. Por lo que leo, JT, dentro de las condiciones de su contratación, ha prohibido los miniabonos. Ahora tienen que ser abonos completos de toda la feria o su corrida suelta. Es cierto que está haciendo la guerra por su cuenta y sólo, pero es coherente. Si hubiera 2 ó 3 como él, estarímos en otras circunstancias (y en otro planeta).
Sr. Pastor, veo que nos comprendemos.
Sr. poeta, con esa sensibilidad seguro que es un buen aficionado, con eso vale. Lo de taurino es tra cosa.
aun no lo he visto torear iré a Huelva y veré si me emociona tanto como Manzanare.Un saludo.
Entonces, que yo me entere, que pasa ¿qué es mejor una reventa brutal a un miniabono?
El miniabono mitiga muchísimo el tema de la reventa. Lo digo con conocimiento de causa. Los aficionados de a pié, sin enchufes y que pasamos por caja, para verlo en esta segunda etapa lo mas normal es que nos toque una cosa o la otra, o miniabono o reventa a precios elevadísimos, casi obligatorio.
Saludos a la afición
Sr. Adolfo García, no sé que será peor si la reventa o el miniabono. Creo que ambas son malas.
D. Manuel, me alegro de saludarlo. ¿Cómo va el pregón de su peña para este año? ¿Quién será el pregonero?
Respeto a J.T., como a todos los que se visten de luces, pero…, siempre hay un pero. Creo que J.T., no está haciendo nada en beneficio de la fiesta, pues con la espectación que levanta si permitiera que la TV., ofreciera sus corridas seguro que crearia afición, no hay dudasde que esto hizo «El Cordobés», nos gustara más o nos gustara menos, cuando de el de Córdoba se televisaba una corrida se paralizaba España, eso es crear afició, pero la prepotencia de J.T.,, desechando ganadería y empresas y compañeroa, para el que susceribe deja mucho que desear.
Por otra parte esta contribuyendo a el carecimiento de las entradas y el que las empresas o les compras un abono o no hay entradas.
Bueno que me enrrollo.
Un saludo D. Ignacio.
Leyéndote como te leo hace ya tres temporás, valoro aun más esta opinión tuya sobre José Tomás. Sincera como su toreo.
Un abrazo, Ignacio.
PD: Ya he visto que esta noche tenéis romería en Triana después de ir a la Maestranza. ¡Qué bárbaro!
Sí amigo Juan esta noche novillada de promoción y Velá Santana, toros a las 10 y sardinas asadas a las 12. Un abrazo.
Si señor Ignacio me gusta tu plan. Maestranza, Triana y sardinas. Que por cierto este año no vienen buenas. Dicen que es porque la mar esta mas fría que otros años, no lo se, pero su grasa habitual no la tienen.
Tomas como siempre, otro planeta. Ya ves las entradas de tu blog.
Aunque siento miedo, no se por que. Y no me gusta ir así a los toros. Y mas con la estocada de Pereda que llevo en las agujas.
Desde mi retiro estival a orillas del Sena le mando un cordial saludo don Ignacio. Desde luego que José Tomás ha sido un punto de inflexión en los toros y ha hecho mucho por la fiesta, desde lo de la Monumental de Barcelona. No solo es un suicida, no amigos, sino que torea como pocos.
Aquí mucha agua, pero de noche se echa un pitillo, que sabe a gloria, en las cuantiosas terrazas de esta ciudad. Y en Sevilla me imagino que mucha caló, por lo que me cuentan.
Un abrazote
no solamente ha acercado a mas aficionados a los toros,sino que tambien ha acercado a los toreros al toro,y eso es lo que duele y molesta.
el cortinar
Magnífico e inteligente su comentario D. Ignacio, para mí que me considero Tomasista, y dada la crítica despiadada, sangrante, e injusta, que a este torero se le ha dedicado, por parte de algunos críticos taurinos, llevados por el odio y la envidia, es una satisfacción, leer de vez en cuando comentarios tan coherentes como el suyo.
Bonita crónica de Vicente Zabala:
24/07/2011 JOSÉ TOMÁS VUELVE A REVENTAR EL TOREO
José Tomás volvió a ruedos en toda su inmensidad. La plaza de Valencia rugió cuando el dios de piedra de Galapagar pisó su arena, y rugió en un grito desesperado de injusticia cuando la abandonó a pie. JT resucitó para reventar el toreo que sólo un presidente ignorante ignoró.
JT más viejo, más delgado si cabe, el pelo canoso, la mirada hundida, la taleguilla holgada malva y oro, el valor intacto, como si volver del negro túnel no hubiera marcado ni un alamar de su alma. El hombre delgado que no flaqueará jamás se ha puesto en pie. Y se agarró a las cuerdas de la vida como un boxeador sonado cuando el poderoso quinto lo volteó con la violencia de un tren de mercancias. Como se había sostenido en Aguascalientes a la última maroma del ring. Y volvió a unir cielos e infiernos. El pecho descubierto, los muslos ofrecidos, generosos, rotos. Otra vez la distancia entre el toro de El Pilar, Dulcero de nombre, como aquel que cuajó Rincón en 2004 en esta misma tierra en un verano de fuego. Pero sin la claridad de aquél. Se arrancaba con la fuerza de su cuajo. Como lo había hecho en un quite por chicuelinas de compás abierto, atalonada la figura, sin posibilidad de escape. Belmonte resucitó en la media verónica. ¡Qué media! Pero aquello había sido antes. Ahora ya estaba con la izquierda presentada como si ya el camino se acabara. ¿Por qué José Tomás? La respuesta se hallaba en los naturales de bragueta, cuando se anulan los espacios, con la sangre te baña sin que tu sangre palpite. Porque eso es el toreo y los que no quieran verlo que miren a la Meca. Porque hubo un Belmonte, un Manolete y habrá un José Tomás. Porque en la tierra de fuego no le queman las zapatillas. Ni la figura se ahueca, ni los toques desplazan. Y aquello, esto, hace un universo que catapulta el toreo: la moneda al aire.
No ha inventado José Tomás el toreo, simplemente lo ha reinventado. Vuelto de la tierra de Asgard, su trueno duele en las cabezas de los impuros. Y cuando no hacía más el bruto -así se presenta una corrida en una plaza de primera- que buscar la dehesa, al hilo de las tablas, con los chiqueros a la espalda, le presenta la pierna en el camino de las manoletinas, variación de las clásicas a pies juntos, vuelta de tuerca de las laserninas, las columnas temblaban, no la de sus músculos, que ni pestañeaban, sino las de 10.000 almas que se estremecían aún con los naturales que habían borrado cualquier recuerdo anterior de esta Feria de Julio. A todos convulsionó aquello, rebosada la embestida, repasada la testiculina, menos al presidente, un tal Juan Moreno, que ni merece ser nombrado más que para el escarnio y la vergüenza de su descendencia. La estocada en todo lo alto, los pañuelos en los bolsillos. La puerta grande robada para quien viene del Más Allá y ha vuelto a reventar el toreo.
José Tomás ya había dejado la muesca de cómo regresaba en un quite por gaoneras en el que la respiración se cortó, cuando aún había un viento inclemente. Y lo que verdaderamente siento es no dedicarle un cronicón a Arturo Saldívar, porque las prioridades mandan, pero qué pedazo de torero, qué bragado mexicano, qué tarde de toros dio el tipo con el mejor lote -¡qué gran tercero!-. Pero otra vez será, aunque sea hoy un poquito, demasiado poco para lo mucho que derrochó Saldívar, que si no es figura en breve será por el puto sistema. Y si ayer estaba en la reaparición de JT fue por JT, que brindó a sus médicos hidrocálidos la vida que le devolvieron. Les ofrendó la muerte de un salinero (¿sardo?) violento, desabrido de las telas, largo, una lámina casi miureña. Burreñito, joder con el ito, escondía su punto, y José Tomás se lo quería hacer todo por abajo, para evitar la cara suelta y el libre viento. Una ronda de mezcal con la derecha superior. Joselito decía en la radio: «Le contaré a mis nietos que asistí a la reaparición de José Tomás en Valencia». Y yo, maestro. A sus delantales alados, a la no renuncia de quites, ninguno; a su regreso de 15 meses de negrura; a la voluntad de superación que hay que tener para no quedarte cojo y amargado o en el averno. Quienes hemos vuelto del otro lado sabemos un poco. Menos el usía indecente que se puede meter en el orto las orejas de José María Manzanares y Vicente Barrera todas juntas.
Las dos vueltas al ruedo de José Tomas fueron una apoteosis. Las voces mexicanas se hacían sentir envuelto en su bandera. Democracia real ya, un 15-M se habría alzado en armas contra la dictadura de un solo tipejo.
Quien se fue por la puerta grande fue Saldívar, que también se llevó un volteretón al perderle la cara al toro. Pero qué potencia de torero o qué torero en potencia. Respondió a una tarde clave haciendo honor a los Armilla, a los Silveti, a Garza y Soldado, aquellos monstruos que provocaron la ruptura del convenio de la Edad de Plata, a Arruza, Martínez, Cavazos…
Me sabe bien su trago. De mano baja. De rodillas en los medios. Por saltilleras, chicuelinas, cambiados. Los muletazos largos inmensos con «Mirabajo», pedazo de toro de Moisés Fraile. Porque después de todo lo contado ninguno de los de José Tomás fueron de bandera. Ni mucho menos. Ni de lejos. Aunque JT se lo quisiese agradecer con las distancias, con su generosidad y entrega. Una comunión. Un sacrificio. Un rito. Ni me quito yo ni me quita el toro. Quiero seguir explicando al dios de piedra de Galapagar por Belmonte, cuando las huestes se empeñan en hacerlo por Manolete. Mas Juan siempre llevaba las telas hasta el final por delante de los toros, como José Tomás, como aquel del 99 con el toro de Puerto de San Lorenzo en Madrid, siempre Madrid: 7 orejas en dos tardes (5 de junio de 2008, «José Tomás es el toreo»). Y hablando de Puerto, que abrió plaza cabalmente con el capote, con la muleta se le acabaron los toros sin romper, sobre todo el buen primero que se apagó después de un inicio de rodillas, que quería reseñar, por no hacer un feo. En redondo de hinojos mejor que de pie, y con el capote casi mejor que con la muleta. Abrirá en Ciudad Real. Me da igual. José Tomás ha vuelto en toda su inmensidad. Una reverencia a quien regresa del Más Allá. Y con su ética, silencio e integridad.
bala
Jose Tomás a alcanzado cotas inimaginables para cualquier torero,cotas inpensables para cualquiera,ese y solo ese es el mejor aval que tiene la fiesta,a vuelto a demostrar que los fuera de serie traspasan su profesión y llegan a cualquier ámbito,clase o persona,eso me enorgullece tanto como torero como aficionado y lo mas importante le da a la fiesta en todos los aspectos la categoria que debe tener
El pasado verano, tras acudir con mi compadre a la Plaza de la Merced a ver «la corrida de Manzanares», volvimos a Sevilla tarde, pero exultantes de felicidad y alegría. ¡¡Qué tarde nos dio nuestro insigne y sublime torero!!, ¡¡Qué felicidad en aquel viaje de vuelta!!, ¡¡Qué corto se nos hizo el viaje!!.
Este año, tras volver de la corrida de Tomás, y menos mal que Luque nos ambientó algo, ¡¡Qué largo se nos hizo el viaje de vuelta, parecía que no llegábamos nunca a Sevilla!, y eso que agarramos el coche nada más terminar la corrida. ¡¡Qué tarde perdida, cuánto cansancio para nada!!.
Los Onubenses han preferido cambiar la esencia, la gracia, el poderío de Manzanares, por el estoicismo repetitivo de Tomás. ¡¡Ellos verán!!. En el pecado han tenido la penitencia.