Creo que una de las cosas que más nos gusta a los aficionados, después de asistir a las corridas, es hablar de toros. Pasa con esto como con las conquistas, que si no se cuentan, pierden la gracia.
Poder contar nuestras opiniones sobre tal o cual toro, cómo hubiéramos planteado la faena, sobre tal o cual torero y sus aptitudes, defectos y virtudes, o sobre cualquier otro hecho relacionado con la lidia es una gozada y, si además te escuchan, mejor. En esto, además de las charlas de café, que mi esquinita del Tendido 2 tiene establecidas en la Cervecería Internacional, cumplen un papel fundamental las tertulias taurinas.
He asistido a varias y puedo decir que me encontrado sólo a aficionados cabales, cada uno con su opinión, eso sí, que no siempre coincidía con la mía, pero con un denominador común de su afición a los Toros y la defensa de la Fiesta.
Cuento esto porque ayer asistí invitado a la tertulia taurina del Casino Los Cuarenta, de solera en Sevilla por su antigüedad y por sus contertulios. Este casino, cuyo presidente es D. Ignacio Sánchez de Ibargüen, logró que asistiera como invitado el empresario D. Eduardo Canorea, cosa rara, porque saben ustedes que el empresario de la Maestranza rara vez asiste a actos públicos, donde aunque escasos, siempre se hace notar. Allí se estuvo hablando de toros y de toreros por aficionados y D. Eduardo no rehuyó ninguna de las preguntas que le efectuaron, contando diversos entresijos de las contrataciones de ganaderías y toreros forma muy didáctica. También se habló del abono y del abonado, de los precios y de las condiciones. Ya digo, no se rehuyó ninguna cuestión. Es una pena que el empresario no se prodigue más en estos actos porque de saber sus explicaciones, seguro que la empresa sería menos criticada, pero comprendo que muchas de estas cuestiones no se puedan airear.
También quiero agradecer al amigo D. Miguel Valdivia, secretario del casino, la invitación.
9 respuestas a «Tertulias taurinas»
Nos deja Usted en ascuas, Don Ignacio! Cuéntenos algunos de esos entresijos de las contrataciones y esas cuestiones no rehuidas!
Un saludo.
Sr. Ignorante me pone usted en un aprieto. Yo no soy periodista, soy aficionado y la tertulia a la que asistí me pereció más bien un coloquio distendido y privado que una cosa cosa pública, por ese motivo me da reparo contar publicamente lo que allí se dijo. Aun comprendiendo el interés que pudiera suscitar, siento tener que defraudarle.
D. Ignacio, como miembro de la tertulia los Cuarenta , coincido en el interes que tuvo el tener a D.Eduardo a mano y poder escuchar de la empresa una opinion a la que no estamos acostumbrados.
Quiero en nombre de la tertulia agradecerle a Vd. que aceptara nuestra invitacion. muchas gracias.
Le entiendo perfectamente, Don Ignacio, siento mucho haberle puesto en el compromiso, pero precisamente por no prodigarse el Sr. Canorea en esta lides, era motivo de curiosidad. Gracias por tener al día su blog, es un remanso de buena afición.
Un saludo.
Comprendo su curiosidad Sr. Ignrante y la agradezco su comprensión.
Si alguna vez coincidimos en la Maestranza o en en cualquier otro sitio no dude en presentarse y comentaremos estas tertulias.
Saludos
Hoy he sacado los abonos. Y me confirmo en lo que dije este pasado invierno: lo que nos echen, tragamos lo que nos echen, precios, carteles, épocas, porque juegan con el gusanillo de nuestra afición. Y asi, solo por eso, pueden con nosotros.
Y despues con bellas palabras y en plan confidente, en tertulias y saraos, nos seguirán pegando los ciento un pase de pecho que llevamos encima, desde que un día alguien nos inculco esta preciosa afición.
Que siga la fiesta.
…y las notas juncales de la música torera, como entonaba Agustin Embuena, las palabras que los lunes escribía Enrique Vila en su programa El toreo.
Estoy con el Sr. famaper, también he pagado mis abonos y estoy de bajona.
De todas formas me alegro de poder saludar al Sr. famaper en el tendido otro año y comentar brevemente los acontecimientos. Un abrazo
Mi abono es de «media en to el hoyo de las agujas», vamos que yo no es que tenga bajón, es que me quedaó como los caracoles, «pegao a la paré…» En fin, el azahar, una cervecita en el Bar Taquilla o en el Arenal, charla de toros, y pelillos a la mar….que ya está aquí el Domingo de Resurrección.