Lo que más vamos a recordar de este abono es lo bien lo que lo hemos pasado escribiendo estas colaboraciones. Para mi ha sido un honor inmerecido compartir páginas taurinas con figuras consagradas de la prensa escrita. Yo si que no debía de haber sido incluido en el cartel de los colaboradores de ABC. Pero ya puestos, hemos intentado defender con dignidad la opinión de unos pocos abonados, sin vinculación profesional ni con el toro ni con la prensa.
Esta colaboración se originó cuando Manu Moguer, periodista de la edición digital del ABC de Sevilla y amigo de mi hija Avencia, se acordó de mí para escribir los artículos de un blog con el que querían completar la sección digital de la Feria del 2008. Antes de empezar, su director D. Álvaro Ybarra, quiso conocerme. Comentamos que iba a escribir de lo que oyera en mi tendido y, aunque supongo que se alarmó al saber que jamás había escrito de toros, dijo que leería las colaboraciones para incluirlas en la edición escrita. Eso eran palabras mayores, había que esmerarse. En su decisión ha estado el llevar la opinión de unos anónimos abonados para que fuera compartida por los lectores de la sección taurina del ABC de Sevilla, cosa que le agradecemos mucho.
También quiero agradecer a mis vecinos y amigos del abono del tendido 2: Guillermo, Concha, José Luis, Juan Luis, Quico, Antonia, Enrique y Clara y a otros más lejanos, por sus comentarios, que he intentado transcribir de la forma más sencilla que he podido.
De lo que nos acordamos de la Feria es de lo bajo que ha estado el ganado, en general. Los victorinos sí se llevaron buena nota. Entre los toreros, las faenas de Perera y Manzanares, el temple de El Cid, el estoconazo de El Fundi y la hombría de Liria en su despedida. También la buena noticia de que no ha habido heridos. Los malos ratos y las decepciones ya se nos han olvidado. Fue un abono un tanto polémico con suspensiones y el injusto cese de un presidente. Como último comentario he oído que el premio al triunfador de la Feria no debería quedarse desierto, sino dárselo a la afición por su paciencia y educación taurina.
Solo espero que la diosa fortuna nos de salud a todos para poder vernos el próximo año, que Manu Moguer se vuelva a acordar de mi para que le escriba otras colaboraciones, y que su director se vuelva a molestar en leerlas y, si procede, a publicarlas en la edición escrita. Ea, señores, queden con Dios.