Ayer almorzó en casa mi cuñado Eugenio Arévalo, cirujano jefe de la plaza de toros de Córdoba y nos contaba la intervención quirúrgica del torero Sergio Sanz, herido el día anterior. Siempre es bueno recordar estas cosas para guardar el respeto debido a todos los que pisan la arena con el toro vivo. Él es fiel seguidor de Finito, y venía a verlo. Al despedirnos le deseé suerte para su paisano y él a mí para esta colaboración, así que espero estar a la altura. Finito venia elegantemente vestido, según una vecina de abono que siempre se fija en esos detalles Esta vez estuvo más animoso, intentó torear a la verónica de salida y llevarse al toro para afuera, algo que todavía no hemos visto en todo lo que va de abono. Dicen en mi tendido que antes, la mayoría de los toros, se recibían a la verónica de salida y ahora casi ninguno. También intentó faena en su segundo.
La opinión general es que la corrida ha sido un fracaso, mal presentada, con poca cara y menos fuerza. Casi todos los toros han claudicado en el caballo. Un vecino comentaba que no se podía creer lo que ponía la tablilla de los pesos de los toros y es verdad que no lo aparentaban. La corrida, aunque no ha molestado para nada a los toreros, ni se ha movido ni ha servido.
La gente está con Morante, también más animoso que otras veces. En su primero, el único que dio algo de juego, disfrutamos de unos derechazos de categoría y estuvo muy variado con la muleta, si llega a matar, incluso triunfa, pero dio innumerables pinchazos y le dieron dos avisos. Oigo que en los dos primeros toros entraron a matar más del doble de veces que en toda la tarde de ayer. Muy mal, quizás por eso Morante recetó un sartenazo a su segundo que parte del público aplaudió, no sé si porque estaba oscureciendo y no vieron bien dónde estaba colocada la espada o aliviados de que no repitiera la tanda de pinchazos de su primero. Una partidaria dijo que Morante era torero y no matador y ya tuvimos polémica.
Salvador Cortés también lo intentó. Este torero se coloca muy bien para citar y le acuden los toros. Hablamos sobre el por qué a algunos toreros le sirven un porcentaje de toros más alto que a otros, y era por eso, porque se ponen en el sitio en que los toros embisten. Preguntaron que cual era ese sitio, y contestaron que ése, ése en donde los toros embisten. Al sexto un banderillero le puso los dos palos en el hueco del puyazo, tan profundos que se quedaron enhiestos durante toda la faena; lo que faltaba para debilitarlo del todo. Cortés, que brindó al público su primer toro y se quedó en los medios, sí estuvo muy bien con la espada.
Se dijo lo irregular que estaban actuando las mulillas este año, porque siempre han estado impecables. No sé si han cambiado las mulas, los arreos, los hombres o el entrenamiento, pero algo falla. Cuando nos aburrimos se habla de estas cosas.
Total, hoy fracaso ganadero, hastío y desazón por el agua que se nos viene encima. Ojalá que los noventa litros que nos auguran no nos caigan en el tendido.