{mosimage}Ayer al llegar a la plaza, nos sorprendieron con unas nuevas almohadillas de la Cruz Roja, de diseño modernito, mucho amarillo y poco rojo, que sustituían a las antiguas y sufridas azules. No les auguro ni la mitad de tiempo que a las anteriores, son pegajosas y en ese color claro se ve demasiado la suciedad. La Corrida del Ventorrilo no ha estado bien presentada. El primero era el toro de Osborne, el de la carretera, 610 kilos, demasiado gordo para embestir y el último su hermano menor, rozando los 500. Los de en medio de todos los pesos. El Juli le sacó el poco partido que tenía al parado y gigantón primero; le recetó una estocada, más espectacular que ortodoxa, cortando la primera oreja. Este torero siempre se justifica, aunque el ganado no le acompañe está habitualmente por encima de los toros.
El según toro fue bravo y le pegaron mucho en varas porque peleó con clase y fuerza en ese tercio. Manzanares lo toreó en los medios con el empaque y la personalidad que atesora. Otra oreja. Tiene muchísimo gusto y lo demuestra cada vez que puede.
Perera ha estado toda la tarde muy bien, muy torero, midiendo mucho, con sabor y gustándose. En su primero, que manseó y no quería pelea, todo lo hizo el torero, pero en el sexto llegó la apoteosis. Brindó al público y se quedó en los medios, como debe ser. Qué naturales tan naturales, qué profundidad, qué calidad. Además tenían emoción, no porque el toro fuera peligroso, que no lo era, sino porque flotaba cierta incertidumbre de que fuera capaz de ligar el siguiente pase, ya que aunque el toro tenía calidad tampoco era de carril; las cosas cuando sorprenden gustan más. Faena muy emotiva con la gente puesta en pie. Dos orejas.
Por cierto, en esta faena la música tocó un pasodoble, con solo floreado de trompetita, que hace que el personal se distraiga. Con lo bien que toca esta banda debería evitar ese protagonismo. El público tiene que aplaudir al torero y al toro, no a la banda.
Oigo que hemos vuelto a ver bien y eficaces a las cuadrillas, destacando la de Manzanares. Que hemos visto seis estocadas, seis. Muy bien los matadores. Que los tres toreros han estado por encima de los seis toros, como debe de ser. Total dos toros, tres toreros, seis estocadas y cuatro orejas. Nos fuimos encantados con el buen sabor de boca de la última faena con la gente dando naturales por la Puerta del Príncipe como cuando toreaba Curro.