Justo al día siguiente de terminar la temporada taurina en la Maestranza, empezaron las obras de remodelación del resto de las gradas, que ya son ganas de empezar algo en tan señalado día, martes y trece. Leímos en ABC la noticia, con la pérdida de casi 2.000 localidades, y cuando concluyan las obras, la plaza dejará de tener gradas para pasar a tener “tendidos cubiertos”, que es como se les llamó en el abono del 2009 a las gradas ya remodeladas, y cuyo precio por temporada subió en 500 euros. He oído a estos abonados hablar muy bien de la comodidad (que no del precio) de los nuevos tendidos cubiertos, así que nada que objetar.
Por lo que me cuentan, los que sí han objetado son los “habitantes” de la grada de “convite”, sobre los tendidos 2 y 4. Esos que van de gañote y que, además se creen con derecho a protestar. Menos mal que tengo un vecino de sillón de tendido que cuando alguno cercano se pasa de la raya lo reprende con la delicadeza de un “¡Usted se calla que es un invitado!”. Y digo que han protestado porque pueden ver mermados sus «derechos de gañoteo».
Pero la sorpresa ha venido cuando al día siguiente, el periodista Fernando Carrasco, informaba en ABC que se está planteando, de nuevo, otra modificación más importante que es hundir el pisoplaza, reducir su dimensión, y ganar con ello las localidades que se van a perder con las obras de remodelación, y eso sí que son palabras mayores. Esta remodelación se planteó hace varios años y de desechó, entre otras cosas, por la controversia creada.
No soy inmovilista y estaré a favor de cualquier obra que suponga más modernidad y comodidad de los asistentes. Hay que reconocer que la Maestranza es incómoda, muy incómoda. En todos los cosos modernos, en los estadios, etc., se piensa en la comodidad del espectador, aquí eso está por ver. No hablo ya de los estadios de rugby o béisbol americanos con calefacción, que también tienen algunos estadios españoles, sino de plazas de toros con sillones en todos los tendidos, como Illumbe por ejemplo, y no como aquí que estamos constantemente “adaptándonos” a las rodillas de los de detrás y a las espaldas de los de delante
Pero si como insinúa el artículo se quiere reducir el ruedo, digamos en 10 metros de diámetro, y hundirlo 5 por aquello de dejar el ángulo de visión a 45 grados, supondría que yo tendría al toro unos 7 metros más lejos y eso es perder calidad. No sé si se ha estudiado cómo repartir los nuevos asientos, pero en cualquier caso, la remodelación y recolocación de los abonados actuales sería un problema, porque no estoy dispuesto a que me alejen el espectáculo y pagar lo mismo. Después también están las cuestiones estéticas de ese monumento que es la Maestranza, del que habría mucho que decir por la importancia que tiene. Creo que una cuestión de tanto calado habría que consensuarla con todas las partes, pero la experiencia nos dice que el cliente (abonado) aquí no suele pintar nada de nada. De forma que visto lo visto digo aquello de “Virgencita, virgencita que me quede como estoy”.
9 respuestas a «Obras en La Maestranza»
Yo recuerdo que ya en 1992 se discutía la «cirugía mayor» a La Maestranza y en efecto, levantó mucha polvareda, quedando al final las cosas como están.
Escuchaba en alguna parte, que de hacerse esa reforma, se arreglaría el problema que tiene el drenaje del ruedo para los casos de lluvia.
Ya será cuestión de ver que proyecto presentan los constructores, para ver que solución se propone y si no afecta la esencia de la Plaza.
La plaza de la Maestranza es tan bella como incómoda y como monumento no tendría parangón. Desde hace años sostengo la necesidad de hacer una plaza nueva, cómoda y funcional (por supuesto cubierta) que acabe con tantas molestias para el espectador. Esto terminaría también con el «canon revolucionario» del 27% que se llevan los maestrantes.
Saludos
Estos señores maestrantes no tienen respeto por la cultura ni por los monumentos son unos catetos, ya le pasaron factura a D. Antonio Burgos por criticarlos y el ABC lo despidio.
¿Tan necesarios son esos palcos de convite? ¿Cuántos son los «gañoteros»? ¿No habría que empezar por recuperar esos asientos para el público? Yo me acuerdo de uno, cuyo suegro trabajó en la Administración del Estado, que estuvo entrando años con el pase del suegro a pesar de que éste había fallecido, y de uno de mi pueblo que hacía de chofer de un militar que, siendo yo muy joven, de vez en cuando me regalaba el pase porque el militar no iba a los toros.
¿No se podría acabar con esto?
Yo creo que la decisión sobre la reforma debe ir precedida de un debate lo más amplio posible, exponiendo al público en general las distintas soluciones técnicas posibles, cada una con su maqueta y su estudio de los precios de las distintas localidades, otorgando derecho de voto a la Unión de Abonados, peñas de la provincia, representantes de Patrimonio, Colegio de Arquitectos, etc. quienes decidirían en primer lugar si se acomete o no la reforma y, en su caso, qué proyecto sería el más adecuado, todo menos hacer algo de esta envergadura sin contar con el que pone el dinero, el público.
Muy de acuerdo con el mensaje de Oselito. El asunto más urgente que hay ahora mismo, es ¿Qué va a pasar con los precios de las localidades que se van a reformar?. Si después de la reforma, y con un descenso de localidades de alrededor de 2500 localidades, los maestrantes y la empresa van a querer ganar el mismo dinero, y suben las entradas, van a conseguir que ir a los toros en Sevilla, esté al alcance de pocos bolsillos.
En el tema, de las obras del ruedo, para bajar los tendidos y ganar más localidades, siempre he dicho que es una solución. Lo que hay que discutir si técnicamente es posible. Y por supuesto adecuar los precios, y la posición de cada abonado. Si los tendido avanzan hacia abajo, los asientos también.
¿Otra plaza en Sevilla?, yo siempre he apostado por ello. Una plaza moderna, funcional, coqueta de 7.000-8.000 localidades. Quizás sea demasiado tarde, o quizás no. Una plaza abierta a todo Sevilla, el Aljarafe, a toda Andalucia, con un sistema de gestión moderno, del siglo xxi y que suponga una alternativa a la programación de La Maestranza. Quizás demasiado tarde, pues la afición va a menos. ¿Os imaginais a JOSE TOMAS en ésa plaza, o a PERERA, como alternativa a sus ausencias en La Maestranza?
Tenemos seguramente las entradas de toros mas caras del mundo , y con las obras complicaremos mas el asunto, tengo entendido que son impuestas por motivos de seguridad, por lo cual es en el precio donde creo que debemos tener el debate, y no en Institucion de La Maestranza a la que considero que esta resolviendo las obras como se merece la plaza. Ni me imagino ni quiero ir a los toros en Sevilla a otro sitio que no sea La Maestranza.
siempre el dinero,el cochino dinero.
cortinar
La Sevilla de 2009, desgraciadamente, es la ciudad del «gañote vil» y tiene unas «tragaeras mu grandes». No solo debemos quejarnos de la Andalucía subsidiada, del PER, sino que nuestra misma ciudad es astilla de tal madera, ya sea la Maestranza plaza de toros, que la Maestranza teatro, que la Maestranza actos públicos y privados de las corporaciones locales, que hay una cohorte de gañoteros sublimes. Estos seguiran existiendo, mientras perdure el sevillano inerte y acomodaticio actual, y seremos los paganinis los que costearemos la reducción de localidades, siempre hay un niño al que echarle la culpa de todo.
Me parece razonable el respeto a edificios y construcciones emblemáticas y la conjugación o simbiosis con infraectructuras actuales, remodelar para respetar, para conservar las cosas en su excelso valor, algo así como dar lustre, sacar brillo al zapato, como los «limpias» de toda la vida, pero sin tornarlo en chancla. La Capilla Sixtina de Roma un ejemplo, y como obra de arte debe tratarse a nuestra plaza de toros.
Yo creo que reducir el ruedo para dar más cabida de público no es razonable pues quitando unas cuantas corrridas en días señalados, no todos los días se ve un lleno espectacular e incluso hay abonados que no van y su sitio es ocupado por no habituales.
Aun así propongo que si llevan a cabo la reducción del ruedo que la Maestranza no pierda su idiosincrasia y que el número de filas que hagan ese es el que hay que retranquear al abonado para que no pierda visión, por ejemplo si construyen cuatro filas pues mi abono de 2010 tiene que estar cuatro filas más bajo respecto al abono de 2009. Y por supuesto a más altura y lejanía del piso plaza pues menor precio que com siga sí la cosa habrá que ver los toros por tv.
Y ya que se meten en obras ¿ por qué no colocan una cubierta ( de toldos o de cualquier tipo) para que a la gente de sol no le den lipotimia? que últimamente el sol pega muy fuerte.