Qué pocos toros bravos han salido en lo que va de abono. La corrida de hoy no la vamos a olvidar en un tiempo pero por lo mala que ha sido. Han salido seis toros de Juan Pedro Domecq sin fuerza ninguna, vacíos y claudicando constantemente. Por el tendido se han acabado los calificativos, el más suave ha sido el de podridos, los demás se los pueden ir imaginando. Tres han sido sustituidos por toros de tres ganaderías que tampoco los han mejorado mucho, no crean. Otro rotundo fracaso ganadero.
Entendemos que todas las partes intentan hacer las cosas bien, empresa, toreros, apoderados, veedores, veterinarios, presidente, etc. y me consta en el caso de la empresa, pero su apuesta de poner dos corridas de Juan Pedro más otra de Parladé en tan corto espacio de tiempo ha sido un fracaso absoluto. Hay que asumirlo sin dramatismo, aceptarlo sin excusas y tomar nota para el próximo año. También el ganadero apostó fuerte y sale de Sevilla muy bajo de cartel. Del anterior toro artista hemos pasado al actual toro muermo.
Pues con estos mimbres no se podrán creer que los tres toreros nos han hecho el paseo de ida y vuelta al centro de ruedo a brindarlos los toros, no sé que habrían visto. Lo único que dijo algo fue el portentoso temple de El Cid en su primero, acompañado por el pasodoble “Manolete” que en esta plaza suena cumbre. El toro era algo descompuesto y lo mató mal. También destacar lo bien que ha matado Perera.
El cabestrero ha tenido hoy trabajo extra y, además, los toros han hecho poco caso a los mansos por lo que los ha tenido que meter en chiqueros a fuerza de chaquetilla, como el personal estaba hastiado de tanto toro muermo lo ha aplaudido como si fuera un torero. Oigo que hasta jaleaban a los areneros cuando recogían los “regalitos” con los que siembran el ruedo los mansos. Cuando la corrida no es corrida pasa esto, que la plaza deja de ser la Maestranza.
Como esto ha durado casi tres horas, y sin ver un toro, que tiene mérito, ha dado lugar a que se comente el fulminante cese del Sr. Pulido. Unos estaban a favor, pero la mayoría estaba en contra, aunque tengo que reconocer que muchos de mis vecinos de abono habían desertado ante la lluvia.
Total que después de tres días sin toros y las ganas que teníamos de ver este cartel, ahora debemos decir que llevamos cuatro días sin toros, esperemos que la cosa acabe ahí.