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Abono Sevilla 2008

Tres días sin toro

Igual que dicen que en la Maestranza caben 12.538 espectadores, pero ni uno más, también podemos decir que aguantamos tres días sin toros, pero ni uno más, mañana se da fijo. En los dos días precedentes se había suspendido la corrida en el sorteo matinal y la empresa lo había publicado en su Web, evitándonos los paseos y la espera bajo la lluvia., Visto lo visto, dicen que la habrían podido suspender esta mañana. Hoy día se sabe de antemano las predicciones meteorológicas y estábamos en alerta de algún color por viento y agua. Irónicamente, desde que se suspendió la corrida no volvió a llover.

La Maestranza es una plaza preciosa pero no cuenta con adelantos técnicos de comunicación y cuando llueve aquello es un caos. A la hora del comienzo de la corrida, mientras aguantábamos el chaparrón en los tendidos, pasaron dos operarios por el callejón, con una pizarra blanca, más grande que la de años anteriores. Esta pizarra moderna en los años 80, y que parece la única innovación tecnológica en materia de comunicación, nos indicaba que la corrida empezaría media hora más tarde. Bueno, a esperar. Mientras, los toreros y subalternos salían y entraban a inspeccionar el estado del piso. Antes de las seis salió un operario con la pizarrita de toda la vida, esa verde que apenas se ve, pero que tiene más encanto que la anterior. A medida que iba avanzando por el callejón, sorprendentemente escoltado por gran número de policías, los que la leían pitaban. En el tendido 2 se levanta la expectación de qué dirá la pizarrita que tarda en llegar. Los toreros en el ruedo parecían decir que querían torear. Nos quedamos sin corrida, la pizarrita decía suspensión.

Entonces vino la polémica, los toreros se acercan a los tendidos, parece que hacen gestos de que ellos quieren torear, de que ha suspendido la presidencia pero no ellos. Allí en el tendido no nos enteramos de nada, uno dice que están diciendo que torean gratis, otro dice que ellos habían borrado en la pizarra lo de la suspensión y que lo han vuelto a poner. ¡Que imaginación!, yo no me entero de nada, solo he visto una pizarra que dice suspendida, ni un toque de clarín, ni nada más. Además el público, como había dejado de llover, allí seguía esperando, no sabemos a qué. Uno apuntaba que si suspenden la corrida los toreros no tienen que volver a salir, que ya sabemos que querían torear ¡pues claro! si estaban anunciados.

Ahora viene la otra: cuatro días para devolver la entrada. ¿Y por qué no cuatro meses? A qué vienen esas prisas. Dejemos las prisas para los que se tengan que ir de Sevilla, y permítannos a los abonados que la devolvamos, según nos convenga, cualquier domingo de novillada.

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