Cuando la empresa de Sevilla anunció el abonos del 2021, con la exigencia de un aforo en la plaza del 50%, sin que la normativa en vigor lo permitiera, escribimos un artículo que titulamos «Algo se nos escapa«, (y que les dejo enlazado por si no lo leyeron entonces) porque no entendíamos que se ofertara un abono en contra de la norma sanitaria.
Después ya saben ustedes todo lo que pasó. La empresa puso en marcha toda su maquinaria como si nada, campaña de publicidad, venta de entradas, instrucciones sanitarias, pruebas de COVID gratuitas, etc. Los políticos de perfil, como casi siempre, y gran parte de los estamentos taurinos presionando a los políticos para «interpretar» la norma en el sentido que pretendía la empresa.
Todos pensábamos que la empresa tendría un Plan B, porque nadie esperaba que los políticos se iban a dejar ganar un pulso público y menos con los toros. Y ahora vemos que el Plan B de la Empresa estaba perfectamente estudiado. Ha calcado el 100% de los carteles de la Feria de Abril y de San Miguel en septiembre. Esto o es casualidad. En consecuencia, al ser los mismo carteles pero en distinta fecha, da al abonado la posibilidad de recuperar su dinero, pero perdiendo su condición de abonado, igualmente se permite la devolución de las entradas. Como sólo se ha vendido el 50% del aforo y se espera lleno tras lleno para los carteles «rematados», que son la mayoría, muy pocos abonados, por no decir casi ninguno o ninguno, va a querer perder sus derechos y pocos tenedores de entradas sueltas las van a devolver. Así pues, la empresa gestionará desde marzo los dineros de unos festejos que dará en septiembre. Este era el Plan B