Que el Toro es cultura lo sabemos todos los aficionados. He oído varias veces explicar al profesor Andrés Amorós los argumentos de la cultura del toro como creación humana, frente a la natura de lo salvaje. Nos habla de la agricultura como los modos en que la civilización ha ido domando al campo para ponerlo a su servicio y de cómo la fiesta de los toros se ha ido formando a través de los siglos como recreación humana de valores como el valor, la decisión, la inteligencia y el arte.
El anunciado paso de la dependencia de los toros del Ministerio del Interior al de Cultura, me parece normal y razonable. No sé que hacía en Interior un espectáculo donde a los asistentes se les vende bebidas alcohólicas sin peligro de altercado público, debemos ser de los pocos. Además, por primera vez estamos viendo a la gente del toro hacer algo juntos fuera de las plazas. Así pues, bienvenido sea el cambio.
Pero este no es, de ninguna manera, la panacea esperada para la protección de la Fiesta frente a los antitoro y los políticos. Ayer escuché a nuestro presidente Sr. Griñán, en el estreno de la temporada de Jesús Quintero, hablar de los toros con esa helada ambigüedad de que sólo pueden hacer gala los políticos profesionales. Dijo, entre otras cosas, que entendía perfectamente a los antitoro y que él no los prohibiría porque no se creía con la categoría personal suficiente para hacerlo.
Los toros necesitan una regeneración profunda. Estamos terminando una de las temporadas más planas de los últimos años. Esta faltando toro y, por tanto, está faltando emoción. La afición sale decepcionada de las plazas un día tras otro y muchos ya no vuelven. Las plazas se están vaciando. No sé qué pasaría si hubieran salido al ruedo esos numerosísimos toros que están echando para atrás en los reconocimientos ¿Qué esperaban los apoderados, las figuras y los empresarios, que se torearan? Espero que con el cambio de ministerio los reconocimientos sigan siendo igual de rigurosos.
El toro tiene que tener emoción y para que tenga emoción tiene que tener casta, y parece que hay mucha figura y mucho apoderado que no quieren que se toreen toros encastados. De siempre los enemigos de la Fiesta parecían estar dentro de ella, pero ahora, además los tenemos fuera. Bienvenido sea, si con este enemigo común nos unimos todos los amantes del Toro e iniciamos la regeneración necesaria para volver a llenar las plazas de emoción y de gente.
9 respuestas a «Cultura y Regeneración»
D. Ignacio, en primer lugar me parece acertadisimo su comentario. En segundo y entrando en faena, yo personalmente no veo muy claro que esto sea la solución del toreo, o mejor dicho del mundo del toro. Ya se intento en los 90 hacer esta jugada y de hecho se contrato a un importante abogado/politico sevillano para intentar hacer fuerza ante la administración. por supuesto no paso nada. Que el toreo es arte, nadie en su sano juicio lo duda, ahora bien que todo esto dependa del Ministerio de Cultura es otro cantar. Los únicos, que en principio pueden salir ganando son los empresarios con la reduccion del IVA del 18% al 8% (diferencial del 10%) que mucho me extrañaria si se aplicara a las entradas. Los toroeros, varios entre los 7 magnificos, cobran en cualquier pueblo minimo 10 M de las antiguas pesetas y claro, las entradas valen lo que valen. esto lo va a arreglar el paso a otro ministerio? lo dudo. y el ponerse ahora a hablar de los reconocimientos y trapio de los toros, daria para varios blogs, posts o como se llame, pero en definitiva, me da la impresión, que o esto se hace muy bien o esto será el puerto de arrebatacapas y los que lo pagaremos seremos el público y en definitiva la fiesta, que sola, en cualquier ministerio, morira, por desgracia. gracias por su espacio y su tiempo
Totalmente de acuerdo con Manuela, yo también dudo que esto sea la solución a los problemas de la Fiesta. Porque primero ¿quienes han elegido a los sietes magníficos para que representen al total de los toreros? ¿Han hecho una convención de toreros donde hayan salido elegidos? ¿Están todos los toreros desde el primero del escalafón hasta el último con pasar del ministerio de Interior al de Cultura? Estos son los que cortan el bacalao haciéndole el juego a los ganaduros que no ganaderos que los hay, pocos pero los hay, admitiendo corridas como la última de San Miguel en Sevilla.
Además que esta iniciativa supongo que es solo para el espectáculo de la corrida o para todo el mundo del toro porque si es para todo el mundo del toro tendría que haber ganaderos, empresarios, etc.
Por último solo decir que el toreo es arte todo el mundo lo sabe, de hecho para algo se conceden medallas de Bellas Artes, pero si con la de años,siglos, que tiene encima la Fiesta siempre ha estado regida por Interior o lo que correspondiera en cada época al actual ministerio de Interior será por algo.
D. Ignacio con todos los respetos creo que se contradice, estamos de acuerdo en que hoy día hay mucha figura y mucho apoderado que no quieren que se toreen toros encastados, y que por eso mismo las plazas se están vaciando de aficionados, pero precisamente éstas mismas figuras son las que se han reunido con Rubalcaba para el traspaso de Ministerio. ¿Ahora de repente quieren proteger la integridad del espectáculo y por ello pretenden el traspaso? No, ese no es el fondo de todo ésto, sería iluso pensar así. Tampoco el fondo es que todo ésto sea para que se les considere artistas, porque nunca hubo dudas sobre eso desde los tiempos de Pepe-Hillo, el fondo de todo ésto son sus intereses: menos impuestos del IVA, mayor control y menor rigor reglamentario, etc…
Ellos, los «figuras», por lógica van a seguir actuando como en todas las temporadas anteriores, acomodados en el medio-toro, y ellos, sólo ellos, son los que han tenido la iniciativa del traspaso, así que decir que bienvenida sea esta iniciativa para la regeneración necesaria para volver a llenar las plazas de emoción y de gente pienso que es una contradicción, pero ojalá me equivoque.
Un saludo!
No creo que incurra en contradicción Sr. Puroarte. Si digo que bienvenido sea el cambio es porque creo que el Toreo parece mejor ubicado en Cultura que en Interior, pero también digo que esto no significa absolutamente nada si no hay una regeneración profunda. En la argumentación general estoy de acuerdo con usted. Si el cambio a Cultura va a ser un incremento de la comodidad del torero, quitar casta a los toros y suprimir controles, pues entonces apaga a vámonos. Estamos muertos.
Parece ser que determinadas cuestiones, como el análisis de los pitones, seguirán recayendo en Interior, lo cual me parece muy razonable, y es un alivio. Estoy de acuerdo con D. Ignacio, me parece normal, razonable el cambio a Cultura, y creo que será muy positivo en algunos aspectos, siempre que ello no ocasione, como se ha dicho, un incremento de la comidad del torero y carta blanca para todos aquellos desmanes que ya se vienen produciendo aún en Interior. Salvaguardando cuestiones como esta de los pitones en Interior, y, sobre todo, trabajando en el traspaso todos los estamentos taurinos, creo que el resultado puede ser positivo.
Es cierto, la Fiesta pasa por un estado delicado pero, señores, a veces somos demasiado negativos. No todo está perdido y no todos son tan malos malísimos. Y en cuanto a los llamados «7 magníficos», francamente, las primeras figuras son las que son (y lo son por algo), y veo normal que sean ellas las que, por su peso, lideren estas iniciativas en lo que al colectivo de matadores se refiere. Que falten algunos, no digo que no; pero que los que han salido a la palestra, desde luego tienen que estar.
«Helada ambigüedad». Perfecta descripción, Ignacio. Ufff… ¿qué estarán tramando unos y otros? Un saludo.
Si en un país tan inculto como el nuestro la fiesta pasa a cultura, los lerdos y trincones que ya tiene ella encima se veran aumentados con los de la ceja y los chiquilicuatre. Y yo prefiero un civil con bigote.
La solución yo la veo muy fácil. ¿ A ustedes que les parecería?
Siete u ocho Jose Tomas y otro tanto de Antonio Ordoñez
Mas Nueve o diez de: Paco Camino, Puerta, Viti, Bienvenida, Rafael Ortega, de este unos cuantos mas, y que cada uno ponga el suyo.
Y Bastantes Victorinos, Pablo Romero (de los de muy antes) Concha y Sierra, Isaias, y el que quiera que añada el suyo
¿Con todo esto importaría mucho que la fiesta estuviese en Cultura, Gobernacion, Obras Publicas, industria, Festejos locales, o que vinieran los antitaurinos tocando la flauta?
¿A que no? Pues para que darle mas vueltas a esto del toro.
Ocho o nueve
Foto política de rubalcaba aprovechando el viaje. La solución es de fondo, no formal. Mejores toros, por ahí se empieza y los veedores d las grandes figuras no eligen toros para sus apoderados
A mi personalmente me dá exactamente igual que estén en Cultura o en Interior, pero contra más lejos de los de la ceja mejor.