Me he resistido a hablar de este tema por varias razones. Una es porque este es un sitio taurino no antitoro y, por consiguiente, de lo que nos gusta hablar es de Toros, no de los que los atacan. Otra es porque la Ley se ha planteado más como una cuestión política que taurina, y este tampoco es un foro político. Pero la publicación del martes en burladero.com que recoge un sondeo de la agencia EFE, en el que se anticipa que prosperará la prohibición, me hace tocar el tema.
Citaba en mi anterior artículo unas palabras del profesor Andrés Amorós que decía que las ideas antitoro sólo podían venir del sectarismo o de la ignorancia. En el caso catalán vienen del sectarismo.
Barcelona ha sido durante mucho tiempo la segunda plaza de España en número de festejos, por detrás de Madrid y muy por delante de Sevilla. Ha contado durante una parte de su historia con dos plazas de toros activas y con una afición sería, consecuente y muy arraigada. Como ejemplo de la afición catalana, comentar que la semana pasada se celebró en Sevilla el XVIII Congreso Nacional de Auditoría en el que departí con una señora de Tarragona, aficionada a los toros, que, además de ver toros en Barcelona, había seguido en estos últimos años a José Tomás por plazas de España y Francia. Me contaba sus sensaciones con la emoción que sólo quien esté enamorado del toro puede hacer.
La Ley antitaurina catalana se ha vendido como una votación contra España, con las poderosas armas de comunicación que tienen los nacionalistas y separatistas, que han logrado que cale entre la población la asimilación de lo taurino a lo español. Por otra parte, también hay que reconocer el mérito de los taurinos catalanes a los que han partido la cara de tanto darla por la fiesta. Desgraciadamente, con el ambiente revuelto por el Estatuto, no soy optimista en esto y pronto tendremos que ver a los aficionados catalanes viajando al sur de Francia a ver toros, como antes iban a ver cine. Prohibir, legislar, normalizar; cada vez más alineados en la fila que nos mandan.
5 respuestas a «La Ley Antitaurina Catalana»
Lo que más gracia me hace son las acusaciones de fascismo y asesinos que hacen los antis, cuando son ellos los que quieren imponer su criterio a todos los demás. Aunque en el fondo de su argumentación pudieran llevar una mínima parte de razón (cosa que no creo), pierden cualquier tipo de credibilidad con sus formas (insultos descalificaciones, etc) y lo que me da auténtica vergüenza es que les cedan sitio y espacio en todo tipo de prensa y no digamos a nivel político. y los amantes del toro a seguir callando, tragando y escondidos
Efectivamente, Sr. Sanchez- Mejías este es un tema eminentemente político, y viendo cómo está el panorama actual dan naúseas hablar de política y de políticos. ¿ No hay políticos con verguenza «torera» que defiendan la fiesta en Cataluña sabiendo ellos que la afición en esa región está ampliamente implantada?
¿Dónde está el grupo Prisa (CANAL+) y otros medios de comunicación que no hacen un manifiesto público en defensa de la fiesta?Será que le ponen una vela a Dios y otra al diablo.
Es que claro ,esto sería políticamente incorrecto, y hay que ir a remolque de los políticos de turno.
!!VIVA LA FISTA NACIONAL!!
Saludos.
Los toros y Cataluña
centran la prensa del día
porque han hablado las urnas
para evitar las corridas.
Lo que enciende este debate
no es si prohíben los toros,
es saber de dónde nace
la iniciativa en el fondo.
¿Un afán ecologista
propio de los de Greenpeace?
¿O la idea nacionalista
de ser un nuevo país?
¿Por qué quiere Cataluña
prohibir la fiesta en su tierra?
¿Por proteger con bravura
al animal de la ‘Fiesta’?
¿Una iniciativa tipo
protectora de animales?
¿O tratan de ser distintos
de los otros habitantes
que sí se sienten unidos
a España, peninsulares?
Al ser los toros la seña
de identidad del País
junto al caballo, flamencas,
y otros tópicos así,
ver los toros en su tierra
les hace quizá sentir
ser españoles de veras
y se quieren ver morir.
Que el futuro de los toros
en el siglo XXI
se pondrá de cualquier modo
de un color un tanto oscuro
es algo más que probable…
defender los animales
es lógico en este mundo.
Pero lo que pide el cuerpo,
metidos en esta guisa,
es prohibir cualquier evento
donde aparezca Rovira
porque estos pintas de Esquerra
que viven de la política
sí que dañan a su tierra
en su afán nacionalista.
Sobre este tema, se ha hablado mucho y mal… Lo que no entiendo y creo que nadie con algo de lucidez podrá entender, es como este montaje de tintes puramente nacionalista y separatista, ha podido llegar hasta donde ha llegado. Ellos piden respeto para el animal (esta es la mascara tras la que se esconden, pues su única finalidad es separarse de todo aquello que suene a España), yo pienso que el mayor respeto que se le puede tener a un toro bravo es dejarlo morir en la plaza…, porque que yo sepa, y como siempre le escuché a los buenos aficionados, que por suerte he conocido a varios, los toros salen de los chiqueros para dar «cornas» y no para dar caricias.
Lo que más me duele, es que uno de estos radicales, el Sr. Montilla, es de un maravilloso pueblo llamado Iznajar situado en la provincia de Córdoba, y el que, por la cercanía del pueblo de mi familia, conozco bastante bien, pues por la afición de mi padre y tíos a la pesca, hacía que visitáramos con asiduidad su maravilloso pantano, llegando incluso a pasar veranos enteros allí, en una casa que tenía uno de mis tíos. Al final se cumple lo de siempre, los charnegos (creo que es el término despectivo que se usaba para nombrar a los que en sus orígenes no tenían procedencia catalana, si no es así, ruego me disculpen) son los más radicales y los más nacionalistas, hasta el punto de llegar a olvidarse de sus orígenes, porque por conseguir algo de relevancia en el plano político, lo interesante es enarbolar la bandera del nacionalismo más rancio, preferiría que vinieran de frente, como hace el buen toro bravo cuando enviste a los engaños, y no con trampas y malas formas como los toros mansos.
La realidad de esta patraña, es que entre el mutismo y la complicad velada del gobierno central de turno, a la fiesta nacional el han clavado un rejón de muerte más.
Perdonar, la fiesta nacional es el dia de la hispanidad.
Cuando se impone el criterio de unos pocos, es por que la mayoria piensa que no van a ganar.